Mi Mejor Casualidad «FREDDY LEYVA»

Capitulo 3. Platicas intensas.

<Freddy>

En cuanto salió la maestra de la pequeña sala decidí hacerle la plática a la chica que al parecer se llamaba Ros, tenía un lindo nombre y sus ojos eran también lindos. 

La notaba un poco nerviosa. Sólo se me quedaba viendo como si hubiera algo raro en mi cara, hasta que por fin respondió. Nos quedamos platicando hasta que casi daban las dos, ella era muy risueña y entretenida, su sonrisa me parecía tierna. Recuerdo que le veía esa sonrisa mientras le hablaba, a pesar de que tenía un tono de "No sé ni qué estoy diciendo porque tu sonrisa y tu mirada me atontan" al hablar, ella parecía no darse cuenta afortunadamente. De repente llegó su mamá y me interrumpió, cosa que no me disgustó ya que seguramente de todas maneras iba a llegar el punto en el que me quedaría callado por haber perdido el hilo de la conversación. Escuchar la voz de la maestra así de la nada fue como si me gritara "REACCIONA" pero en otras palabras. 

Pocos minutos después llegó Jos, y como la maestra estaba terminando de organizar el material para la clase por cosas que había olvidado nos dejó salir un rato.

- Si quieren vayan a dar una vuelta mientras llegan los demás y mientras se me ocurre algo.

- Creo que sí queremos. Ros ¿gustas venir? -Le pregunté con una sonrisa- 

- No gracias -Se levantó- mejor me quedo a ayudarle. -Caminó a donde estaba su mamá- Se ve algo desesperada.

- Ok. Vamos Jos.

Yo esperaba que su respuesta fuera un SÍ. Habíamos pasado poco tiempo ahí platicando pero me caía bien, era agradable.

- Así que tú primo tenía razón.

- ¿De qué hablas? Ah, ya sé. Cállate no. –Volteé la mirada hacia donde ella estaba y luego le di un zape a Jos, eso le debió divertir a Ros porque escuché su risa-

- Ay si "ROS ¿GUSTAS VENIR?" –Me iba disque imitando mientras reía- ¿Cómo sabes su nombre?

- A mí no me engañas tú estás celoso. Tranquilo que yo sólo te quiero a ti, baby.

- Pero eso ya lo sé... bueno no. Ya en serio cuéntame cómo ya hasta amigo eres de la chica rara.

- Como eres intenso, ni siquiera creo que sea mi amiga, apenas la conocí. Llegué temprano, su mamá salió a buscar sus cosas, nos quedamos platicando y no es rara, es divertida y buena chica.

- ¿Quién es una buena chica? -Escuché la voz de William, me giré y ahí estaba detrás de nosotros- No, no, no, más bien ¿Dónde hay chicas?

- Hablamos de la rar... -Jos no continuó su frase tras haber recibido una mala mirada de mi parte- que diga de la hija de la maestra.

- Ea, el que decía que ni la conocía pero ya anda diciendo que es una buena chica.

- Lo que no sabes es que ya la conoció.

- Y el que la haya conocido no significa nada. -Sentencié- Relájense, neta parecen viejas.

- Tranquilo sólo es broma. -Will negaba con la cabeza- Aparte ¿Cómo es que llegaste antes tú que yo?

- Llego hasta antes que yo.

- Se llama alarma. De verdad cómprense una, son muy efectivas.

Ya me habían hecho desesperar un poco así que preferí regresar al salón y quizá podría platicar otro rato con Ros, me gusta conocer gente nueva. Ella estaba sentada y la maestra se veía un poco más relajada y no tan apurada. Me senté justo a lado de Ros.