Capítulo V

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Le vi acercarse lentamente hasta la pared en la que me encontraba inmovilizada. Cuando por fin consiguió arrrimarse rostro a rostro jadeante. Quise alejarme disimuladamente hacia atrás. Era un hombre de mediana edad que parecía que descuidaba de salud y físico. Tenía una mirada de rencor y dolor al mismo tiempo. Me pregunté qué le podría haber pasado para dejar de lado lo bonito que es quererse a uno mismo y estar conforme y satisfechos con nosotros.

Oí gritos de un chico que se acercaba por la calle hasta nosotros. Al reunirse en el callejón sin salida, me quede impresionada porque me recordaba a alguien que no sabía quién era en ese momento.

-¡Deja en paz a la chica!- dijo jadeante a la vez que chillando. Puso la manos en las rodillas y respiró fuertemente.
-¿Quién me lo impide?- Dijo el extraño hombre. El hombre sacó una pistola pequeña del bolsillo interior de la chaqueta de cuero. Me quedé boquiabierta con lágrimas en los ojos.
-¡Corre Cassy, no te preocupes por mí!- no sabía que decisión tomar, pero al instante salí corriendo.
Llegué a la calle principal, al estar al contacto con gente me sentía más segura. Dentro de mi cabeza no entendía nada, tenía muchas dudas y respuestas sin responder. ¿Cómo sabía mi nombre? ¿De qué conocía al chico? ¿Por qué me quiso salvar? ¿Qué quería el hombre al acorralarme? ¿Qué habría pasado si me quedaba? ¿Qué habrá sucedido entre ellos cuando no estaba?

Influencias negativasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora