The player {Dylan O'Brien}

Capítulo veintidos

Dylan se encontraba en casa de Tate, él en una orilla del sofá mientras que Tate en la otra orilla del mismo.

Él la había seguido hasta su casa y, cuando ella intentó cerrar la puerta en su cara, Dylan colocó su mano para evitarlo y entró a la casa de Tate como si fuera la suya. Tate no sabía por qué él estaba ahí con ella, desconocía sus razones, mientras que por la cabeza de O'Brien estaba el objetivo de no dejarla sola hasta que alguno de sus padres hiciera acto de presencia.

—No entiendo—Habló Dylan mientras arrugaba la nariz mirando la televisión.

Tate rodó los ojos —Por supuesto que no le entenderás, necesitas verlo desde la primera temporada.

—Puedo decirte de qué trata sin verlo desde la primera temporada—Bufó y se sentó correctamente prestando mayor atención a la pantalla—No, la verdad es que no lo sé, pero es una serie sobre hombres lobo, supongo que solo trata de algún tipo que tiene superpoderes y lucha contra el mal, ¿O me equivoco?

—Básicamente—Tate hizo una mueca—, pero no entiendes todo el concepto, si lo cuentas de esa manera suena aburrido.

—¿Y no lo es?

—¡No!—Colocó una mano sobre su pecho—¿Cómo te atreves?

Dylan sonrió y miró hacia la pantalla —¿Y ese qué hace? No se ve muy especial.

—Es el más especial de todos.

—¿Por qué?

—Porque es un humano, y ha podido resistir todo este tiempo siendo el más asombroso de la manada.

—¿Entonces es un ser humano aburrido, común y corriente en un programa de ficción?—Bufó.

—Fue un Nogitsune un tiempo—Se encogió de hombros y recibió una mirada asustada.

—¿Un qué?—Sacudió la cabeza—¿Sabes qué? No importa, sigue siendo insignificante para mí.

Tate no pudo evitar sentir como si la ofensa hubiera sido para ella—¡Arrepiéntete!

Dylan sonrió mostrando los dientes, las esquinas de sus ojos se arrugaron ligeramente dándole un aire despreocupado y dulce, sus ojos brillaron con diversión mientras miraba a Tate fijamente. No podía creer que se molestara solo porque no le veía nada de especial al chico que intentaba arreglar una vieja Jeep en una escena.

—Me atrevo porque quiero y puedo—Se encogió de hombros, amaba sacarla de sus casillas.

—Desearías ser como él—Se cruzó de brazos y le sacó la lengua, infantil.

Dylan sonrió aún más—¿Ser débil y con un auto de la mierda?

—No—Canturreó—Guapo y carismático.

Dylan rodó los ojos para después volverlos a enfocar en la escena —No puedo evitar pensar que he visto a ese actor antes.

—¿En una película tal vez?—Se encogió de hombros mientras lo miraba de reojo.

—No, no creo—Ladeó la cabeza con confusión para luego encogerse de hombros, ya lo recordaría después. 

El sonido de unas llaves interrumpió la concentración de ambos, cuando se escuchó la puerta principal ser abierta se pusieron serios, Tate se tensó cuando vio a su madre entrar cabizbaja, Dylan colocó su mano ligeramente en la de ella y le dio un suave apretón para que se animara a hablar con ella. Por su parte, su madre se dio cuenta de la presencia de su hija y la miraba esperanzada, pero no quería moverse y hacer que Tate huyera.