Little Rose

Capítulo 6: Buscando respuestas

Rose
Cuando entré en casa, me encontré a Clary sentada en una silla y a mi madre tumbada en la cama.
-¿Qué pasa?- pregunté al verle la cara de susto a mi hermana.
Cuando se dio cuenta que estaba en casa, se levantó y se volvió hacia mí.
-Por fin has llegado...- hizo una pausa cuando vio que llevaba un bebé en brazos- ¿De dónde has sacado ese bebé?
Entre tanto, mi madre se despertó. Y como no, tenía muchas preguntas sin responder, y se suponía que ella tenía las respuestas.
-¡Lo has encontrado!- dijo súper alterada, cuando se dio cuenta que lo había dicho en alto, hizo una pague y después dijo:
-Emm... ¿De dónde lo has sacado?
-Mamá, ¿quién es Patrisha? ¿Por qué me ha dado a su hijo? ¿Quién es Dorothy? ¿Qué está pasando?- dijo Rose de repente.
Mi madre intentó poner cara de no saber lo que estaba pasando, pero hasta yo sabía que cada pregunta que le había dicho Rose podía tener la respuesta, en ese caso, ¿qué nos había estado ocultando mi madre?
-Haber niñas, todo lo que os cuente aquí no se puede enterar nadie porque está en juego el destino del reino, y el nuestro. Lo primero es que no estoy enferma, lo fingí porque me están buscando por todo el reino; y claro, me tenía que esconder en algún lugar y como excusa fingí ya estaba enferma- dijo mi madre cuidadosamente y despacio, para no asustarnos, a mí no sorprendía mucho ya que me parecía raro que tardara tanto en curarse de la "enfermedad" supuesta que la tenia en cama todo el día. Pero Rose no cabía en si el asombro que reflejaba su cara.
-Pero...- empezó mi hermana- y las medicinas que te he estado trayendo... ¿dónde están?
-Tranquila, no las he tirado, están guardadas por si alguna vez las necesitamos de verdad.

-¿Pero quién te está persiguiendo? ¿Por qué te escondes?- preguntó Rose, aún desconcertada por la confesión de mi madre.

-Angelina, porque soy su prima- soltó mi madre como si lo hubiera tenido guardado un tiempo muy largo.

-¡¿Cómo?!- dije yo super alterada- eso quiere decir que podríamos acceder al trono en un futuro, porque nos lo habias estado ocultando.

-Porque no quería que hicierais algo de lo que os arrepintierais- dijo mi madre, como si eso lo pudiera justficar todo.

-¿Y por qué te persigue Angelina, que le has hecho?- pregunté yo.

-Cuando el rey y la reina, mis tíos, reinaban aún yo vivía en palacio con mis primas: May y Angelina. Por aquel entonces mis tíos no eran precisamente mayores, pero iban a abdicar el poder del reino en May, que era la mayor, porque ellos querían retirarse a vivir lo que les quedaba de vida sin la responsabilidad de tener que gobernar. Se acercaban los preparativos para la coronación de May, pero Angelina estaba loca de envidia, pues ella quería acerse con el poder del reino. Ella y yo no nos llevabamos muy bien pues era una persona muy envidiosa, antipática y le gustaba bastante molestar a las personas, en resumen, no era persona de trato agradable. Los únicos que la quería en palacio, eran sus padres y una criada que la había estado cuidando toda la vida, y que le había metido todos esos pájaros en la cabeza de ansias de poder y maldad, era una mala mujer.

Un día, Angelina intentó matar a sus padres y por consecuente a May, en ese momento la reina estaba embarazada, pues todavía no era tan mayor como para no poder tener hijos. Pero Angelina consigió matar a mi tío, pero por suerte, mi tía escapó y nunca he sabido nada más de ella. En cambio, a mi prima May, no la mató, sino que como sabéis la encerró en el Bosque Oscuro, y puso para vigilarla al lobo.

Desde ese momento, Angelina que tenía diecinueve años, tomó el control del palacio, y empezó a someter al reino a su tiranía. Por suerte, conseguí escapar y pude llegar a Cornville, donde me cambié de identidad y encontré trabajo, me casé y os tuve a vosotras; no sé donde estan ahora mi tía y espero que mi nueva prima pero tenemos que buscarlas y luchar contra Angelina.

-¿Y que hacemos con el bebé?- preguntó Rose.

-Lo primero es buscar a ese Patrisha, que te dio al bebé, porque creo que podría ser la clave a todos los problemas- dijo mi madre.

Yo estaba desconcertada, lo que nos había contado mi madre iba a cambiar radicalmente nuestras vidas. Y tan atónita me encontraba, que me olvidé de contarles lo de Peter.