Capitulo 1. La chica rara.

787 41 1
                                    

Casi era Junio, había pasado un año desde que mi primo conoció a Jos y me dijo que el alocado chico tenía la idea de hacer una boyband. Conocí al resto y realmente eran... bueno son, personas increíbles; un tanto anormales pero yo soy igual así que me caen muy bien. Ese año lo ocupamos para conocernos y quizá no era tanto como para ya decir "SON COMO MIS HERMANOS" pero es que en realidad no hizo falta más. Nos caíamos tan bien todos que decidimos cumplir ese sueño juntos como una familia, así que empezamos las clases de canto. 

Cuando era pequeño me agradaba la idea de ser conocido por todos lados, me gustaba bailar y cantaba un poco aunque no sabía si realmente lo hacía bien. Daba conciertos privados a mis muebles cuando mi mamá o mi papá me castigaban poniéndome a hacer la limpieza en casa, pero jamás imaginé la posibilidad de que algún día yo podría dar esos conciertos enfrente de cientos de personas que no eran precisamente objetos inanimados. Definitivamente tenía que trabajar muy duro si quería que esa fantasía se hiciera realidad ya que las cosas no caen del cielo.

Nuestra academia de canto no se podría decir que fuera muy grande, la maestra era una señora de unos cuarenta y cinco calculables, alta, cabello recogido con un chongo y parecía estar preocupada todo el tiempo, siempre apresurada por terminar. El día de nuestra primer clase en cuanto acabó, salió corriendo con una chica muy linda, ella de cabello largo y café casi negro medio lacio; sonrisa enorme, la mas grande que alguna vez vi y bonita: ojos claros color miel que se veían preciosos: no estaba muy alta pero tampoco tan bajita; aquel primer día iba vestida con un pants color azul, una camisa rosa un poco manchada (No, en realidad muy manchada, al parecer algo se le había derramado encima) tenía tenis color rojos y el cabello muy alborotado como si no hubiera pasado siquiera un peine, abajo de sus ojos se veían pequeñas ojeras aparte de que andaba medio pálida, pero igual no se veía tan fatal como la describo, incluso me pareció guapa.

Ese día todos estábamos muy emocionados, sentíamos que era justo el comienzo de algo grande.


- ¿Lo ves? -Alan dio una palmada en mi espalada cuando se puso a lado de mí para seguir caminando- No estuvo tan mal despertarte para venir.

- ¿Acaso no quería venir? -Jos nos alcanzó, se puso al otro costado mío- 

- No es que no quisiera, lo que él no quería era levantarse.

- Pero la clase era hasta las dos -Alonso iba a lado de Jos y yo ni cuenta me había dado- ¿Cómo que no quería pararse? ¿A qué hora se despierta normalmente?

- Digamos que me cuesta trabajo despertar y cuando son estas épocas de vacaciones más. Yo bien podría dormir todo el día. -Terminé de decir sabiendo que enseguida William haría un comentario en contra- 

- Eres medio flojo. -Y ahí estaba él, de lado de Alan- Tienes que mantenerte activo para tener una vida sana. Te lo he dicho.


William era como el papá de todos, Alan era la mamá. 

De la clase nos fuimos caminando a una plaza que quedaba cerca, comentábamos lo bien que nos había ido y también imaginábamos como sería cuando al fin fuéramos famosos. William se proyectó diciendo que ya se imaginaba como las niñas iban a teclear a Alan en vez de abrazarlo y como es tan flaco ni trabajo les costaría tirarlo; o decía que probablemente a los que mas nos aventarían brasieres y bragas al escenario serían a él y a mí. Sonaba loco eso de llegar a tener muchísimas fans, aunque ya teníamos algunas por las seguidoras de Jos y William (Los cuales ya eran medio famosos y reconocidos antes de iniciar con esto) y las queríamos mucho, ansiábamos con que todo México conociera nuestra música y poco a poco ir creciendo.

Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora