VI

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Siento como las personas me observan, susurran cosas sobre mi. Menos mal me encargué de lo que me molestaba, pero hay algo que aún no logro evitarlo, Steven aún sigue vivo, debo encontrarlo. Todos los alumnos me quedan viendo, las esposas que estan en mis muñecas dicen que no sere libre, pero están muy equivocados, las personas susurran, escucho cosas como: "es terrible que haya hecho eso", "es un demente", "pobre de sus padres", cosas así, sin nada que decir me suben a la patrulla. Mi vista esta hacia la ventana, habia sido normal asistir a clases un año mas, pero he olvidado ocultar los cadaveres, aún así, no hay arma que diga que yo los he matado, tengo que hacer algo, salir pronto de aquí, librarme de todo esto. La patrulla se detiene, ambos hombres salen a comprar cafe y unas rosquillas. El auto ahora estara vacío unos minutos, pero las llaves se las han llevado, busco en cada lugar los papeles de mi caso, los encuentro y los empiezo a romper rapidamente. Miro hacia un lado, los policias vienen, escondo los papeles debajo del sillon, me quedo normal y los policías entran.

— Bien, hora de llevar a este estúpido a su juicio. — dice el castaño.

— Sabes, no creo que lo haya cometido él. Simplemente miralo, un debilucho, además su cara esta muy palida, nadie mata a sus propios padres. — responde el rubio.

— Aún así. Pero mejor ya vayamonos. — el rubio pone el auto en marcha.

No soy ningún debilucho. Si supieran a cuántos he matado, si solo supieran cuántos han visto mi verdadero ser se darían cuenta. Los policías detienen la patrulla, en una bocina se escucha una emergencia, contestan y se ponen en camino. Llegamos y los hombres bajan, rapidamente se adentran a la casa, se escuchan disparos, abro la puerta de la patrulla con facilidad, bajo y cierro detras mío, me recargo en la puerta. Observo que un chico de al menos mi edad camina hacia mi. Tira unas llaves a mis pies, pero no muestra su cara, quita su capucha y una mascara que trae. Mis ojos se clavan en esa persona, solo no dejo de mirarlo, Steven en persona.

— No me olvide de ti, amigo. — recojo las llaves.

— No somos amigos. — quito las esposas.

— Vamos Zack, si lo somos, perdón por hablarte de esa manera, pero el sujeto no me dejaba en paz, mato a mi familia. — me miraba aún más.

— No me importa, ahora debo arreglar mis asuntos.

Lo tomo de cuello presionandolo, coloco mi otra mano en su cabeza y esta se dirije a los vidrios de la patrulla, comienzo a golpear su cabeza contra los vidrios, mi adrenalida aumenta, una sonrisa aparece, escucho la palabra "detente", pero no lo hago, aún sigo golpeandolo, le doy un ultimo golpe y el vidrio se rompe, lo suelto y cae al suelo, su cara ahora es diferente. Sonrío al ver que ya nadie esta vivo, ninguno de mis amigos. Lo miro detenidamente, su respiración, antes de hacerle algo más escucho sirenas, no trato de huir, me quedo en el mismo lugar, admirando el cuerpo de mi ex amigo, me quedo viendolo, un hombre me taclea y caemos al suelo, me pone de espaldas bruscamente, desde el suelo observo a Steven, el hombre me levanta del suelo, el otro hombre lo ayuda a meterme, rápidamente patrullas y ambulancias llegan, mientras yo me voy. Observo que esta sala es de mala gana, esos colores tan opacos, odio estar aquí, no me gusta estar en este lugar. Entran los oficiales y uno se pone enfrete de mi, el otro solo se queda en la típica esquina.

— ¿Por qué lo asesinaste? — me miraba a los ojos.

— ¿Tiene pruebras oficial? — contesto sin quitar mi mirada de la suya.

— Sabemos que tus padres adoptivos fueron los asesinos de tus padres, pero me comentaron que murieron, ¿con quién vives? — se cruza de brazos y se recarga en la silla.

— Vivo solo, nadie me ayuda, solo haré que pierdan su tiempo. — sueno tranquilo.

— ¡No estamos para jugar niño! — habla el policia de la esquina.

Mi Amigo Psicópata ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora