- Abre los ojos francesito.
" Algo en mi interior se quería quedar en la oscuridad de ojos cerrados, ya que quien podría saber que sorpresa podría hallarse detrás de mi parpados, es una duda que se paseaba en lo profundo de mi pensamiento"-- Antes de abrirlos, ¿ Deberías darme una pista, no ?
- ¿ Tienes miedo?
-- Por favor, ¡si mi tercer apellido es valor!
- Ay si, que peligro contigo.
-- ¿ Me darás la pista?
- Que jodido deseo de saber, pues si quieres saber, abre los ojos. NO... ABRAN... PISTAS.
" Que mierda, ¿ Por qué el temor a abrir los ojos? ¿ Qué es lo peor que puede pasar? "
-- Bueno aquí voy, buajajajaja.
Que sorpresa me lleve al ver que su vestido yacía en el suelo, fue algo que se llevó mi cabeza a volar.
- ¿Qué tal francesito?
-- Emmm, emmm, ¡WOW!
-- Aún eres demasiado hermosa.
-- ¿Haces ejercicio? jajajaja
- Idiota.
- Por más que coma aun no engordo.
" De por si era muy cierto, recordé aquellas veces en que salíamos, las salidas eran épicas, unas cuantas porciones de pizzas, colas, luego cerveza, mas comida, y aun así, nada de gorditos, cualquier mujer daría todo por su don, mientras ella daría lo que fuera para subir un poco más.
Pero a mi parecer su cuerpo era monumental, unas caderas firmes, buena postura, piernas co9mo dos pilares, y su abdomen era el gran atributo, plano y atractivo para cualquier vista, hasta a las de su propio sexo. "Que mujer "
-- Lo se querida, pero no preocupes, así tú te veas mal, tienes la certeza de que el mundo te ve más buena que el pan.
-- Jajajaja
- Jajajaja, tu siempre con tus dotes de poeta, jajajaja.
-- Poeta de calle jajajaja.
- ¿Oye y si te acercas un poco?
" su rostro se ruborizo al paso de cada palabra que salía de su boca"
Me guarde la estupidez de comentar cualquier cosa y sin apuro me puse de pie y firme ante su gloriosa presencia, sus ojos se estallaron como estrellas en la noche.
Mi corazón por extraño que fuese, lo sentí en mi garganta, creando un nudo que me ahogaba de apoco y me tentaba a abalanzarme sobre ella, pero el control debería ser mío.
- ¿Por qué te traes esa mirada?
-- Solo te admiro.
- Deja de ser cursi.
-- Si fuera cursi no haría esto.
llegue tan cerca que la pude tomar entre mis manos y aprisionarla entre mis labios, dejando que el único tiempo existente fuese el que llevase nuestros besos.
Sus labios, ¡Maldición! son un peligro, aún conserva tal sabor.
Su cuerpo se acoplo al calor que se despojaba de mi piel, y consigo sus manos entraron a juego como una maquina creada para liberarme de mis harapos, cuando menos lo espere, sus manos iban tres botones abajo de mi cuello. La pasión comenzó a brotar entre nuestros cuerpos, el roce de nuestras piel se sentían como algo así similar al infierno.
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LA PIEL ES DE QUIEN LA ERIZA
Poetrypoco a poco saldrán mis palabras. deseos. lujuria. romance. un buen tiempo para leer.