Narra Samuel
Rubén se había encerrado en su habitación, oí sus gritos. Sabía que había hecho mal diciendo eso, pero no esperaba que se lo tomara así. Quería disculparme, yo era su invitado y no debería haberle tratado así. Sé que nunca nos llegamos a conocer del todo, nunca tuvimos una buena relación pero por ese motivo decidí venirme aquí a su casa. Acababa de joder todo, iba a ir a pedirle perdón.
Fui hasta su habitación, llamé a la puerta. No respondió nadie, volví a intentarlo, pero seguía sin responder. Intenté abrirla aunque fue en vano ya sabía que la había cerrado.
-Rubén.- grité
No respondió, me preocupé un poco he de admitirlo. Así que volví a intentarlo
-Rubén.- volví a gritar .- Solo quiero disculparme.
Seguía sin obtener respuesta
-Rubén, venga vamos lo siento de veras no quería decir eso.
Y nada no obtenía respuesta alguna
-Rubén, por favor acepta mis disculpas.- grité por última vez
-Déjame en paz, Samuel.- gritó cabreado
-Rubén ¿puedo pasar y hablamos?
-Vete a la mierda.- dijo cabreado
Suspiré aliviado, al menos estaba bien ya estaba pensando en tirar la puerta abajo. No obtener respuesta me ponía nervioso. Sabía que unas disculpas no bastaban pero debía intentarlo.
Bueno me fui de allí, entré de nuevo en mi habitación y me tumbé en la cama. Ya pensaría mañana en algo para que Rubén me perdonase. Me dormí enseguida, estaba cansado a causa del viaje. No me costó conciliar el sueño.
Me desperté, a causa de unos ruidos provenientes de la habitación de Rubén. Me levanté y fui a ver que estaba haciendo. Cuando me fui acercando a su habitación, pensé que seguiría cabreado conmigo. Al llegar a la habitación, me llevé una gran sorpresa.
Estaba allí grabando un vídeo feliz de la vida. Al verme dejó de grabar pensé que todo era fachada por sus fans, y ahora venía su enfado y cabreo. Pero fue todo lo contrario
-¡Hey muy buenas Samuel! .- dijo sonriendo ampliamente.- ¿Y esa cara?
Me di cuenta de que me había quedado boquiabierto e intente disimular
-No pasa nada, tan solo me sorprende que te levantes tan temprano a grabar
-¿Temprano? Si son las 11, chaval
-¿En serio?.- dije medio sorprendido
-Chaval, que ya no estamos en Los Angeles.- dijo sarcástico
Y soltó una pequeña carcajada a lo cual yo me reí. No entendía porque estaba tan feliz y animado después de lo de ayer pero bueno, supuse que sería así. No quise preguntar por si la volvía a liar.
-¿Qué pensabas hacer hoy compañero?.- pregunté
-Pues no lo sé la verdad. Pensaba grabar otro vídeo, ir a ver a Mangel y no sé lo que surja supongo. ¿Por qué? ¿Tenías algo pensado?.- dijo rápido
-Calma, no vayas tan rápido. No tienes planes ¿no?
-No, básicamente no.- movió su cabeza negando
-¿Qué te parece si quedamos todos?
-Perfecto.- asintió animado.- ¿Quieres ver a Guille no?.- me miró pícaramente
-Puede... .- me sonrojé
-Llamaré a Alex. Y que él se lo comunique a los chicos.
Asentí, y vi como hablaba con Alex por teléfono. Se le veía tan feliz y animado. Comparado con ayer parecía otra persona distinta, me pareció un tanto extrañó. Decidí que le preguntaría a Mangel, por si acaso.
Rubén colgó y dijo que habíamos quedado aquí en su casa. Vendrían por la tarde y pasaríamos la noche todos juntos ya que era sábado. Hasta entonces no sabía que hacer. Me sentía un poco incómodo, él lo notó.
-Samuel, ¿estás bien?
-Sí, claro. Solo que no sé que hacer
-Si quieres jugamos a algo, o si te apetece podemos hablar
Dudé durante un momento y claro que no. Hablar ni de coña, podría sacar el tema y volver a lo mismo de ayer.
-Juguemos a algo.- respondí decidido
-Vale, ¿qué te apetece?
-Mmmm... .- murmuré.- Pues no sé la verdad
-¿Gta V?
Asentí, y sacó el juego. Ambos nos pusimos a jugar para hacer tiempo. Pasamos muy buen rato jugando, reíamos cuando nos mataban y nos picamos matándonos el uno al otro. Tras dos horas jugando, decidimos dejarlo e irnos a comer.
Rubén me llevó a un burguer que pillaba cerca y allí comimos. Al terminar volvimos a su casa, aún quedaba bastante tiempo para que los chicos llegaran. A Rubén se le veía muy activo. Me propuso dar una vuelta por Madrid acepté encantado.
Íbamos andando por la Gran Vía, hacía bastante que no la veía y me gustó volver a verla. Durante nuestro paseo nos encontramos con varios fans quienes nos pidieron una foto. Nos las hicimos encantados.
-Rubén, estás de muy buen humor hoy.- le dije mientras caminábamos hacia la Puerta del Sol
-Sí, la verdad es que sí.- asintió sonriendo
-¿Se puede saber a que se debe tan buen humor?.- pregunté curioso
-No sé, acaso ¿estar feliz es raro?
-No, solo... nada.- dije
-Samuel, Samuel. ¿Te pasa algo a ti?
-Rubén no, estoy bien.- sonreí
-Pues me alegra escuchar eso.- dijo.- Mira la Casa del Libro, veamos si está allí mi libro.- dijo dando saltitos
Eso me recordó a un niño pequeño, pasamos y sí allí estaba. Virtual Hero, su reciente cómic. Que acabe comprándolo, tras su gran insistencia. Después de eso decidimos volver a casa ya quedaba menos para que viniesen.
Al entrar en la casa, Rubén se pusó a grabar un vídeo. Yo estaba un poco aburrido así que decidí leer un poco su cómic. Al principio fue porque no tenía nada mejor que hacer, pero al final me acabó gustando.
Rubius terminó de grabar el vídeo y se pasó por mi habitación. Me pilló leyéndolo y me miró con una sonrisa pícara en su rostro
-¿A qué te gusta?.- dijo
-He de admitirlo. Después de mi libro Wigetta es uno de los mejores que he leído
-Mentira, tu libro Wigetta está bien. Pero el mío lo supera
-¿Acaso lo has leído?
Se sonrojó al oír esa pregunta, cosa que me hizo reír. Él acabó riendo conmigo. Estuvimos conversando un poco más cuando llamaron al timbre.
Fuimos hasta la puerta y abrió. Eran los chicos Alex, Frank, Mangel, Cheeto y Guille. Traían consigo unas cuantas bolsas, con bebida y comida.
-La fiesta está a punto de comenzar.- dijeron a la vez
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BIPOLAR - Rubegetta
Fanfiction¿Qué pasaría si te quedas una semana en la casa de alguien que te odia? ¿Qué pasaría si tú eres la única persona que se da cuenta de qué algo le está pasando? Samuel y Rubén, una semana de convivencia y extraños cambios de humor que experimenta Rubé...