Descendientes 3 "RECUERDOS..."

Cap. 11

Camine temerosa a una especie de cama hecha de piedra que hay.

Todo esta iluminado por antorchas, me imagino que mágicas por que deben de tener bastante tiempo aquí

Mi cerebro dice que es sólo una ilusión, pero mi corazón late muy a prisa, algo me quiere decir.

Hay una especie de manta verde que cubre toda cama.

-mamá?- pregunte sin pensar. Salió de mi boca como sí nada.

Ahí acostada sobre la cama de piedra, esta el cuerpo de mi madre. Parece dormida, respira.

Intente tocarla pero el campo de fuerza mágico no me dejo.

Inmediatamente recordé el hechizo que había en el libro.

Lo saque y comencé a conjurarlo.

Quede algo débil, pero logre eliminar el campo de fuerza.

Pasaron unos minutos que parecieron una eternidad.

Lentamente, abrió los ojos.

Inspecciono el lugar y comenzó a intentar levantarse.

Miro todo el lugar hasta que su mirada se fijó en mi.

Bajó de la cama y comenzó a caminar a mi.

Como reflejó yo retrocedí.

-sabía que lo lograrías hija- hablo con la misma voz que mi mamá.

-como es posible?- pregunte algo asustada.

-no te pude decir antes por que tenías que conocerme un poco. Pero tuve que adelantar las cosas ahora que Kya quiere apoderar del reino- hablo sería.

-como es que estas viva?- volví a preguntar.

-es una larga historia, hay que salir de aquí- ordeno.

Asentí y comencé a caminar escalera arriba.

Entonces me tome con Johnny que sigue inconsciente.

-mi yerno. Que paso?- pregunto.

-Rebecca me lanzó un hechizo y el lo recibió por mi- conteste.

-no tengo mucho poderes. Realiza un hechizo para moverlo.- asomó un poco la cabeza- ve a la celda de ursula y pídele que te de una poción para reducir tamaño y otra para revertir la anterior- hice que lo que me pidió.

Busque el libro de hechizos el que en había dicho y de lo lance a Jonathan. Parece una marioneta.

Mi mamá se volvió pequeña y se metió en uno de los bolsillos del pantalón de Jonathan.

Salí nerviosa, tenía miedo de que me preguntarán el porque Jonathan iba así. Más no lo hicieron.

Llegue a mi casa, subí a Jonathan hasta nuestra habitación y lo acosté en la cama.

-bien mamá, ya en puedes explicar?- pregunte sería.

La invite a tomar asiento a nuestra sala.

-tienes comida?- pregunto.

-que te gustaría?- pregunte.

-lo que sea- me siguió a la cocina. Mira casa rincón con curiosidad.

-cuéntame todo- exigí mientras prendía la estufa.

Mi suegra me enseño a cocinar y entre Jonathan, yo hemos ido aprendiendo de recetas y cosas así.

-bien- tomo un suspiro- yo sabía que el hechizo para convertirme en dragón me costaría la vida y estoy más que dispuesta a darla pero yo aún no quería morir. Entonces leyendo el libro de hechizos, descubrí uno en el que podía separar una parte de mi alma y meterla en otro cuerpo. Me pareció algo malo pero era justo lo que necesitaba. Esa semana había fallecido una mujer en la isla, entonces, convertí su cuerpo en el mío y le metí un pedazo de mi alma. El hechizo no sería permanente, en algún momento mi alma volvería a mi y el cuerpo volvería a estar muerto. Por eso aunque la magia negra no hubiera podido destruir el pedazo de alma que había en ese cuerpo, no hubiera durado mucho tiempo. Encerré mi cuerpo ahí donde me encontraste, hechizandolo para que el tiempo no lo afectara. Me podía comunicar contigo gracias a la dimensión que creaste y ahora que me has regresado a la vida. Tengo la apariencia que tenía cuando todos me creyeron muerta pero estoy débil. Kya me robó poderes y necesito recuperarlos- explico.