ONE SHOOTS

Jack Gilinsky

Me gustas Jack

Estábamos en New York con Jhonson para dar el último concierto y finalmente volver a California donde me esperaba mi chica, bueno, casi mi chica. 

-¿Listo Gilinsky? - Me preguntó Johnson entregándome el micrófono.

-Siempre hermano.

Revisé mi celular antes de entrar y tenía un mensaje de ella que decía "Buena suerte bebé"  y reí como un tonto para responder rápidamente "Gracias nena, te extraño" y salimos al escenario.

Al llegar a California el cansancio bajó a mi cuerpo así que decidí descansar para luego buscar el regalo de Mimi  así le decíamos, aunque se llamaba Milenka e ir a verla. Es increíble lo mucho que la había necesitado estos meses.

Cuando aparqué frente a su casa allí estaba mi morena sentada en el porche leyendo un libro y en cuanto me vio se levantó para correr hacia mi como una niña pequeña.

-¡Jack!

No terminaba de bajarme del auto que ella se colgó de mi enredando sus piernas en mi cintura, besé su frente y quise bajarla pero no me dejó.

-No me bajes, te he extrañado mucho Jack, casi un año entero sin ti - Me abrazó y rompió en llanto.

-¿Por qué lloras linda? No estés así, ya estoy aquí y no pienso irme.

-No imaginas la falta que me hiciste Jack y hay algo que debo decirte, no puedo ocultarlo por mucho tiempo más.

-Tú también me hiciste falta Mimi ¿Qué pasa? - La bajé y nos quedamos uno frente al otro mirándonos. 

-Me pasan muchas cosas contigo - Suspiró - No aguanto verte coquetear con otras chicas o saber que puedes conocer a alguien más sin antes darnos una oportunidad, no lo sé pero siento un nudo en la garganta cada vez que lo pienso, sabes que siempre he sido sincera contigo y esta vez no será la excepción - Sus manos que eran muy pequeñas acariciaron mis mejillas para decir aquello que siempre había querido escuchar - Me gustas Jack.

-Chiquita he esperado tanto por escucharte decir esas palabras, te entiendo y lamento si te he hecho sentido incómoda pero lo mismo que tú sientes lo siento yo, sería el hombre más feliz de la tierra si nos diéramos una oportunidad Mimi, me gustas mucho tú también - Ella rio tímida ante mi confesión.

-¿Ya puedo besarte? - Enrolló sus brazos en mi cuello y sin más preámbulos besé aquellos labios que tanto había anhelado.

Ahora si podía decir que era mi chica.

**********

¡Gracias por leer!