Capítulo 7

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7:00
*Dear future husband...*
Tengo que cambiar la alarma, que le estoy cogiendo asco a la canción.
Otro día más. Antes lo veía todo mejor. Lo veía todo de colores vivos. Y hoy, esos colores ya no son tan vivos. No estoy diciendo que esté depresiva no. Estoy harta. Bueno ayer si estuve un poco depresiva pero hoy ya estoy bien. Lo tengo decidido, no me voy a rallar más. Sí Pablo me tiene pena, pues muy bien por él. Si Diego me quiere, pues bien por él también. Ahora mismo lo que necesito es hablar con Pedro. Él siempre me entiende y sabe darme los mejores consejos.
Me decido por unos vaqueros negros de cuero, una camiseta de manga corta de seda de color blanco atacada en el pantalón. Unas zapatillas nike blancas y una chaqueta negra de cuero. Hoy voy roquera. Voy rompedora, como lo voy a ser a partir de ahora. Ya nada me va a afectar.

12:00
Ya estoy pensando en él. Sonia, tus mensajes de aliento no sirven. Tienes que aprender a actuar mejor.
- Hey -dijo alguien tapándome los ojos.
- ¡Pedro!
- Casi, Diego. -dijo Diego quitando las manos de mi cara y sentándose a mi lado en el banco-.
- Ah, tú.
- Ah, yo.
No sé por qué pero me reí. No me matéis.
D- ¿He hecho reír a Sonia? ¡He hecho reír a Sonia!
- Idiota.
D- Infantil.
- Gilipollas.
D- Retrasada.
- Subnormal.
D- Tonta.
- Anormal.
D- Te quiero.
- Pesad... Espera, ¿qué?
- Pues eso.
- ¿Eso qué es?
- Si lo que quieres es que lo repita, no lo voy a hacer, pelo raro.
Y se fue. Así sin más. ¿Este va soltando te quiero todos los días a todos o qué? Recuerda Sonia, no te ralles.

Y así se pasaron los días, con mis "no te ralles continuos" y viendo a Pablo todos los días con Michelle. Siempre me sonríe, pero con pena. No sé qué le habrá dicho, pero ni me importa siquiera. Si de verdad éramos amigos debería haberme hablado y preguntado por lo que le ha dicho Michelle para saber si es verdad, ¿no? En fin, estoy intentando pensar sólo en el instituto, mis amigas, mi mejor amigo y en la música. La música es como mi droga. Yo en vez de drogarme, escucho música. Me olvido de los problemas por un rato y me hace ser feliz por un momento. Luego, toda esa burbuja va desapareciendo poco a poco hasta que vuelvo a pensar en mi mierda de rutina. Y lo peor es que no sé por qué, pero ahora pienso en Diego. Lloro por Pablo pero pienso en Diego. No sé, esa manera de intentar hacerse el guay pero luego es súper tierno, es algo raro y nuevo para mí. Además ya hace bastante tiempo desde que dijeron por última vez que tonteaba con muchas a la vez. Al menos, no lo odiaré tanto y podré ir un poquitín mejor al baile y tomarme algo con él. Pero OJO, NO me gusta, ¿queda claro? N-O.
Vale, dentro de 5 horas tengo que ir al baile y yo todavía no sé qué vestido ponerme. Perfecto Sonia tú siempre tan decisiva y siempre haciéndolo todo con semanas de antelación. Menos mal que tengo a mi Alba que me va a acompañar al centro comercial y me ayudará a decidir.
Las seis, hora de que Alba esté aquí. Tardó 30 minutos en llegar. Entre broncas y disculpas, llegamos corriendo al centro comercial. Nos pisoteamos unas 100 tiendas, y en ninguna me gustaba nada.
A- Tienda 101. -dijo maldeciendo su vida-. Como no te guste aquí, directamente vas en vaqueros.
- Ya ves, sobre todo porque quedan 2 horas y tengo que peinarme y maquillarme.
A- ¿QUÉ SON LAS QUÉ? Vamos a entrar cagando leches vaya. Corre tía que no vamos a llegar.
(Insertar aquí música de persecución de las películas Disney jajajjajajajajjajaja).
- Este me encanta.
Alba abrió los ojos como platos.
A- ¿He oído bien? ¿Te encanta?
- Sí, voy a probármelo a ver.
A- Vale pero corre pirupesa.
Entré al probador y me vi en el espejo. No me reconocía. Yo no solía llevar vestidos tan refinados.
- Alba tía me encanta.
A- ¿Pues a qué esperas? A comprar se ha dicho.
- El problema es el precio, es muy caro...
A- ¿Cuánto cuesta?
- 1000.
A- Halaa, y ¿cuánto tienes?
- 300. Tía ¿qué hago? Es el único que me gusta de todos. Es perfecto.
A- Vamos a hablar con la dependienta a ver si podemos pagarlo a plazos o algo.
- Está bien, a ver.
Nos acercamos a la chica que estaba en la caja y le pregunté:
- Me gustaría llevarme el vestido, pero es bastante caro para mí y me sirve esta noche. ¿Podría pagarlo a plazos?
Chica- Claro, todo sea por los bailes de instituto.
La chica hay que reconocer que era muy maja.
Chica- ¿Me puedes decir tu nombre?
- Sonia Gómez.
La chica buscó algo en su libreta y dijo:
Chica- Aquí hay un regalo para ti. Hay 700 euros para que puedas consumirlos en lo que quieras de la tienda.
- ¿Qué? ¿Quién?
Chica- No me ha querido especificar su nombre, quería que fuese anónimo. ¿Te ayuda eso a pagar el vestido?
- Sí, además es la cantidad exacta. -dije extrañada pero emocionada-. Muchas gracias.
- A ti, ¡que te lo pases genial hoy!
Y así acabamos la tarde express turística del centro comercial. Ahora tocaba sesión de maquillaje by Rocío. Era una máquina en eso. Y, en el camino a casa, no paraba de pensar que, a pesar de todo, tengo ganas de verlo...

*Lo prometido es deuda amores *

La Vida En El Instituto ComaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora