"The Walking Dead." Fifth Harmony [EDICIÓN]

Capítulo 07. | Locura.

¿Qué haríamos? Una pregunta bastante frecuente en estos momentos, la inseguridad nos carcomía. Estábamos solas en medio de un bosque y sin municiones, podría decirse que si no encontramos a los demás moriríamos. Cruzamos a través de un río y nos detuvimos a descansar en la orilla. 

Miré a mi izquierda y Michonne se estaba limpiando la sangre que tenía en su rostro. A mi derecha Lauren estaba descansando sobre un árbol, sentada. De mi bolso saqué una botella de agua y se la di a Lauren, ella me miró y yo asentí indicándole que podía beber. Ella bebió y le tendió la botella a Michonne. Luego volvimos a retomar nuestro camino, ayudamos a Lauren a caminar y volvimos a nuestro camino dando vueltas, como si fuéramos en círculos a través del bosque. 

—La horda debe estar cerca—hablé después de mucho silencio.

Ellas asintieron, no querían conversar ahora, era notorio. Pasamos unas horas mas en caminar por el bosque, llegamos a la carretera y caminamos por en medio de ésta, ahora estábamos un poco calmadas ya que habíamos salido del tremendo laberinto. Caminábamos un poco lento debido al cansancio. 

—Necesitamos un vehículo, no podemos seguir así—reprochó Lauren. 

Siempre tenía una objeción en cada momento, era como berrinches. Quizá por eso los demás la complacían, pero ahora no tendría nada de eso. Debería conformarse con lo que tenia.

—Los demás van a regresar—dije evitando su comentario. 

—Van a regresar—afirmó Michonne.—Nos encontrarán. 

Ya no podíamos seguir caminando, y necesitábamos dormir, nos detuvimos y nos acercamos a la orilla de la carretera. En el césped que sería lo inferior al bosque, Lauren se sentó en el suelo.

—Debería hacer guardia—opiné.—No ha habido ningún caminante, pero pueden venir otras personas.

—Bien—respondió Michonne.—Iré a buscar algo para hacer una fogata, ahora regreso. 

Ella se expandió dentro del bosque, ahora estaba con Lauren a solas. Era incómodo porque nunca establecimos una conversación, nada más que discusiones, tampoco debía afectarme. Me senté en el suelo un tanto lejos de ella. 

—¿Cómo es que eres tan idiota?—pregunté. No quería estar en silencio.

—¿Eso crees?—interrogó. Asentí.—Pues, un líder cuida su grupo. Eso no te convierte en un idiota, solo proteges lo que quieres y si es necesario, tu mente te convierte en otra cosa.