Estuviste contándomelo todo. Aquél hombre te utilizaba como objeto sexual vendiéndote a aquellos hombres de los coches a los que te obligaba a subir.
Y lloraste durante horas desconsolada.
Y yo solo supe abrazarte, y decirte sin darme cuenta que te amaba. Me separaste de ti, secaste tus lágrimas y golpeaste con los puños cerrados suavemente mi pecho.
Dijiste que tu también me amabas, pero que no podías darme lo que tenían todas las parejas. Comenzaste de nuevo a llorar y balbucear que no podías hacerme el amor, que no podrías.
Te besé para que callaras y me dejaras hablar.
Dije que no lo necesitaba si te tenía en alma.
Por primera vez vi en tu rostro aquella enorme sonrisa que me enamoró mucho más.
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Sofía
Short StorySe encuentran por puro azar en aquel restaurante 24h en el que él trabaja en el turno de noche, y casi sin darse cuenta, como un acto reflejo, ofrece su ayuda a esa joven que parece tener problemas. Ella no tenía esperanza de futuro; él, ganas de of...