Círculo Vicioso

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Antes de ir al capítulo quiero dedicarle esto a Tzudeiru, una amiga mía que conocí por internet y vive lejos D': ya que hoy es su cumpleaños e hice esto a modo de regalo para ella. Espero que te guste mucho Tzu san, feliz cumpleaños :3

Ahora sí, prosigamos con el capítulo:

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-A-Ahh... p-por favor, déjame hacerte sentir bien

-... Eres un perdedor Ishigaki kun... ¿de verdad crees que disfruto de ver cómo te castigas a ti mismo? Ya deberías saber que no me gusta que estés con "esa" mujer

-T-tú estabas con... Onoda kun...

-¿Y qué, piensas reprocharme por eso? ¿Acaso olvidas quién es tu dueño? No me subestimes, I-shi-ga-ki kun...

-N-no quiero saber lo que hiciste con Onoda kun, s-solo quiero... hacerte feliz...

-Hm... no te necesito para eso... pero me gustaría que lo intentaras... demuéstrame que estás arrepentido por haberte ido a buscar a esa puta

-L-lo haré...

Dejando de lado su dignidad, Ishigaki se despojó de sus ropas quedando desnudo frente a su amado, quien descansaba tranquilamente sobre su cama y veía el espectáculo desde abajo. Ishigaki estaba dispuesto a todo con tal de mostrar su arrepentimiento, así que empezó por felar el miembro del más alto, con una mano sujetaba el poderoso miembro y con la otra se daba placer a sí mismo, pasando desde su propio miembro hasta su ano.

-Ton-to... ¿acaso crees que me excita ver cómo te tocas tu sucio ano? ¿Crees que me gusta meter mi miembro en ese asqueroso ano tuyo? ¿Por qué te tocas? ¿Qué quieres?

-Quiero que me perdones... haré lo que me pidas, sólo dilo y lo tendrás

-ya te lo dije, no necesito nada de ti, me das asco...

Daba la impresión de ser un tipo contradictorio... más bien era que con esas palabras lograba encender a Ishigaki y persuadirlo de hacer lo que él quisiera, así fue como éste terminó boca arriba sobre la cama con Midousuji encima de él, metiendo su miembro repetidas veces en su boca hasta hacerlo derramar saliva por las comisuras de sus labios, se volteaba dejando a Ishigaki viendo de frente a su trasero y jugaba con el miembro ajeno pasando sus dedos apenas sobre su glande, haciendo tortuoso el placer que le causaba.

-... Quieres que te toque más, pero no te mereces que te dé placer después de lo que hiciste... sólo así aprenderás a obedecerme... ahora trágalo todo...

Ishigaki se tragó todo el líquido que borboteaba del miembro de su amado, bebiendo como si del más delicioso elíxir se tratara. Se sentía satisfecho de que el chico se viniera en su boca.

-... sé que te masturbas pensando en mí, pero ya no lo harás más hasta que yo te dé permiso ¿entendido? Es tu castigo por desobedecer, y espero que lo cumplas.

-Descuida Midousuji, lo haré, no me masturbaré

-... Me das asco. – Escupió el larguirucho dando un pequeño beso en los labios del joven. –Estoy agotado, así que largo, no quiero que te quedes conmigo como sueles hacer después de venirte... aunque este no es el caso, pupupu...

-S-sí Midousuji, lo que tú ordenes

Dicho esto, el joven Ishigaki salió de la morada de su amado en medio de la fría noche, unos pasos más adelante, cerca del parque se dejó caer sobre una banqueta, estaba exhausto. Su cuerpo temblaba a causa del frío que le calaba hasta los huesos, además de una incontenible ansiedad, era extraño: otras veces Midousuji lo castigaba dejándolo sin poder masturbarse por lo menos unas semana –si era compasivo- otras veces hasta más, y él siempre lograba cumplir con sus demandas, sin embargo en esa ocasión no podía resistirlo más, sentía la necesidad de darse placer pero intentaba contenerse, no entendía por qué le estaba costando tanto trabajo.

Lo que miro en el espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora