Mi Amigo Psicópata ©

II

Ha pasado un año desdé aquél incidente. Sonrío al saber que he hecho lo mejor por mi ex amigo. No me preocupa nada, tengo un amigo nuevo, se llama Tomás, estoy con él y siempre se alegra de verme. Hoy nos dirigimos a la sala de vídeojuegos, mi amigo y yo comenzamos a jugar una carrera de autos, él gano ya que no tengo mucha experiencia en eso. Le doy una sonrisa, él solo me la de vuelve. Después de jugar caminó a su lado, llegamos a su casa, otro chico está en la puerta de su casa, Tomás solo mira, se queda en el mismo lugar, el chico voltea y le da una enorme sonrisa a Tomás. Nos acercamos a él, el chico abraza a Tomás, siento mala espina.

— Tomás tanto tiempo. Nunca me olvide de ti. — siento un aire de ego.

— Eso veo. — Tomás esta serio. — Por cierto, te presentó a Zack, es mi amigo, un buen amigo.

— Hola. — contestó cortante.

— Hola Zack, yo soy Carlos, el mejor amigo de Tomás, ¿verdad Tomi?

— ¿En serio Tomás? — miro a Tomás.

Él asiente con la cabeza. Mi sangre se calienta, está sensación, la sensación que antes tenía, es la misma. Me doy la vuelta, camino hacía mi casa. Quiero matarlo, quiero hacerlo sufrir, si no hago nada perderé a mi otro amigo. Entro en la casa, mis padres aún trabajan, subo hacía mi habitación, abro y cierro detras mío, enciendo mi ordenador, me adentro a la red social más popular Facebook, observo que Tomás ha subido fotos con Carlos, apenas hace 3 minutos, ambos sonríen. Siento como mi sangre se calienta aún más. Me acerco a mi closet y abro una cajita de madera, aquí esta mi cuchillo, el cuchillo con el que mate a mi amigo. Sonrío, la sangre de Yerry sigue aquí. Cierro la cajita, la pongo nuevamente en el closet. Me levanto, bajo los escalones me pongo enfrente del televisor. El teléfono comienza a sonar, tomo el celular y contesto.

— Hablas a casa de los Troumbes. ¿Qué desea? — bajo el volumen del televisor.

— ¿Zack? — La voz de Tomás esta en el telefono.

— Tomás, ¿qué pasa amigo?

— Zack, se que no es la mejor manera, pero no quiero ser tu amigo. — hace un breve silencio. — Eres muy extraño, además se que fuiste amigo de un chico al que asesinaron, ¿cómo puedes vivir con eso?, no quiero que me hables en la escuela Zack, eres un gran amigo, pero yo no lo soporto. Adiós, que tengas un buen día.

Cuelga, yo me quedo con el telefono en la mano, lo dejo caer al suelo, un mechon de cabello cubre mi ojo derecho, sonrío, imagenes pasan por mi cabeza, me levanto del sofa y apago el televisor. Dejo el telefono en su lugar, subo los escalones, observo que aún es de tarde, preparo algunas cosas. "No quiero ser tu amigo" esas palabras, "eres muy extraño", duelen, "¿como puedes vivir con eso?", si supiera, lo odio, a él y a Carlos, sonrío demasiado. La noche se aproxima, iré a casa de Carlos, tengo que saber donde vive. Navego por el ciber-espacio, encuentro información, en mis labios se muestra una sonrisa siniestra y una mirada vacía. Apago el ordenador, me tiró a la cama, tomó mi telefono y reproduzco la canción de "Never Too Late" de Three Days Grace, dejo que la canción me hunda en mis pensamientos. Imágenes de gente muerta se crean en mi cabeza, sonrió aún más, comienzo a carcajearme. Las imágenes donde maté a Yerry aparecen, siento que algo tibio se desliza por mi mejilla, sin parar de reír llevo mi mano a mi mejilla, miro que es una lágrima, la furia se apodera de mí, comienzo a gritar a tirar todo, golpeo y tiro todo, pego gritos aún más fuertes. Tocan mi puerta.

— ¡Zack ya callate! — escucho a mi madre, llegó.

— ¡DEJAME EN PAZ!, ¡ESPERO TODOS SE PUDRAN! ¡TÚ Y MI PADRE! — le gritó.

— ¡ESTUPIDO MOCOSO COMO TE ATREVES A GRITARLE A TU MADRE! — se une mi padre a la pelea.

— ¡Coman mierda, basuras, la que se hace llamar mi madre es una golfa, una cualquiera!