Capítulo 4.

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Salí de mi cabaña con una misión en la mente, encontrar a Quirón. Tenía que pedirle permiso para que Annabeth se quedase en mi cabaña... pero era consciente del revuelo que causaría la noticia en el campamento y admito que me daba bastante vergüenza preguntarle. Decidí buscarle primero por la Casa Grande. Cuando llegué me encontré con un panorama bien diferente: Grover estaba sentado en una butaca llorando sonoramente. El corazón se me encogió nada más verlo.

-Hey, chico cabra... ¿Qué te pasa?- le pregunté mientras le rodeaba con mi brazo.

-Percy...- me dijo sonriendo mientras alzaba la cabeza.- Aunque no lo parezca, estoy muy feliz... beee-beee, ¿no tendrás una lata por casualidad no? O mmmm.. enchiladas...

-Siento decepcionarte pero tengo los bolsillos vacíos.

-Por esta vez te lo perdonaré eh... ¿quieres saber lo que me pasa?

-Si no quieres decírmelo, lo comprendo, no pasa na...

-¡Sí, sí! Voy a decírtelo y vas a ser el primero en saberlo. Percy... voy- voy... a ser pa-pa-dre- musitó débilmente.

-WOW... Grover... eso es... ¡FANTÁSTICO! ¡Enhorabuena futuro papá!- lo abracé fuertemente e incluso lo alcé.- ¡Esto hay que celebrarlo y me pido ser el padrino!- bromeé.

-¡Gracias Peeeeercy!

-Y no te me pongas triste, chico cabra. Va a salir bien, todo ha terminado.

-Ojalá tengas razón...

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Después de haber estado un rato más con Grover, continué con mi búsqueda. Sin embargo, cambié de dirección cuando vi a cierta cabellera rubia.

-¡Annabeth!- grité para llamar su atención.

-¡Hola sesos de algas!- me saludó con una sonrisa de oreja a oreja.

Me acerqué a ella y le di un suave beso.

-¿Has hablado ya con Quirón?

-Mmmm... no, aún no lo he encontrado pero si quieres ayudarme...

-Ah, no. Ya sé por dónde vas pillín. Eres tú quien quiere que me mude a tu cabaña. Así que adelante valiente. ¡Yo te apoyo desde aquí!- me dijo sacándome la lengua.

-Serás...

-Tu animadora... no te quejarás encima, ¿no sesos de algas?

-¡ Me negarás que no quieres dormir conmigo!

-Bahhhhhh, podría seguir durmiendo en mi cabaña con mis hermanos...

-Pero tus hermanos no pueden acurrucarte ni hacer esto...- acerqué nuestros rostros y la besé.

-No te creas...

-¿Cómo?

- Es broma, chico pez.

-Que graciosa estás hoy eh... Anda voy a buscar a Quirón.- Le di un beso en la mejilla y seguí mi camino.

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Al fin lo encontré. Estaba supervisando las clases de tiro con arco. Me acerqué despacio hacia él.

-Quirón.

-Buenos días Percy. ¿Querías algo?

-Esto sí... yo... mmmm... quería pedirte permiso pa-para que Annabeth se mudase a mi cabaña- antes de que pudiera decirme algo proseguí:

- Verás no te lo pediría si no fuese necesario... pero es que desde que caímos al Tártaro las pesadillas nos persiguen y sólo se detienen cuando estamos juntos.

Por un momento se quedó pensativo mientras se rascaba la barbilla.

-Bueno... creo que por esta vez haré una excepción. Os dejaré pero intentar disimular un poco, es decir, no hace falta que os escondáis pero sí que no vayáis presumiendo y que Annabeth siga cumpliendo con sus tareas como jefa de cabaña.

-¡Mil gracias Quirón!- lo abracé y me despedí.En realidad creo que aceptó porque siente que tuviéramos que vivir esa pesadilla.

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En la fogata, Grover dio la gran noticia y todos la vitoreamos. Luego, por fin llegó la hora de irse a dormir. Annabeth tomó mi mano y cuando todos se fueron, nos dirigimos a mi cabaña. Antes de entrar la cogí en brazos y le dije:

-Por el comienzo de nuestro sueño, nunca mejor dicho.

-¡Qué bobo eres!- pero sé que ella también estaba encantada por la sonrisa que llevaba marcada en su rostro.

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Siento tardar tanto en actualizar pero es que los exámenes me traen loca. Espero que os guste! Muchísimas gracias por seguir leyéndome! ^^

Ya es hora de dejarse llevar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora