Recuérdame [Larry Stylinson]

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—¡¿Nick?! —Gritó el rizado. Nick Grimshaw lo miró con una sonrisa enorme, antes de entrar al departamento como si fuera suyo, abrazando con muchísima fuerza al rizado, quien intentó alejarlo, pero al ver que no podía, se quedó completamente quieto.

—¡Tenía tantas ganas de verte! ¡Ha pasado mucho tiempo! Estás mucho más hermoso de lo que recordaba. —Nick se separó ligeramente de él, aprovechando de acariciar su rostro con la yema de los dedos.

—Nick por favor...

—¿Harry? ¿Quién demonios es él? —Harry se alejó del hombre como si este tuviera algo muy malo. Miró con preocupación el rostro evidentemente enojado de Louis. Quien miraba a Nick con enfado. El hombre lo miró con una sonrisa cínica en su rostro.

—Nick Grimshaw. El novio de Harry, ¿no te lo había contado? —Preguntó con voz ácida.

Los ojos azules de Louis se abrieron como dos platos, mirando a Harry con sorpresa, quién se había quedado mudo por la impresión de lo que había dicho Nick.

—Mm... N-no, no me lo había dicho. —Dijo el castaño, tratando por todos los medios que su voz no se quebrara. Aunque falló miserablemente.

—¡No! ¡Eso no es verdad! —Gritó el rizado, cuando al fin encontró su voz. Louis lo miró con frialdad. Utilizando aquella expresión que siempre usaba cuando algo le dolía, pero no quería que nadie se percatara. —Nick... Él es sólo un amigo de la facultad que le gusta jugarme bromas ridículas, como decir que es mi novio, y que estamos juntos.

El rizado miró al hombre con profunda antipatía. Nick le guiñó un ojo con picardía, logrando que Louis hiciera una mueca.

—Bueno, pues tengo muchas ganas de hablar contigo, Harry. ¿Te molestaría? —Dijo mirando a Louis con una sonrisa excesivamente forzada.

Era obvio que le estaba pidiendo que se fuera.

Louis respiró profundamente, intentando calmarse. ¡¿Quién diablos se creía ese hijo de su madre para echarlo de su propia sala?! Además, el imbécil no podía llegar en peor momento. ¡Acababan de llegar del hospital! Louis pensaba que Harry estaría con él todo el día, y que hablarían acerca de lo que habían hecho en el departamento y todo eso.

¡Pero no! Tenía que llegar ese maldito a arruinar su día perfectamente planeado. ¡Y se daba el puto lujo de echarlo de su propia sala!

Ni si quiera miró a Harry, antes de entrar a la habitación del fondo, la cual era la suya. (Según lo que dijo el rizado)

No pudo evitar lanzar su almohada contra el pequeño escritorio que estaba acomodado en un rincón de su habitación. Antes de lanzarse a la cama, enterrando su cara en ella. Evitando gritar. Pero no es que estuviera celoso....

¡Sí! ¡Joder, sí! ¡Estaba tan malditamente celoso de ese... Cabrón! Era tan obvio que le tenía unas ganas tremendas a Harry. Por no decir que ese Nick parecía estar enamorado de su rizado.

Bueno, aunque doliera, Louis debía admitir que él no tenía ningún derecho a sentirse celoso por el hombre de ojos verdes. Ellos no eran nada más que amigos. Y aunque Louis quisiera que fueran mucho más que eso, estaba claro que no tenía oportunidad. Nick parecía ser un hombre hecho y derecho. Y... Joder, realmente no quería admitirlo, pero... ¡Maldición! ¡El puto tipo tenía lo suyo!

—Vale, si antes ya no tenías ni puta posibilidad con él, ahora mucho menos con la llegada de ese hijo de la gran.... —Gritó levemente, enterrando su cara en su cama nuevamente.

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—¡Te dije, Nick! ¡Joder te dije que no vinieras! —Harry parecía estar al borde de un colapso. Estaba tratando de controlar las ganas locas que tenía de estrangular al hombre que estaba frente a él, mirándolo con su maldita sonrisita que Harry odiaba.