Capítulo 11. | Disculpas.

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Maratón (3/6)




Era inadecuado, pero ellos me dejaban caminar en el medio. Ellos no eran idiotas, claro que no, pero cuando sabían quien era la persona correcta para tener a un grupo al mando lo aceptaban sin reproches, es lo que hacían en este preciso momento. Las decisiones ahora no eran necesarias. Tenía todo controlado para que no tengamos problemas en el camino, básicamente lo único que tenía planeado era caminar y no parar. Digamos que era una cierta parte de la idea de Lauren.


En otra consecuencia era de noche y era peligroso quedarnos por los caminantes. 


—¿No es linda?—me preguntó Camila.


—¿Qué cosa?—dije confundida.


—La luna, es maravillosa.


—Lo es—afirme.—¿Por qué te agrada? Solo es la luna.


—No solo es eso. Me recuerda a mi familia y amigos, la luna es especial para mí.


—En ese caso, entonces es maravillosa—sonreí.


Ella sonrió, era la primera vez que la veía sonreír y me agradaba ese momento porque a parte de todo este tiempo nadie había sonreído como ella ahora. Quizá le empezaba a caer mejor porque siempre que Camila hablaba o me miraba estaba seria. 


En ese mismo momento había empezado a llover, realmente era lo único que no quería que sucediera porque algunos podrían enfermarse y no teníamos medicamentos, pero la mayoría estaba contentos por volver a sentir el agua. Nos detuvimos y los dejé disfrutar esa última relajación. 



—¿Podemos irnos ya?—preguntó Lauren de mala gana. 


—¿Puedes cambiar tu cara?—contradije. 


—¿Por ti? No, gracias. Estoy bien con ésta cara.


—No te pedí que lo hagas por mí, hazlo por ti o por ellas.


Había señalado a sus tres amigas que sonreían bajo la lluvia junto a los demás.  Lauren las miró y suspiró, volvió su mirada hacia mí. 


—No quiero decir que extraño lo de antes, pero lo hago. Siempre lo hice—empezó.—Extrañaba cuando nos divertíamos o las bromas malas, creo que una parte de eso la recuperaste tú.


—¿Entonces crees que soy buena persona?—intenté ser amable.


—De hecho, lo fuiste. Sabes lo que hay que hacer en el momento preciso, y lamento haberte culpado siempre. Solo estaba enojada...


—Por lo que sucedió hace días—interrumpí. Ella asintió.


Ella se acercó y tendió su mano para que la estrechara. Reí y la miré.


—¿Un saludo de disculpa?—pregunté.


Lauren se encogió de hombros y asintió. Estreche su mano y ella se separó. Volví mi vista hacia los demás y decidí que debíamos irnos ya. Todos se pusieron de acuerdo y comenzamos a caminar de nuevo, habíamos llegado a un punto en el que teníamos que parar porque la lluvia era fuerte y porque los ruidos de las tormentas atraían a los caminantes hacía nosotros.


En el transcurso que íbamos caminando una persona se apareció delante de nosotros. Lo apunté con el arma y él solamente levanto sus manos un poco asustado.  


—Sé donde están sus amigos—hablo rápidamente.—Puedo llevarlos con ellos.


—¿Cómo sabes que tenemos más personas?—pregunté desconfiando. —¿Cómo sabes que no somos a los que buscas?


—Sé que son ustedes, que eran muchos. 


—Además, ¿cómo sabes si son nuestros amigos?


—Puedo demostrarlo, solo acompáñenme. Tengo mi cabaña—habló.


Entonces antes de seguirlo, le susurré a los demás:


—Si miente, lo mataremos. 


Todos asintieron. Seguimos al hombre tan solo unos kilómetros hasta que llegamos a una cabaña, nos hizo entrar y yo lo seguí hasta una habitación. Buscó unas cosas en su mochila y me miró. Sacó una radio, más bien era como un móvil policial el que solía tener tiempo atrás en el ejercito. En ese instante apareció Camila y estaba apoyada en el umbral de la puerta mirándonos.


—Ally, ¿estás ahí?—se comunicó a través de la radio.


Ella respondió y luego él le dijo unas cosas. Me pasó la radio para que hablara y me dejó sola con Camila en la habitación mientras iba a mirar a los demás que estaban en la pequeña cocina. 



—Ally, ¿estás bien?—pregunté.


—Si, todos lo estamos. Glenn y Daryl están aquí, ellos los encontraron.


—¿Cómo es el lugar? 


—Es bastante grande, tenemos una casa, comida y agua—informó. No la veía, pero podía saber que sonreía. 


—Bien, avísales a los demás. Probablemente estaremos mañana allí y veremos el lugar.


—Perfecto, tengan cuidado. Por favor. 


—Tú igual.


La llamada finalizó y apagué la radio para que no perdiera batería. Camila me observó unos segundos y después desvío la mirada hasta que por fin habló y dijo:


—Creo que por fin la suerte esta de nuestro lado. 


—Eso parece, aunque no quiero estar segura aún.


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 Voy a tratar de no agregar muchos momentos con Lauren en la historia porque las otras chicas quedan fuera y no tendría sentido. Así que solo eso.







"The Walking Dead." Fifth Harmony [EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora