Capítulo 9. Ruptura

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Narra Samuel

Hoy era el día, le había prometido a Rubén que rompería con Guille. No sabía aún como se lo tomaría (mal oboviamente, Samuel nadie se toma bien una ruptura) pero debía hacerlo por Rubén.

Estaba pensando en como se lo diría, quería buscar las palabras correctas y el modo correcto de hacerlo. Tenía que ser en persona eso está claro, y evitaría el tema de Rubén. Ya que rompía con él, no quería que se enterase de que era por otro y menos de que le había engañado antes de la ruptura.

Iba a mandarle un mensaje, para decirle que quería verle y hablar con él. Cuando sentí que alguien me cogía por la cintura, me abrzaba y me besaba el cuello.

-Hola.- susurró.- ¿Qué haces?.- dijo separándose

-Eres tan tierno.- le dije

-¿Qué hacías?.- repitió

-Cumplir tu promesa.- respondí

-¿Le dejarás por mensaje?

-No, tranquilo no soy tan... malo.- dudé.- Iba a decirle que teníamos que hablar

-La famosa frase

-Puede...

Le mandé el mensaje, pensé un poco antes de escribirlo las palabras más sutiles que podía escribir

Samuel: Guille, ¿podemos quedar? Hay algo importante que debo decirte

Guille: Claro, amor. ¿Qué pasa?

Samuel: Mejor te explico en persona. ¿Puedes venir a casa de Rubén?

Guille: Ahora mismo no puedo. En una hora estoy allí

Samuel: Vale, tranquilo. Te espero

Guille: ¡Hasta pronto, amor!

Samuel: Nos vemos, amor

-¿Vendrá?.- alcé la vista del móvil

-Sí, en una hora

-¿Sabes ya qué le dirás?.- preguntó

-No, aún no.

-Samuel... .- susurró

-Tranquilo, Rubén cortaré con él. No te preocupes

-No, si no es eso.

-¿Qué es?

-Es Guille, es un buen amigo mío y... .- dudó un momento.- Siento que todo es culpa mía

-Rubén no tienes la culpa de nada.- dije acercándome a él.- De verdad, tranquilo. No tienes la culpa de esto... .- dije y le besé

-Samuel, te quiero

-Y yo a ti.

Quedaba una hora el tiempo corría y aún dudaba de como decirle las cosas a Guille. Él me importaba y quería hacerle el menor daño posible. Le había querido mucho, pero las cosas cambian y mis sentimientos lo han hecho.

Las agujas del reloj corrían, y cada vez me sentía más nervioso. Se acercaba poco a poco la hora, no podía parar andar de un lado para otro. Noté como Rubén me miraba.

-Si quieres me voy, cuando ya sabes... venga

-No, no hace falta. Tal vez lo mejor es que estés aquí

-¿Seguro?

-Sí

El tiempo pasaba y yo me estaba poniendo histérico no paraba de ir de un lado para otro. No dejaba de dar vueltas sin sentido, creo que Rubén comenzaba a ponerle nervioso. En eso que se levantó, se paró frente a mí y acerco mi cara a la suya para luego besarme.

BIPOLAR - RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora