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Ensayos anteriores. - Las cinco cajas del
doctor. - El soplete de gas. - El calorífero. -
Manera de maniobrar.- Éxito seguro
-Se ha intentado muchas veces, señores, subir
o bajar a voluntad sin perder el gas o el lastre
del globo. Un aeronauta francés, el señor
Mounier, pretendía alcanzar este objetivo
comprimiendo aire en un receptáculo interior
Un belga, el doctor Van Hecke, por medio de
alas y paletas desplegaba una fuerza vertical
que en la mayor parte de los casos hubiera
sido insuficiente. Los resultados prácticos
obtenidos por estos medios han sido
insignificantes.
"Yo he resuelto abordar la cuestión más
directamente. Desde luego, suprimo por
completo el lastre, salvo que me obligue a
recurrir a él algún caso de fuerza mayor,
como, por ejemplo, la rotura del aparato o la
necesidad de elevarme con gran rapidez para
evitar un obstáculo imprevisto.
"Mis medios de ascensión y descenso
consisten únicamente en dilatar o contraer,
por medio de distintas temperaturas, el gas
almacenado en el interior del aeróstato. Y he
aquí cómo obtengo este resultado.
"Han visto que, con la barquilla, embarcaron
unas cajas cuyo uso desconocen sin duda.
Hay cinco cajas.
"La primera contiene unos veinticinco galones
de agua, a la cual añado algunas gotas de
ácido sulfúrico para aumentar su
conductibilidad y la descompongo por medio
de una potente pila de Bunsen. El agua, como
saben, se compone de dos volúmenes de gas
hidrógeno y un volumen de gas oxígeno.
"Este último, bajo la acción de la pila, pasa
por el polo positivo a una segunda caja. Una
tercera, colocada encima de la segunda y de
doble capacidad, recibe el hidrógeno que llega
por el polo negativo.
"Dos espitas, una de las cuales tiene doble
abertura que la otra, ponen en comunicación
estas dos cajas con otra, que es la cuarta y se
llama caja de mezcla. En ella, en efecto, se
mezclan los dos gases procedentes de la
descomposición del agua. La capacidad de
esta caja de mezcla viene a ser de cuarenta y
un pies cúbicos.
"En la parte superior de esta caja hay un tubo