5. (1) Wodahs

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Desde hacía mucho tiempo, Wodahs no veía a su hermano, habían dejado de hablar por diversas razones y ahora, que lo volvía a ver sentía como si estuviese viendo a un extraño.

Se marchó de la reunión, cosa que Etihw pareció comprender, no tenía ganas de hablar con él, de tener que verlo a los ojos y saludarle hipócritamente después de tanto tiempo separados. Pero al menos, podía darse el lujo de verlo.

Acompañado por las dos gatas rastreras, Ater y Arbus, por algunos estudiantes de su nueva escuela, se veía... imponente. Nada parecido al Kcalb que había conocido tiempo atrás, no tenía nada que ver con su hermano.

—No es por nada —escuchó de repente una voz a su lado—, pero cuando una persona saluda, lo mínimo que se debe hacer es devolver el gesto. ¿Qué acaso no te enseñaron modales, Ángel jefe?

Wodahs se encontró con Alela Grora a unos pasos, la chica de coletas le miraba de forma burlesca y tranquila, sostenía unos cuantos libros en sus brazos y el arco lo llevaba en la espalda.

—No tiene permitido llamarme Ángel jefe —refutó Wodahs de no muy buen humor.

Grora se encogió de hombros. —Como sea... ¿me va a dar permiso o voy a tener que rodear la escuela para poder llegar a mi clase?

Sin darse cuenta, Wodahs se había quedado pensando en su hermano en mitad de toda la puerta de entrada al área de los salones de clase, con paso tranquilo se hizo a un lado sin decir demasiado.

—No pues, gracias —dijo Grora de forma sarcástica mientras rodaba los ojos y se marchaba murmurando.

Claro, no tenía por qué estar pensando en nimiedades como su hermano, tenía trabajo que hacer, debía preparar el siguiente encuentro de batalla en los juegos deportivos escolares, debía hacer la tarea, debía cumplir sus funciones como mano derecha de Etihw... él era consciente de lo ocupado que estaba, pero, ¿por qué se detuvo de todas formas frente a la sala de reuniones otra vez?

No podía parar de pensar en Kcalb, estaba muy cambiado, demasiado, era la transformación más ridículamente radical que había visto en toda su vida. ¿En serio la misma persona que trataba de cocinarle pay de manzana en cada cumpleaños era la que había entrado a la escuela?

—Alguien está teniendo un fuerte debate interno ahora mismo —comentó Sherbet riendo mientras se acercaba a Wodahs con confianza—. Hey, ¿no crees que deberíamos ir a comer algo? Estarán ahí un muy largo rato y la verdad, tengo hambre.

—¿Qué quieres? —preguntó Wodahs sin mucho ánimo.

—Evitar que las neko yandere kawaii te saquen los ojos por espiar, ya sabes, cosas sádicas de los Black —dijo el rubio como restándole importancia, agarrando al joven de cabello gris por el cuello y marchándose del lugar—. Debes estar muy alterado.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Wodahs sin oponer resistencia.

—Kcalb ha cambiado un montón, hombre, es como si fuera ayer cuando aún coqueteaba con la señorita Shiraiwa —dijo en modo de broma, pero Wodahs simplemente se puso tenso—. Fuimos amigos, aunque me pregunto si ahora si lo saludo me recuerde.

—¿En serio quieres hablarle? —preguntó Wodahs casi sin creérselo.

—Obviamente —dijo Sherbet como si fuera lo más razonable—, ahora parece como un épico personaje sacado de un videojuego, es más cool que antes. Además... me gustaría preguntarle qué demonios hizo para que le sacaran de la escuela y por qué no ha contestado los mensajes.

Wodahs suspiró, hablar con Sherbet era como hablar con un niño pequeño que no comprendía lo que pasaba a su alrededor.

Wodahs sí que sabía lo que había ocurrido, recordaba absolutamente todo, los llantos de su hermano, la visita de su tío al pobre al apartamento en el que había vivido años atrás. Recordaba que Etihw fue la única que le extendió la mano, la única que le había ayudado cuando había perdido incluso a su hermano.

¿Traicionó a Kcalb? Quizás, pero Kcalb lo había traicionado primero, en el momento en el que aceptó darle su custodia al odioso de su tío Satanick.

.-

La reunión de ese día terminó, Wodahs a pesar de su terrible negativa de tener que soportar la mirada de su hermano, esperó a Etihw al lado de la puerta de reuniones, se inclinó levemente en cuanto vio a su hermano despidiéndose de esta forma, luego, le vio marcharse con un joven de cabello verde.

—Esto fue lo más cercano a una guerra —comentó Etihw cansada a su lado—, y créeme que he estado en mitad de muchas.

—¿Qué pasó? —preguntó Wodahs saliendo de su trance.

—Hablamos —respondió la presidenta acomodándose su cabello, siempre de mostraba frívola y reservada, pero con Wodahs podía darse el lujo de relajarse un poco. Empezó a caminar y el menor la siguió inmediatamente—, tiene sus puntos en cuanto a una tregua escolar, pero de la nada el tema se desvió a quién es el culpable de todos los enfrentamientos.

—¿Y?

—Obviamente dije que eran los Black, no puedo dejar de apoyar nuestra escuela —respondió  Etihw suspirando—, fue una muy larga charla para encontrar al culpable, decidimos parar porque ya se acababa el tiempo y no habíamos progresado mucho...

Entonces, Wodahs identificó algo en la cara de Etihw, un cansancio diferente.

—Kcalb...

—Es alguien distinto ahora —dijo  Etihw seriamente—, y temo mucho que sea mi culpa, Wodahs.

Se disculpaba con él, pero no tenía por qué hacerlo, Wodahs jamás culparla a Etihw por nada de lo que le había pasado, aún si Kcalb creía que ella era la causante de todo su infierno.

—No pasa nada, una persona cambia por sus experiencias y por voluntad propia, si cambió, será por su culpa —dedujo tratando de tranquilizarla—. Después habláremos de ello, por el momento, tenemos que ir al ensayo, hay que evaluar a la nueva integrante.

—Alela Grora —asintió. Etihw como pensando en voz alta—. Bien, espero poder dejarla en tus manos.

De repente, el trabajo de Wodahs había empezado a ser más y más pesado.

—*—*—*—
ASÍ ES, NO HE MUERTO NI HE OLVIDADO ESTE FIC.
Me disculparía por mi tardanza, pero eso es lo que me la paso haciendo todo el tiempo recientemente así que... no se sí sobre ya. De todas formas, no tratare de justificar que recién aparezca con el fic a final de año, porque sinceramente, me perdí en otros fandom y abandone el fic parcialmente. No puedo prometer actualizar más seguido, porque, siempre que lo hago desaparezco y no quiero eso.
Este capítulo es corto, habla un poco de Wodahs y explica relativamente nada, pero créanme cuando digo que es importante. Por favor, díganme cual persona quieren para el siguiente capítulo y por favor, no me quemen en la hoguera ;o;
Lamento la tardanza, espero que aún haya alguien ahí y que ese alguien no quiera lanzarme tomates. ¡Gracias por leer, nos leemos! (Básicamente, he estado tanto tiempo fuera que no recuerdo las cosas que había planeado hacer para el fic, así que... pueden tomar eso tomó un renacer del fic (???)).

Blanc-Black: The Great WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora