Capítulo 4

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Me levante con una pereza extrema de la cama, el tan solo pensar que tengo que ir al colegio me mata de aburrimiento y cansancio. Me vestí con una remera blanca, una campera de cuero y unos jeans negros junto con unas zapatillas negras.

Agarre mi mochila y salí de mi cuarto, desayune algo y cuando voy a salir de la casa mi hermano viene corriendo desde afuera de la casa. Me empujo, entro y cerró la puerta con toda su fuerza.

-Pero que te pasa?-pregunte arreglando mi ropa.

-Nada, no salgas.-dijo agitado.

-Porque no voy a salir? Tengo que ir al colegio.-dije agarrando la manija de la puerta.

-Me quisieron pegar unos diez chicos y no sé porque, ahora están esperando afuera. Si salís te pueden pegar a vos.-dijo preocupado.

-En serio? Tan marica sos?.-pregunte riendo.

-Son diez.-dijo serio.

-Si lo sé, ¿y? yo me voy Caleb.-dije saliendo de la casa.

Tenía razón, había diez chicos afuera con palos esperando a que salga mi hermano.

-Hey.-me grito uno de ellos.

-Seguramente salga a las 12:00 hs. Tiene que ir a trabajar asique no creo que se quede adentro, espérenlo si quieren.-dije empezando a caminar.

Cuando llegue al colegio divise a Aleister sentado en el suelo y a Angela a su lado. Tome todo mi valor y me acerque a ellos, estaba muy nervioso y ansioso por hablar con ella.

-Hola.-dije mirándolos.

-Chris.-dijo Alei parándose para darme un abrazo. Para ser un chico es muy meloso, o yo el seco.

-Hola Christopher. Como estas?-pregunto Angela.

-Bien y vos?-pregunte alejando a Alei disimuladamente.

-No me empujes, Solo porque este ella no significa que me tengas que desechar como a un trapo sucio.-dijo Alei fingiendo dolor.

-Pff, pero que decis?.-pregunte nervioso.

-Chris, sigue en pie lo de hoy?.-pregunto Angela

-Sí, claro no te preocupes a las 16:00hs nos vemos en la plaza.-dije sonriendo.

-Ok nos vemos después.-dijo sonriendo y llendose.

-Awwww pero que...-empezó a decir Alei.

Lo interrumpí agarrándolo del cuello de su remera y empujándolo contra la pared.

-Te voy a matar, como se te ocurre decir que porque esta ella te desecho?-pregunte indignado.

-Te estaba cargando, aparte ella ya debe saber que a vos te gusta, no entiendo porque te enojas. Y es obvio que también le gustas.-dijo riendo.

-Ahí dios, sos un caso perdido Aleister.-dije soltándolo.

-Hey, escuchaste la nueva noticia?-pregunto Alei sonriendo.

-No, que paso?-pregunte.

-Mataron a un chico de 19 años en la entrada de nuestro pueblo.-dijo

-En la entrada del pueblo?.-pregunte atónito.

-Sí. Si ves el cartel que dice Bienvenidos a "Paraíso rojo" está lleno con salpicaduras de sangre.-dijo buscando algo en su celular.

-Y justo el nombre hace juego con la sangre. Lo que faltaba.-dije suspirando.

-Lo más raro, es que está pasando cada vez más cerca. Estoy seguro de que ya están acá.-dijo serio.

-Sí, que alegría.-dije irónico.

-Vamos a clase.-dijo llendo al aula.

Pasaron las horas y como siempre súper aburridas, matemática, literatura, química y yo sin entender nada como siempre. Antes de salir de la clase ya finalizada, la profesora nos pidió que la escucháramos.

-Chicos, como muchos ya deben saber, están pasándole cosas horrendas a mucha gente. Se escuchó en la televisión que hubo un caso en la entrada de nuestro pueblo. Nunca paso algo así tan cerca de acá y les pido por favor que tengan mucho cuidado. Que no anden solos y mucho menos de noche.-dijo finalizando.

Al salir pude notar como el día cambio notablemente. De un día soleado paso a estar nublado y frio.

Estaba llendo de camino a mi casa, pensando y queriendo que ya sean las cuatro de la tarde para encontrarme con Angela cuando escuché un ruido atrás mío. Me gire y no había nada, comencé a caminar más rápido escuchando como alguien me seguía.

Pare de caminar y esa persona también paro, seguí caminando y el también siguió, me di vuelta y... no había nada, ¿pero cómo?

-Hey.-grite.

Si tenía que morir, no iba ser ahora. Después de las cuatro podría ser, pero ahora no.

Nadie, nadie salió de ninguna lado, me gire para irme a mi casa pero choque contra alguien. 


Visitantes en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora