Narra Rubén
Me encontraba en la habitación, esperando que Mangel volviese. Necesitaba hablar con alguien, después de lo que pasó se que nada volvería a ser lo mismo. Aparte sabía que algo me pasaba, y quería saberlo.
Escuché pasos acercándose a mi habitación, sabía que Mangel no iba a ser capaz de cumplir su palabra. Sabía perfectamente que venía con Samuel, solo que yo no quería verle.
La puerta se abrió, Mangel pasó primero tras él pasó esa persona. Al entrar se quedó mirándome fijamente, pude ver como miraba mis brazos, luego a mí. Yo aparté mi mirada bruscamente.
-No eres bienvenido.-dije molesto y clavando la mirada en Mangel
-Rubén... solo quería... .-dijo
-¡Basta! No quiero oír más mentiras.- grité interrumpiéndole
-Solo quiero saber...
-¿Quieres saber por qué lo hice no?.- pregunté borde.- Pues te voy a responder, por la puta culpa de la persona a la que amo.
-Rubén, ¿por qué piensas eso?.- preguntó confundido
-Porque alguien me ayudó a descubrir la verdad. Alguien me abrió los ojos, y pude ver que mi novio nunca me quiso realmente.- dije en un hilo de voz.- ¿Nunca pensaste en cumplir tu promesa verdad?
Tras pronunciar aquellas duras palabras para ambos. Sentí mis ojos cristalizarse y lágrimas resbalando por mis mejillas. Quería que se fuera, que todo esto acabase de una vez por todas.
-Samuel, vete. No quiero volver a verte.-susurré
Así lo hizo, me miró antes de darse la vuelta aún sentía mis lágrimas caer. Se fue, cerró la puerta y se fue.
Me había hecho mucho daño en muy poco tiempo, quería odiarle con todas mis fuerzas pero una minúscula parte de mí no podía. Una pequeña parte de mí era reacia a odiarle, y eso era lo que más rabia me daba. Aún le quería... y eso era lo que más odiaba.
Mangel se acercó a mí y me abrazó. Ambos nos fundimos en un fuerte abrazo que necesitaba, necesitaba el consuelo que me proporcionó, aunque fuese poco.
Estaba mal, pero tener a mi amigo en esos momentos me ayudó bastante. Aunque hubiese sido su culpa, que él hubiera entrado.
Narra Samuel
No entendía nada, Rubén sus palabras eran demasiado confusas. Ese "alguien" de quien tanto hablaba. Pensé que solo podía ser una persona, aunque jamás pensé que podría ser así.
Decidí averiguar si mis sospechas eran ciertas, le envié un mensaje a la persona de la que creía que hablaba Rubén. Mi exnovio y mejor amigo.
Samuel: Guille, ¿te puedo hacer una pregunta?
Guille: Claro que sí lo que quieras
Samuel: ¿Enviaste un mensaje a Rubén ayer?
Guille: No.
Guille: Claro que no.
Guille: ¿Por qué iba a hacerlo?
Sabía que estaba mintiendo, le conocía desde hace demasiado tiempo y por ello sabría que no me diría la verdad.
Pero aún así quería que se disiese cuenta de lo que había hecho, de lo que había provocado.
Samuel: Me alegro de que no sea así, porque tengo algo que decirte. Rubén se ha intentado suicidar y dice que es porque alguien le ha hecho ver la verdad.
Decidí no volver a la sala de espera, no podía dejar que Alex y Frank me viesen no podía. Me sentía mal y preocupado.
Yo quería realmente a Rubén, aunque él creyese lo contrario. Salí del hospital sin rumbo, sus últimas palabras me dolieron.
No iba mirando la calle, no prestaba atención a lo que pasaba a mi alrededor. Todo esto de Rubén, me estaba afectando demasiado, me sentía culpable de todo lo que le estaba pasando.
Si nunca hubiese aparecido en su vida, tal vez nada de esto hubiese ocurrido, tal vez nada de esto hubiera pasado; pensé.
No miré por donde iba, no miré quien o que venía directo a mí. Ya fue tarde cuando me quise dar cuenta, tan solo sentí el impacto.
Sentí mi cuerpo rodar sobre el asfalto, sentí como una oscuridad se apoderaba de mí.
Lo último que oí fue mi móvil sonar. Lo último que vi fue a Rubén pronunciando aquellas duras palabras mientras sus lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Narra Guille
Recibí el mensaje de Samuel, lo leí no podía dejar de pensar en ello. Rubius se había intentado suicidar.
Pregunté a Alex y me lo contó todo, era cierto. No lo podía creer cuando hablé con él por teléfono. Solo había sido unos minutos antes y sus palabras resonaban en mi cabeza.
-Rubius padece trastorno bipolar, creemos que por esa razón se ha intentado suicidar.- dijo
Pero no era cierto, se había intentado suicidar por mi culpa. Nunca quise llegar tan lejos, sentía celos verdad. Pero no como para provocar eso, quería pedirle perdón.
Pero sobre todo quería explicarle a Samuel lo sucedido. Quería decirle que lo sentía, que no me merecía. Fui muy ruín, hacerle eso a un amigo.
Le mandé un mensaje pero no respondía, le llamé al móvil y tampoco respondía. No sabía que le pasaba, tal vez Rubius le contó que fui yo y le mostró los mensajes.
Tal vez estuviera enfadado conmigo y no me quisiera responder, por lo que le hice a Rubius.
Me sentía muy culpable, no podía dejar de pensar en ello. Nunca quise que nada de eso pasara, nunca quise hacer daño a nadie.
Rubén no se lo merecía, él tan solo había sido mejor que yo. Mejor persona, había conseguido algo que yo jamás logré que Samuel se enamorara de mí.
Yo nunca logré que me mirara de esa forma, yo nunca logré que me quisiera como a él le quería. Yo siempre fui su mejor amigo, su hermano.
Estaba metido en mis pensamientos cuando oí sonar mi móvil, sacándome de ellos.
Lo cogí, tan solo dijeron cinco palabras pero esas cinco palabras hicieron que se me cayese al suelo y mi cuerpo empezase a temblar de miedo, preocupación y culpa.
-Guille ¿estas ahí?.- preguntaban desde la otra línea
No me podía mover del sitio, sentí en un momento mi mundo derrumbarse.
-¿Guille?.- repitió la voz
Cogí el teléfono como pude, y respondí lo más decidido posible intentando que la voz no me temblase.
-Tengo que volver a España.- dije
Bueno quería daros las gracias como siempre por leerla, votarla y comentarla. Ya son 800 leídas y estoy super feliz y contenta. Me alegrais los días.
Miil graciias a todos, de verdad.Un beso enorme ♥
Espero que os guste ;)
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BIPOLAR - Rubegetta
Fanfic¿Qué pasaría si te quedas una semana en la casa de alguien que te odia? ¿Qué pasaría si tú eres la única persona que se da cuenta de qué algo le está pasando? Samuel y Rubén, una semana de convivencia y extraños cambios de humor que experimenta Rubé...