1. Grora (1)

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The Gray Garden es propiedad de Funamusea.
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Había una cosa que podía identificar perfectamente a Alela Grora además de su malgenio: su horrible sentido de puntuslidad. Grora no era una persona puntual, pero a veces, sólo a veces buscaba llegar al menos sobre la hora en la que ha la sido citada. Esas pocas veces de basaban en momentos, como la bienvenida de la escuela Blanc.

A pesar de ser tan joven, había sido aceptada en la escuela por el ámbito deportivo, no es que fuese presumida, pero era bastante buena con el arco, eso y unas buenas calificaciones fueron su bolero de entrada a la academia Blanc.

-¡Demonios! -Exclamó corriendo mientras terminaba de comer su desayuno (que constaba de un pan tostado que desparramaba mantequilla)- ¡¿Por qué nunca me suena el maldito despertador?!

Sin fijarse en el camino, siguió corriendo, tropezando en cierto momento con sus propios pasos, cayendo al suelo y ensuciando su blanco uniforme.

-¡Uh! Una Blanc se cayó -dijo una voz detrás suyo.

-Una Blanc se ha caído -asintió una segunda voz.

Grora, confundida, volteó a ver, encontrándose con un par de ojos rojos y otro negros, un par de chicas curiosas y sonrientes la miraban atentas, vestían las dos un uniforme negro y unas ridículas orejas falsas de gato.

-Ugh, lo siento -se disculpó sin saber por qué exactamente, se levantó y sacudió su uniforme.

-¿Jugamos con ella?

-Ya vamos tarde.

-Sí, tarde ya vamos, pero no vamos a tardar.

Grora estuvo a punto de preguntar sobre de que estaban hablando, hasta que alguien la tomó por los hombros y la alejó de las dos extrañas muchachas.

-Buenos días, ¿no van algo tarde? -Preguntó un muchacho alto, de anteojos y cabello verde que llevaba el mismo uniforme negro de las otras chicas, en versión masculina.

Las dos muchachas se miraron entre ellas, la morocha sonrió. -Sólo saludábamos a la novata de Blanc, señor Yosaf.

-No sean payasas -regañó con seriedad mientras soltaba a Grora, que seguía sin comprender qué ocurría-. Vayan a la escuela o se lo comentaré al señor Kcalb.

Ambas rieron un poco mientras asentían y se marchaban dando pequeños saltos, el joven de anteojos suspiró rodando los ojos.

-Lamento los problemas que te hayan causado, aún no comprenden que estamos en diálogos de paz.

-Eh... ¿Qué? -Grora enarcó una ceja mientras se alejaba un paso del muchacho.

Él pareció comprender que ella era totalmente ignorante a lo que los estaba rodeando, así que negó con la cabeza. -Fue un placer conocerla, hasta luego.

Se retiró con paso calmado en la misma dirección que el par de chicas-gato se habían ido. Grora se rascó incómoda la cabeza y luego de cuestionase por qué había acabado de ocurrir, emprendió de nuevo una carrera hasta su escuela.

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-¡Bienvenidos todos a la academia Blanc! -Saludó sonriente un chico rubio de bufanda -Si han sido aceptados es porque deben ser muy buenos, así que de entrada, los felicito. Mi nombre es Sherbet Neige, pueden llamarme Neige-sama -guiñó un ojo, algunas chicas murmuraron emocionadas y Grora hizo una mueca de disgusto- o simplemente Sherbet, acompañenme, los guiaré hasta el auditorio.

Afortunadamente, Grora no había llegado demasiado tarde,o bien también se debía a que el guía (Sherbet) había llegado más tarde que ella. Todos caminaron en grupo hasta donde Sherbet les indicaba, llegando por fin a un enorme coliseo con un escenario que no tenía nada que envidiarle a un teatro.

Sherbet los acomodó a todos en sus asientos, entre eso, miró a Grora con curiosidad. -¿No eres tú Alela Grora?

Ella parpadeó confundida y con algo de desconfianza sintió. -Soy yo, ¿por qué?

El rostro del rubio se iluminó. -¡Nuestro prodigio del arco! Hablemos después de la introducción de la reina, ¿vale?

Grora estuvo por preguntarle a qué se refería con la reina, entonces, hubo un repentino silencio en toda la sala, Grora miró al escenario encontrándose con una hermosa mujer de un larguísimo cabello oscuro, ropas totalmente blancas y piel pálida, la chica se puso en el centro de todo el escenario y los miró a todos con sus oscuros y muertos ojos. Un escalofrío le recorrió por la espalda.

-Bienvenidos todos a la academia Blanc, felicitaciones por haber pasado -su voz era clara y fría, Grora se encogió un poco en su asiento, más que sentirse bienvenida, se sentía amenazada-. Soy Etihw Shiraiwa, la presidenta escolar, a continuación, explicaré el protocolo.

Y entendió por qué Sherbet había dicho que la presidenta era una reina, pues su presencia así lo parecía... O más que una reina, era como una diosa.

Blanc-Black: The Great WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora