3 de diciembre

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Debía volver a trabajar, no me quedaban más días libres para pedirle a mi jefe.

Te dije que estabas como en tu casa.

Aquella noche vi pasar al hombre del pelo blanco. Me miró a través del cristal de la ventana y yo le miré a el. Luego desapareció por la esquina.

Al volver a casa por la mañana tú estabas despierta, me habías preparado unas tortitas y un té rojo.

Me dejaste delante el azucarero. Y me observarse desayunar en completo silencio.

Luego me senté en el sofá y te pusiste junto a mi, me mirabas directamente a los ojos. Entonces me besaste.

SofíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora