Capítulo 8

88 24 10
                                    

R- Tía o te estás quieta o no te maquillo, te maquillas tú con el culo.
-Es que siento que se me va a meter el cepillo de rímel en el ojo, jo.
R- ¡Qué pesada!
Después de bastante tiempo peleándome con Rocío para que no me matase en el intento de maquillarme, llegó la hora de vestirme. Cuando me vi con el peinado, el vestido, el maquillaje... No me reconocí. Me veía como si fuese otra persona.
A- Estás perfecta.
R- Vas a ser el centro de todas las miradas. Ya te tengo envidia y todo. -dijo riendo.
- Gracias, estoy genial gracias a vosotras. Ahora, vayamos a esa fiesta a enseñar cómo ser unas divas.
Y, la imagen de nosotras tres, nuestra amistad representada por las risas de aquel momento, valía millones.

R- Vale niñas me estoy agobiando.

-¿Por qué?

R- Diego no deja de mirar para aquí con cara de seductor.

A- Yo, desde luego, no sé para quién irá esa cara. -dijo irónica.
-Ja ja ja qué graciosa tú Alba.

R- Si yo fuese tú, iría a hablarle. ¡Vamos nena, que Pablo sepa lo que se pierde!
No puede ser, no. Yo la mato.

P- ¿Qué me pierdo? - dijo con una media sonrisa.

-Nada -dije seria.

Alba no paraba de reír.

R- Yo quería decir... eh... Que quería que vieras lo que te estabas perdiendo en la fiesta. Como no te había visto pensaba que no vendrías.

P- Ah bueno, no está tan mal. Oye, Sonia.

- ¿Qué?

P- ¿Podemos hablar a solas?

- ¿Para qué?

P- Por favor...

Alba y Rocío me miraron con la típica cara de súplica. 

- Está bien. -dije rodando los ojos.

En verdad quería hablar con él, pero mi orgullo era mejor conservarlo, así que hice como que no tenía interés.

P- ¿Qué ha pasado últimamente? Ya no hablamos.

Yo me limito a reír.

P- ¿Qué es gracioso?

-Lo tuyo chico. Me dices que no hablamos cuando el otro día ni si quiera me saludaste.

P- ¿Perdona? Eres tú la que lleva rara toda la semana, me daba miedo a saludarte.

- Eres tú el que está saliendo con mi queridísima enemiga.

P- ¿Qué estás diciendo?

-Sí, tu novia Michelle. Muy buena pareja por cierto, los dos igual de falsos.

P- Sonia, hey, despierta. Ni borracho saldría con ella. No sé tú, pero yo no salgo con mi prima.

- Venga vamos -dije riendo e irónica- ahora todo es de color rosa y tú intentas colarme que Michelle es tu prima para que yo no me enfade. ¡Vamos hombre, penoso!

Y me di la vuelta para irme. No sabía a dónde ir, pero me iría. Bueno, si no fuese por Pablo.

- ¿QUÉ? ¿No has tenido suficiente ya? Déjame chico, tú a tu carretera y yo a la mía, en diferentes coches y carreras. ¿Lo entiendes o te lo explico otra vez?

P- Sonia créeme. Es más, voy a llamar a Michelle para que venga y te lo explique ella. Por favor. -me miró con cara de pena.

- Está bien. -dije suspirando.

Pablo sonrió y lo esperé. 5 minutos y no llegaba. Yo me empezaba a aburrir lo que no está escrito.

-Hola. -dijo alguien a mi oído.

-¿Quién eres?

- Parece que ni siquiera me conocieras, peliazul.

- Ah, tú, otra vez.

D- Eh eh, que estés de mal humor porque tú noviete no haya venido no significa que la tomes conmigo cariño.

- ¡ERROR!

D- ¡ACIERTO! Guau, guau.

- Calla -dije riéndome.

D- Vaya, ya van dos. -dijo sonriendo.

- Decía error porque no tengo novio.

D- Ah, ¿no? ¿Y Pablo qué es?

- Pablo no es nada, es un buen amigo, nada más.

D- ¿Segura?

- Al 100 por ciento.

D- Entonces no hay problema si le pido a este pivonazo que venga conmigo a disfrutar de esta fiesta, ¿no?

- No lo hay, pero tendrá que ser después. Estoy esperando a alguien para que me aclare una cosa.

D- Claro, te espero fuera. -sonrió.

-Está bien. -sonreí.
Espera, ¿sonreí? Desde luego este Diego me gusta más que el antiguo. Pero no por eso le voy a dar una oportunidad. Que no se piense que haciéndome creer que es diferente, me va a ganar.

P- Perdón, perdón. No la encontraba por ningún lado y resulta que estaba en el servicio.

M- Hola. -dijo con asco.

- Rapidito.

M- Nena sin chulerías.

P- Vamos no os peleéis. No sé qué os pasó pero, venga, ¡es una fiesta! No hay que ocasionar más problemas de los que ya hay aquí.

- ¿Eres su prima?

M- ¿Y a ti qué?

P- Responde.
Michelle le miró mal.

P- Por favor.

M- Pffffffffff. Que sí. ¿Por qué todos lo preguntan?

-No sé, parecéis novios. A lo mejor es cosa mía vaya. -dije irónica.

M- ¿Qué es que tú quieres serlo o qué? -dijo desafiante.

P- Michelle vete, por favor.

M- ¿Por qué?

P- Vete. Quiero hablar con Sonia. -dijo apretando los dientes.
Menos mal que se fue. Estuve muy tensa cuando ella estaba delante mía. Es una víbora. No la recordaba así.

P- Lo siento mi prima a veces es un poco...

- ¿Obsesiva? ¿Falsa? Sí lo sé.

P- Bueno pero sigue siendo familia mía. Tienes que entenderme. Te quiero a ti porque eres muy buena niña, pero a ella también porque es parte de mi familia.

-Tranquilo, te entiendo.

P- ¿Amigos otra vez?

- Amigos. -sonreí. Cómo me gustaría ser algo más que amigos... Aunque después de lo que ha pasado, no estoy tan apegada a él y he perdido algo el roce. Que no se crea que lo voy a perdonar así como así.

P- ¿Te vienes?

- Lo siento, ya he quedado con alguien.

P- Bueno, nos vemos en el instituto entonces.
Nos dimos dos besos en la mejilla y nos fuimos. Ahora toca hablar con Diego.
- Hey, ¿qué haces?

D- Contar estrellas.

-Ah, ¿sí?

D- ¿En serio me ves tan cursi? Obviamente no. Sólo te estaba esperando.

- Bueno, gracias.

D- ¿Vienes? -dijo tendiéndome la mano.

- Voy. -dije sonriendo y cogiéndole la mano que me ofrecía.





Nuevo capítulo amores. Espero que os guste. Si tenéis alguna sugerencia o algo para la novela, decídmelo por los comentarios e intentaré ver lo que puedo hacer o si puedo meter alguna idea vuestra. Hasta pronto <3

La Vida En El Instituto ComaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora