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Harry se secó los ojos. ¡Por qué el mundo tenía que ser tan cruel! Pobre Harry Potter, a todos los que quería terminaban muertos, primero sus padres, luego su padrino, y ahora su profesor... El destino era cruel con aquel chico. Cuando finalmente se pudo calmar, y de haberse recordado a si mismo que era estúpido llorar por una película. Mira la hora, y se da cuenta de que ya son las 2:00 AM. Preocupado, mira hacia la puerta, esperando a que Louis entrara...

Y entonces el teléfono suena. Harry lo toma y presiona el botón para hablar, seguramente era Louis.

—¡¡Harry!! ¡¡¡Prende ahora YA la televisión en el canal de las noticias! ¡¡Ya!! —Harry se pegó tal sobresalto que casi se cayó del sillón. Aun así, pudo reconocer la voz de Liam, quien parecía estar muy asustado.

—Está bien, ya lo pongo, ya lo pongo... —Dijo antes de colgar.

Cambió la televisión hasta el canal indicado.

El presentador tenía una mano en el oído, como si estuvieran dándole instrucciones. Harry vio extrañado como después el tipo asentía y comenzaba a hablar.

—"Noticia de última hora. A eso de las 1:30 de la mañana, se ha producido un accidente de tráfico en la ruta cinco sur, se dice que colisionaron un camión de cemento y un volvo plateado. No hay víctimas fatales, pero sí una grave, el conductor del volvo, que ahora está internado en el hospital general de Londres, ya que el del camión se dio a la fuga, según la policía encontraron los papeles del conductor del auto, su nombre es Louis Tomlinson y está internado en cuidados intensivos especiales, se dice que sus heridas son muy graves, y aún no pueden dar por sentado que viva..." —El control de la televisión resbaló de sus dedos, para luego estrellarse fuertemente en el suelo, rompiéndose.

Rompiéndose como el corazón de Harry.

Sus ojos se anegaron de lágrimas y lo único que fue capas de decir fue: "No... Tommo... No..." Se levantó de un salto, y corrió a la habitación que compartía con su novio, se quitó el pijama y se puso lo primero que encontró. Tomó su celular y algo de dinero para un taxi. Bajo desesperado hasta llegar a la entrada del edificio, y al salir, llamó a un taxi.

Durante todo el camino, lo único que fue capas de hacer fue llorar y sollozar. El taxista lo miraba entre asustado y algo preocupado. Harry tenía la cara pegada a la ventana, mientras las lágrimas caían sin control de sus ojos, rodaban por sus mejillas hasta morir en sus labios. La sola idea de que Louis estuviera internado en cuidados intensivos, grave, le helaba la sangre y sentía que su corazón se destrozaba, y lo único que podía pensar, es que sí Louis... Llegara a morir.... Sus ojos ya estaban rojos por tantas lágrimas, volvieron a soltar más de aquellas gotas de agua.

Finalmente llegó al hospital. Casi no vio el dinero que le pagó al chofer, pero es que simplemente quería ver a su novio, y saber que estaba bien, que se recuperaría y que volvería con él.

Pero, vaya el destino es cruel. En la sala de espera, estaba la madre y el padre de Louis, sus hermanas y una chica que no conocía, quien tenía los ojos rojos y las mejillas húmedas. Cuando los ojos azules de la madre de su novio se fijaron en él, estos lo fulminaron.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó con cada palabra impregnada por el desprecio que le profesaba. Harry sintió sus palabras como si fueran una bofetada, pero no quitó sus ojos de los de ella. No dejaría que lo intimidara.

—¿Q-qué cree q-que estoy haciendo? ¡Vengo a ver a MI novio! ¡¿A qué más vendría al mismo hospital en el que está usted?! —Eleanor abrió tanto los ojos que casi se le salían de órbitas, y miró al chico como si no se lo creyera.

Recuérdame [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora