La Vida En El Instituto Comares

Capítulo 10

Yo me quedé algo cortada. No sabía qué decir y seguro que estaba súper roja. Pero es que no sé, mi odio no puede convertirse en amor en unas solas horas. Aunque... por otra parte, mi odio a lo mejor lo desarrollé sin saber la verdad. Es que no sé, estoy hecha todo un lío...

D- Tierra llamando a Sonia.

- Hola Tierra. ¿Dónde estás? No te veo.

D- Encima la niña de cachondeo. -dijo riendo.

- Diego es que no sé, entiéndeme. Te veo cada semana con una distinta y quién sabe si yo seré una de esas a las que usas nada más. Y la verdad ya lo he pasado bastante mal una vez, paso de pasarlo así una segunda.

D- Sonia, ¿qué más tengo que demostrarte joder? He estado 2 años intentando llamar tu atención. Pero vaya, que me daría igual estar así 2 años más, si sé que al final voy a poder tenerte conmigo.

- Hoy es el día romántico de Diego, ¿no?

D- Sonia te hablo en serio. Para una vez que lo hago, hazme caso por favor. Sólo te pido esa atención que nunca antes me habías prestado.

- Está bien, continúa, perdón.

D- La verdad no sé qué más decir. Ya sabes, yo soy más de hechos que de palabrería.

- ¿Y cómo sé yo que ahora mismo me estás diciendo la verdad?

D- No voy a decirte que confíes en mí, como hacen la mayoría. Yo te pido sólo una cosa, y es que me conozcas. Te propongo que quedemos más a menudo y que pueda llevarte a sitios, para que conozcas la verdadera historia del famoso ligón Diego.

- ¿Y si te digo que no me interesa?

D- Ah bueno, si es así, puedes irte con Pablo o con quien quieras. Eso sí, ni por asomo pienses que voy a dejar de estar enamorado de ti. ¿No te das cuenta o qué? Sólo quiero que seas feliz. Y joe, si lo eres conmigo pues mejor porque de paso sería yo feliz también. Pero si tengo que arriesgar mi felicidad por la tuya, lo haría sin pensármelo.

- Está bien. Mañana me recoges en mi casa entonces, ¿no?

D- ¿Eso es un sí? -dijo sonriendo.

- Eso es que te doy una oportunidad y como me dé cuenta de que eres un mujeriego pues no vuelvo a mirarte siquiera.

D- Vale, no te voy a fallar.

Yo le sonreí y le dije buenas noches como despedida. Ya me dispuse a ir hacia mi puerta cuando dijo...

D- ¿Y mis dos besos, peliazul?

- Por tonto no te los doy. -le saqué la lengua.

D- Venga ya. ¡Sé que eres una tía molona en verdad!

Yo suspiré y le di dos besos. Y del alma me salió susurrarle un buenas noches en la oreja. Ya lo sé, mala elección.

D- Buenas noches, Sonia. -me susurró también.

No tengo ni idea de por qué pero, en ese momento, sentí mariposas en el estómago. Será que la bebida que tomé me sentó mal, seguro. Ahora sólo necesitaba cambiarme, revisar mi móvil y dormir, que había sido un día muy largo y con muchas emociones.

3.00 am

Desde hace 2 horas no consigo dormir, ¿qué me pasa? No paro de pensar en Diego, en la declaración que me hizo. En todo lo que me dijo. No sé, en ese momento sentía que todas las piezas encajaban en su sitio, pero luego, luego me sentí tan vacía... Sentí que no me importaba, que lo único que quería era mandarlo a la mierda. Pero luego sentía que quería abrazarlo. Estar cerca de él... Es una mezcla entre amor y odio muy rara. De verdad este chico algún día me vuelve loca. Venga intenta dormir Sonia, tú puedes campeona.