ONE SHOOTS

Taylor Caniff

     Disculpa preciosa

-¿Vamos por un café? - Preguntó Annie, la mejor amiga de Taylor

-Claro que An, vamos - Taylor aceptó gustoso, hace mucho no hacían algo juntos.

Salieron de la casa de Annie para ir en la camioneta de Tay, ella se acomodó en el asiento del copiloto y se quedó mirando a la ventana, no hacía bromas ni molestaba a Taylor para poner música. Tay la miraba extrañado, algo le pasaba a su pequeña. Él la consideraba su hermana menor, siempre la protegía.

-¿Annie pasa algo? - La miró de reojo mientras encendía la camioneta.

-No Tay está todo bien.

-Está bien - Taylor no insistió, sabía que tarde o temprano ella le contaría.

Cuando llegaron a la cafetería pidieron lo de siempre y cuando Taylor buscaba algún lugar vacío Annie le dijo...

-Hoy no quiero quedarme aquí, pidamos el café y vamos al parque, quiero hablar de algo importante contigo.

-Que misterio pero bueno como quieras.

Caminaron en completo silencio hasta el parque al que siempre iban, desde pequeños se encontraban allí.

-Bueno ya estamos aquí así que basta de misterio ¿Qué te sucede? 

-Te diré pero no te enojes - Perder a su amigo le aterraba.

-No voy a enojarme, puedes decirme lo que sea nena.

-Mira yo sé que Rebe es tu novia y necesitan pasar tiempos juntos pero hace semanas que no hablamos ni nos vemos Tay, ni un mensaje o video llamada, estás desaparecido y soy tu mejor amiga de toda la vida y me duele...- A pesar de poder decirle la verdad le avergonzaba ya que Annie quería mucho a Rebecca pero hace meses que no veía a su amigo y lo necesitaba.

Taylor se sentía un imbécil. Si, Rebecca era el amor de su vida pero Annie era su hermanita, la que siempre estaba y estuvo para él. No había sido un buen amigo y se daba cuenta ahora ya que ni siquiera con sus amigos había estado. Se había alejado de todos. Sin decirle nada estiró los brazos para abrazar a una Annie que lloraba como niña pequeña, ella solo quería devuelta a su mejor amigo así que le correspondió aquel abrazo que tanto había querido que llegara.

-Disculpa preciosa, nunca fue mi intención que te sintieras así y realmente no lo he notado, te quiero mucho Annie, realmente lo siento - Depositó un beso en la cabellera rubia de Ann.

-Te perdono pero no quiero que pase otra vez, te he necesitado aunque sea para una llamada y yo también te quiero pero no te alejes de mi.

Pasaron la tarde entre platicas y risas, tomando fotos y comiendo dulces. Annie se sentía feliz de tener devuelta a su mejor amigo y Taylor daría todo por ver reír a su pequeña, odiaba verla triste y más si era por su culpa.

-Tay debo ir a casa ya es tarde - Dijo Annie al ver la hora.

-No irás a tu casa, pasaremos juntos la noche ¿Qué dices? 

-¿Será noche de pelis de terror y pochoclos? - Preguntó entusiasmada. 

-Creo que ya sabes la respuesta a tu pregunta.

Antes de volver compraron todo lo necesario para la noche que tenían planeada. Una vez juntos en el sofá a punto de ver la película elegida Taylor se dio cuenta cuanto había necesitado ese tipo de plan, con su hermana riendo, en completa calma los dos. Nunca más la dejaría sola.

-Te quiero mucho pequeña - Le dijo con total sinceridad en sus palabras.

-Te quiero mucho más Tay, gracias por ser mi hermano.

Ella besó su mejilla y se dispusieron a ver una película de terror con la cual seguramente se quedarían dormidos a los cinco minutos.

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