Your Voice...

Capítulo IV

Am I in love...?

Baekhyun sentía que el corazón se le saldría del pecho, se miró a sí mismo y sonrió al verse por primera vez como un cantante importante: el vestuario, el maquillaje, el camerino... Todo lo hizo sentir como si estuviera dentro de un sueño. Cerró los ojos y comenzó a mentalizarse, a tratar de calmar sus nervios. De pronto, oyó golpes en la puerta, se sobresaltó y rió por lo bajo...
-Entre...-.
-¿Te sientes bien?-. Ahí estaba Yixing. Tal como había prometido. Llevaba puesto un traje color marrón oscuro y un abrigo encima que le añadió porte. Baekhyun se sonrojó al verlo y su estómago se encogió aún más.
-Sí... Está todo perfecto...
El más alto sonrió y se acercó a él, le colocó las manos sobre los hombros y dió un par de palmaditas.
-Lo harás increíble, todos van a adorarte-. Prometió el compositor y Baekhyun le sonrió.
-Gracias, Xing-ge... Por todo-. El más alto se sintió conmovido y estuvo a punto de alborotarle el cabello, deteniéndose al notar que le arruinaría el peinado...
-No me agradezcas, Baek. Sólo hazlo genial...-. Luego de decir eso, le sonrió de nuevo y abandonó el camerino.
Baekhyun se dejó caer en uno de los sofás y se tocó las mejillas... ¿Por qué Yixing se aparecía de esa forma?, ¿por qué tenía que ir a alterarlo más?, ¿por qué tenía esa maldita sonrisa tan perfecta?... ¿Qué le estaba pasando?...

[...]

Yixing tomó su lugar y comenzó a jugar con sus manos. Totalmente nervioso... Sentía su corazón latir con fuerza, como la primera vez que escuchó a Victoria cantar una de sus canciones en público por primera vez... De pronto, apareció un hombre frente al micrófono anunciando a un nuevo cantante y no dudó el mencionar que estaba siendo apoyado por Victoria y por el compositor Zhang Yixing. Vinieron los aplausos... Luego apareció en el escenario el pequeño hombrecito de 22 años, totalmente vestido de blanco, el cabello peinado a un lado y sosteniendo firmemente el micrófono. Yixing sonrió. La multitud se calmó y la música empezó a sonar... Baekhyun cerró los ojos. Luego su voz invadió todo el lugar... Silencio... La multitud estuvo tan callada durante la presentación que Yixing tenía miedo y ganas de subir por el castaño y llevarlo lejos de ahí; sin embargo, cuando la música se detuvo junto con la voz del coreano, hubo gritos, aplausos, bullas... La gente amaba a Baekhyun, la gente no había hecho ruido para poder escucharlo. Yixing se puso de pie y aplaudió. Su mirada se encontró con la de Baekhyun un segundo y el menor le sonrió... Yixing sintió algo raro en el pecho...

[...]

Era tarde cuando Baekhyun y Yixing aún seguían en el estudio. Baekhyun bostezaba de vez en vez contagiando al mayor, pero ninguno de los dos quería irse. Estaban trabajando con una nueva canción que a Yixing le había llegado a la mente días después de la primer presentación. Tenía que estar lista porque dentro de pocos días el menor tendría más presentaciones en un par de programas de TV, así que uno al piano y otro de pie cantando, se les había ido la tarde y parte de la noche. De pronto, Yixing detuvo sus manos y miró el reloj, dándose cuenta hasta ese momento de la hora...
-¡Dios!, no sabía que era tan tarde, ¿quieres ir a casa ahora, Baek?... Yo te llevo.
-Oh... No, bueno, no quiero irme aún... ¿O tú sí?-. Preguntó adquiriendo un ligero rubor y Yixing sonrió.
-No. Pero debes descansar. Mañana tienes clase...
Baekhyun frunció los labios y Yixing rió... Le alborotó el cabello. Baekhyun sintió electricidad.
-Uhm... Tienes razón... Vayamos a casa-.
Al salir del edificio abordaron el auto del compositor y Baekhyun creyó morir al sentir el brazo del mayor alrededor suyo para colocarle el cinturón de seguridad. El más alto puso música en la radio y comenzó a hablar sin parar... Que esa canción era suya, que había ido una vez con ese cantante, que no quería darle a ese otro ninguna canción más, que Victoria odiaba tales canciones... Baekhyun reía, solo sonreía y a veces lanzaba algún comentario, aunque no muy sustanciales. Al final llegaron al apartamento y se despidieron, Yixing le sonrió y el menor sintió que la sangre había dejado de circular, después de eso, el auto del pelinegro desapareció de su vista.