Era una noche como cualquier otra y la chica se disponía a descansar después de la larga jornada de ese día, había sido una semana muy agotadora de mucho trabajo en la posada y necesitaba su tan anhelado día de descanso, así que cayó rendida sobre la cama sin siquiera tomar su ducha cotidiana o realizar su absurda rutina de mirarse en el espejo. Minutos más tarde cuando apenas empezaba a conciliar el sueño el sonido de una llamada entrante la despertó de golpe, miró por unos segundos la pantalla del móvil sin dar crédito a lo que estaba viendo, en efecto, el sonido de una llamada es lo que la había despertado, lo que no podía asimilar es de quién provenía dicha llamada. Temerosa, dudaba en responder la inesperada llamada hasta que el celular dejó de sonar y segundos después entró una nueva llamada del mismo número, le extrañaba su insistencia, así que por fin se decidió a contestar:
-Ko... Ishi-gaki?
-Sunsaki san, ¡hola! Lamento llamarte tan tarde, espero no haberte molestado
-No, descuida, no estaba haciendo nada importante, además no es tan tarde, apenas son las 9
-Disculpa que te moleste a esta hora... quería saber si podemos vernos un momento...
Esta petición le hizo despojarse de todo su cansancio levantándose de la cama de un brinco y buscando sus zapatos y su abrigo más cercanos.
-S-sí claro... podemos vernos frente al mini súper que está frente a mi casa, si quieres...
-En realidad... me encuentro muy cerca de tu casa... te veo en la esquina, es mejor, así no tienes que ir tan lejos
-Eh... ¿en serio estás tan cerca? E-está bien, te veré en 5 minutos, sólo espérame...
-G-gracias Sunsaki san... hasta pronto...
Colgó el móvil un poco consternada, estaba nerviosa por encontrarse con su amado pero a la vez no alcanzaba a comprender el por qué de su repentina llamada, era de lo más extraño, sin embargo se dispuso a ir a encontrarse con él como ya habían acordado y se dirigió al lugar donde el chico ya la esperaba bajo la luz de un faro, al sentir su presencia volteó a saludarla:
-Sunsaki san, qué gusto que hayas venido, lamento mucho haberte molestado... -Se inclinó repetidas veces pidiendo disculpas por la petición que le había hecho a la chica, era un muchacho bastante propio y educado y algo así no debía pasarse por alto.
-Descuida, no pasa nada pero...
-¿Pero qué?
-Jeje... es que... hace mucho frío aquí afuera... te importaría que continuáramos la conversación en mi casa? Podemos cenar algo y platicar a gusto...
-¿En serio?... bueno... ese es el favor que quería pedirte... vas a decir que no tengo vergüenza –Esta vez el chico se inclinó más de lo normal preparándose para realizar su petición.
-Podría... ¿Podría quedarme esta noche en tu casa?
La chica se quedó helada ante tal petición, nunca, ni en sus más locos sueños se había imaginado que su amado le pediría algo así ¿quedarse en su casa? No entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo y ansiaba salir de dudas, además... ¿cómo negarse a darle asilo al hombre que amaba?
-C-claro... puedes... quedarte...
-¿D-de verdad? Gracias, muchas gracias Sunsaki san, prometo ser un buen huésped en tu casa y no causarte molestias
-Descuida, es un gusto tenerte como huésped... a veces en casa me hace falta compañía...
Se encaminaron hacia la pequeña residencia de la chica, como vivía sola un apartamento era más que suficiente para ella pero había bastante espacio para dos personas, no importaba lo que tuviera que hacer, si el muchacho quería pasar la noche allí, ella no se lo negaría... entraron al lugar y el chico de nueva cuenta hizo gala de su impecable educación quitándose los zapatos y pronunciando esa frase que los japoneses utilizaban al entrar a una casa ajena; ella había recibido una educación occidental y no acostumbraba hacer ese tipo de cosas... quitarse los zapatos era algo que sólo hacía por comodidad.
-Ponte cómodo, puedes ver la televisión mientras yo voy a darme una ducha, necesito despejarme un poco...
-Ohh... ¿ibas a ducharte? Lo siento, no quise interrumpir tu baño
-Está bien, no pasa nada por un día que no me bañe ¿verdad? Jajaja... tú sólo relájate, estás en tu casa
-Gracias Sunsaki san, eres muy amable...
Necesitaba un momento de calma, su corazón estaba latiendo a prisa y necesitaba mantenerse alejada de Ishigaki, estaba a punto de pasar la noche con él y aún no sabía cómo debía reaccionar, dentro del cuarto de baño no pudo más que caer al suelo soltando un hondo suspiro seguido de una hermosa expresión de felicidad en su rostro, no podía respirar siquiera y estaba nerviosa por saber qué era lo que había traído al muchacho hasta sus aposentos, ese era un misterio que ansiaba desentramar. Esa noche, cualquier cosa podía pasar...
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Lo que miro en el espejo
RomansaBienvenidos, este es un mini fic que escribí inspirado en una historia de rol entre Ishigaki Koutarou y un OC de mi creación, en donde la chica está enamorada de Ishigaki pero él está enamorado de alguien más... creo que tod(a)s sabrán de quién se t...