Solo una fan [H.S]

Cap 5

Valentine;

Hoy se cumplían 3 semanas desde que había llegado acá, y como siempre, yo dormía en una cama, mientras que mi compañero de habitación dormía en el suelo.

Y aquél era Harry.

- Harry, ¿estás seguro que no quieres que cambiemos? Yo puedo dormir abajo...- Insistí por milésima vez.

- Eres una chica, claro que no- Bufó.

- Porfavor...- Supliqué.

- No-

- Vamos, Harry, así dormirás mejor-

- Valentine...-

Sin pensarlo dos veces bajé de la cama y lo miré fulminantemente.

- ¿Me obligarás a subir?- Rió sarcásticamente.

Asentí orgullosa.

Harry se levantó y se dirigió a la cama, al apoyar su rostro en la almohada suspiró y sonrió, como si algo le hubiera agradado.

- Que duermas bien, rapunzel- Dije mientras me rescostaba en el suelo.

- Como quieras-

***

Harry;

Demonios, eran las 3:45 de la madrugada y todos dormían... menos yo.

Sentí que Valentine se levantaba y comenzaba a caminar, pero con sus ojos cerrados.

- ¿Dónde está mi osito, Bobby?- Preguntó.

- ¿Qué demonios?- Le pregunté.

Ella continuó tocando cosas con sus manos, al parecer estaba sonámbula.

Ignoré aquél hecho y me voltee a domir hacia otro lado.

- ¿Tú eres mi osito?- Susurró en mi oído.

En menos de un segundo sentí que se recostaba a mi lado y rodeaba mi cintura con sus brazos.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente al sentir su cuerpo junto al mío.

- Eres mejor que mi osito, eres más lindo...-

- ¿A sí?- Pregunté.

Ella asintió.

"Vamos, Harry, está sonámbula" Dijo mi subconciente.

- ¿Por qué lo crees?- Le pregunté.

Valentine soltó una tierna risa y junto su cuerpo más al mío.

- Tu sonrisa es perfecta... tus rizos me encantan...-

Abrí mis ojos a tope.

- ¿Eso crees?- Musité.

- Todavía no he terminado, osito Harry- Protestó tiernamente.

Suspiró y prosiguió.

- Pero tus ojos... me enamoran cada vez más, y tus labios... Ahh, no sé como hacer para no tener que besarte cada vez que te veo- Habló entre risas.

¿Ehh?

Mi corazón latió más fuerte.

Me volteé para quedar observándola, sus ojos estaban totalmente cerrados pero ella sonreía. Vaya, el sonambulismo era genial.

Apoyé mis manos en sus mejillas y la observé.

- ¿Y ahora?- Pregunté.

Valentine rió.

- Muero por besarte...- Susurró.

Me acerqué lentamente a ella, atrapé sus labios entre los míos, moviéndolos lentamente, nuestras lenguas comenzaron una larga guerra que parecía no tener fin. Ella llevó sus manos a mi nuca e intensificó el beso, al mismo tiempo que comenzó a besar mi cuello.