Capítulo 3.

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Los primeros rayos de luz me despertaron. Estiré mis brazos y chocaron con un bulto cálido. Me giré y me encontré con una Annbeth profundamente dormida. Dioses, qué cabeza tengo.

Volví a estirar mi brazo pero esta vez para atraerla hacia mí. Parecía un ángel. No cambiaría por nada esta imagen. Sus rizos se derramaban por toda mi almohada, su cara era toda dulzura.

No quería despertarla pero tampoco podía resistirme . Así que empecé a jugar con su pelo y a depositar suaves besos en su hombro... Desvié mi camino y deposité mis labios en su mejilla e instantáneamente noté cómo sonreía.

-Mmmmmm...- dijo mientras se removía intentando escapar de mi abrazo.

-¿A dónde crees que vas listilla?

Al fin abrió sus ojos... Por el mismísimo Zeus,¿ os he dicho ya que me quedé hipnotizado? Sus tormentosos ojos brillaban como nunca.

-Mmm... iba a darte un beso pero como no me dejas... - dijo sacándome la lengua.

-¿Ah, sí? Eso está solucionado...- me incliné hacia ella y cuando nuestras narices se tocaban, Annabeth me empujó hacia un lado y gritó:

-¡¿Percy qué hora es?!

-¿Qué importa...

-¡Se supone que duermo en la cabaña seis, sesos de algas! Dioses... me van a matar.

Se levantó rápidamente y empezó a ponerse los zapatos. Luego comenzó a dar vueltas por la cabaña.

-¿Dónde Hades tienes un reloj, Perseus?

-Esto...tranquila Annabeth- alcé mi muñeca y le enseñé el reloj. - sólo son las seis.

-¿Y por qué no me lo has dicho antes ?- musitó con el ceño fruncido.

-Quizás... ¿Por qué no me has dejado hablar? Anda ven aquí. - cogí su mano y la acerqué a mí.

-Igualmente me tengo que ir ya si no qui... - no la dejé acabar.

La besé y ella no dudó en corresponderme. Bajé mis manos hasta su cintura y la atraje más fuerte contra mí. Los besos fueron aumentando de nivel. Ahora eran más salvajes que dulces.Sin darnos cuenta caímos sobre una de las camas de la cabaña. Nos incorporamos sin dejar de besarnos y ella se sentó a horcajadas sobre mí. Notaba en mi pecho el rápido pulso de mi novia y el mío propio. Separé nuestros rostros y la miré a los ojos.

-Te quiero Annabeth- susurré mientras comenzaba a besar todo su rostro hasta llegar al cuello. Sabía que era su punto débil .

-Y yo a ti- dijo entrecortadamente. Seguí jugando con su cuello hasta que Annabeth gimió bajito. Sonreí sobre su piel y alcé mi cabeza para buscar sus labios. Ahora fue ella la que sonrió y tras hacerlo, empezó a morderme...y de repente, se separó. Juntó su frente con la mía y me dijo haciendo un puchero:

-Percy tengo que irme ya si no quiero que me pillen.

-Pero Annabeth...

-Shhh Percy, tú no tienes un hermano sobreprotector dándote la lata.

-Maldito Malcom. Hablaré con él porque no puedo dormir solo.

Annabeth estalló en carcajadas.

-¿Qué? Es culpa tuya. Eso pasa por malacostumbrarme.

-Estás loco sesos de algas.

-Ahhh y también voy hablar con Quirón porque ambos sabemos que desde lo del tártaro, las pesadillas sólo desaparecen cuando estamos juntos.

-¿Crees que nos dejará?

-Más le vale- dije maliciosamente.

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Bueno semidioses ahí lleváis un nuevo capítulo! Necesito saber si os está gustando esta historia! Así que comentar please!!!! ♡♡♡
En los próximos capítulos eran apareciendo más personajes!


Ya es hora de dejarse llevar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora