A escondidas ~Daniel Oviedo~ {Acabada}

Capítulo 12

11 de junio de 2016 (Mairena del Aljarafe, Sevilla) 13:40

  - No creo que me gustes, realmente creo que te quiero  

- Sí, creo que yo también te quiero- dice suspirando me siento entre sus piernas y apoyo la cabeza en su pecho, rodea mi cuerpo con sus bazos y besa mi cabeza mientras ambos continuamos en el más cómodo de los silencios

- ¿Qué tal si lo intentamos?- murmuro tímida cerrando los ojos con fuerza con miedo a escuchar su respuesta.

- No estoy seguro, Candy, nunca he tenido una relación con nadie y, a parte necesito saber todo lo de tu matrimonio.

- Sabes que te puedo esperar pero... no puedo contártelo Dani.

- ¿Por qué? ¿Acaso no confías en mi María?- pregunta levantando el tono de voz. Me aterra que me llame por mi verdadero nombre por lo que simplemente me escondo más entre sus brazos.

- Dani... claro que confío en ti pero es difícil, también necesito que me entiendas.

- ¡Diablos María! No te puedo entender si no sé por qué coño debo hacerlo.

- Dani yo...- nunca me he mostrado frágil delante de nadie pero esta situación me supera, escondo mi cara entre mis manos y sollozo en silencio para que él no lo oiga, en cuestión de segundos las gotas saladas se encuentran empapando las palmas de mis manos y siento unas suaves caricias en mi espalda que logran que me tranquilice un poco.

- Lo siento, Candy, me he pasado lo admito pero es que simplemente no soporto no saber que pasa.

- Te lo explicaré, ¿sí?- murmuro levantando mi cabeza.

Asiente sonriente y me mira unos segundos hasta que me abraza con fuerza.

- Me... me tengo que ir, Helena y Liam me estarán esperando para comer y no quiero llegar tarde.

- ¿Liam?

- Es el novio de mi hermana.

Sonríe y besa mi frente unos segundos, mi teléfono móvil comienza a sonar y me acerco a observar quien me llama con Daniel caminando conmigo abrazando mi cintura, saco el móvil del bolso y al observar el nombre que se encuentra en éste todo mi cuerpo se tensa y el teléfono impacta con fuerza en el suelo, pero yo sigo inmóvil.

- ¿No lo vas a coger?- pregunta Dani entregándome el teléfono.

- Eh... claro yo... sí... dámelo- cojo el teléfono móvil y deslizo mi dedo hacia la derecha por la pantalla táctil.

- Pon el altavoz- susurra un autoritario Daniel en mi oído. Asiento y pulso el pequeño altavoz de la pantalla.

- ¡Por fin contestas amor, me tenías preocupado, llevo dos días sin saber nada de ti!

- Iván qué pasa?- contento aferrándome a los brazos de Dani.

- ¿No te puedo echar de menos, María?

- No quiero hablar contigo, de verdad yo...

- ¿Cuantas veces te habré dicho que me da igual lo que quieras?, ¡Joder!, eres mi esposa deberías hacer lo que a mi me de la puta gana- se estaba alterando y eso no era nada bueno

- Em... hablamos luego ¿sí?

- No, te necesito esta noche desnuda en la cama.

- No voy a volver a casa Iván, Helena y su novio irán a por las maletas.

- Sí vas a volver María, o ya puedes despedirte de tus padres...

- Está bien, nos vemos mañana.

- Pero yo te quiero esta noche.

- Adiós Iván.

Cuelgo, suspiro y me aferro al cuerpo de Dani dejando derramar un millón de lágrimas sobre su camisa blanca.

11 de junio de 2016 (Mairena del Aljarafe, Sevilla) 13:54

¿Su marido el había dicho todo eso? Ahora la entiendo, ahora entiendo porqué lloraba a veces en el cuarto de baño, ahora entiendo el por qué llevó manga larga todo el verano pasado, entiendo por qué no quería contarme nada, por qué faltaba a clases continuamente para quedarse en el baño a llorar, las heridas que le vi aquel día en el cuarto de baño del instituto. Acaricio su espalda dulcemente y le susurro cosas bonitas al oído hasta que se tranquiliza un poco.

- Lo siento yo... no debí hacerlo.- se limpia las lágrimas con el dorso de la mano y guarda sus cosas en el bolso dispuesta a irse.

- Espera, Candy, ¿no te vas a despedir de mi?

Se acerca y me besa la mejilla.

- Ahí no...- se acerca más con la intención de besarme, rozo sus labios con los míos y paso mi lengua por toda su cara haciéndole reír.

- Ahora si me voy- dice limpiándose la cara y dándome otro beso en la mejilla.

- ¿Hablamos luego?

Asiente y desaparece por el umbral de la puerta dejando mi mente hecha un auténtico caos...

Fin del maratón!!!! Bueno yo aviso que a partir de aquí las cosas se van a poner muy difíciles para todos...

Besoos