Capítulo 5: Café

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 -¡Santiago! - gritó Annie yendo a abrazarlo.

 -Hola pequeña - la despeinó un poco. - ¿Qué haces por aquí?
 -Venía a buscar a Marce, se robó dinero de mi billetera esta mañana... ¡Y de paso quería fastidiarte un rato! Por cierto, ¿tienes algo que hacer esta tarde? Hoy es martes y hay 2x1 en una cafetería cerca de aquí que me han dicho que es muy buena, ¿vamos?

 -Sí claro, pero yo pago, ¿ok? - le dijo sonriendo.

 -¡¿Eh?! Pero yo soy la que te esta invitando... ¡Mejor pagamos mitad y mitad!

 -Está bien... Te busco a tu salón después del cole, ¿sí?

Santi es tan lindo, ¡y aceptó ir a tomar un café conmigo! Aún cuando me vea como su hermana menor, es bastante divertido salir con él.

Suena el timbre.

4:15 PM.

 -¿Lista para irnos?

 -¡Uhn! - Annie asiente con la cabeza.

 -¡Suerte! - le susurran unas amigas por detrás.

 -¡Ca-cállense! - se sonroja un poco.


Soy Santiago, tengo 17 años y soy el líder del equipo de baseball. Esta es Annie, la hermana menor de mi mejor amigo Marcelo. Marcelo a veces es demasiado cruel con ella, por lo que usualmente yo me encargo de protegerla. Es bastante linda y tierna, y se parece a mi hermana Lila, que murió hace ya bastantes años de cáncer a la piel. Desde entonces puede que mi vida no haya estado completa, pero de algún modo Annie me hace sentir mejor, y bastante feliz. Es como revivir a Lila, pero lo que siento por ella es algo diferente.

 -Creo que llegamos, Milky Café, ¿no es así?

 -Sí, este es. - dijo ella chequeando un post en Facebook - ¡Entremos!

Creo que ya me acostumbré a salir con ella de esta forma, aunque nos fastidien de que lo nuestro es más que una amistad. No puedo decir de que esté enamorada de ella, pero admito que me hace sentir bastante bien estar a su lado...

 -Santi, ¿qué vas a pedir?

 -Mmm... Creo que un cappuccino estaría bien. ¿No sientes frío?

 -Un poco... ¡Creo que yo tomaré un latte de chocolate! - ambos sonrieron y fueron a la caja.

Se sentaron juntos en una de las mesas del local. El lugar estaba casi vacío, solo había otra pareja y un grupo de empresarios en otra mesa que debatían de un nuevo proyecto en voz alta. Era un lugar cómodo, hasta que la puerta del local se abrió haciendo sonar una pequeña campana. Una pareja de jóvenes, un chico alto y una chica rubia de pinta más joven que él entraron al lugar. Conversaban bajo, sin llamar mucho la atención, pero Santiago, quien estaba sentado viendo hacia la puerta, notó quién era.

 -Annie, creo que encontré a Marcelo...
 -¿Hah? ¿Por qué lo dices? ¿Dónde está?
 -Voltea.

La pareja fue al mostrador a ver que iban a escoger.

 -Es Marce, y está con una chica. Bueno, supongo que es otra de sus "amiguitas"...

 -Sí, pero, ¿conoces quién es esa "amiguita"?

 -Mmm... - la rubia voltea - Aguarda, ¿no es Tifanny Barnett?

 -Así es.

 -Y... ¿No es la enamorada de Danny? - asintió con la cabeza.

Annie es bastante inteligente, y al andar bastante con nosotros, conoce a casi todos los de la escuela, aun estando en los primeros años. Diablos, Marcelo, ¿qué mierda estás haciendo? Annie parece sorprendida, al parecer ella tampoco sabía de esto, posiblemente nadie más de la escuela sepa esto. Pobre Danny, terminará destrozado si sabe de esto, él se nota que quiere a Tiffany, aunque esta lo trate como si fuera una mierda. Bueno, aunque la relación de ellos ya esté hasta el asco, no le da la excusa a este idiota de estar con la flaca de alguien más.
 -Sabía que mi hermano iba por malos pasos, desde hace un tiempo ya estaba actuando bastante raro y se había vuelto bastante agresivo y rebelde, pero, ¿cómo es posible de haber caído tan bajo como para hacer algo así? - Marcelo baja su mano de su hombro a sus caderas bajas, la jala hacia él y le muerde el labio inferior - Dios, le está manoseando todo el cuerpo y se están devorando prácticamente, eso demuestra que no son solo amigos. Quiero vomitar...

 -¿Y qué piensas hacer?

 -No lo sé, pero esto ya está yendo muy lejos. Marce se está aprovechando de la confianza que le dan los demás. Necesito hacerlo entrar en razón, ¿tienes alguna idea?

 -Sí... - sonriendo de forma un poco sádica - Ven conmigo.

Santiago jaló de la mano a Annie hasta donde estaban Marcelo y Tiffany, le tocó el hombro para llamar su atención, cogió de la cintura a Annie y le dijo directamente:
 -¿Qué hay, tío? Hay algo que tengo que decirte, Annie y yo somos novios.




Solo un día más de escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora