La Cueva

Capítulo 9

Irene:

Eran las 10:00 de la mañana, cuando me desperté, en mi cuarto.
Lo último que recuerdo fue que estábamos en la cueva, cuando se oyeron unos golpes, yo recibí uno, y después de eso no recuerdo nada más.
Pero, ¿qué hacía yo en mi casa? ¿Qué había pasado con el monstruo? ¿Acaso todo había sido un sueño? No, imposible. No había sido un sueño.
Decidí mandar un watsap al grupo que tenemos Meison, Clara y yo:

Irene#100: Chicos, ¿dónde estáis? 10:05

Tardaron unos minutos en responder.

Clarita;): ¡¿En mi casa?! Pero quiero recordar ¡¡que estaba en una cueva!! 10:08

*Meison@*: Yo igual, pero mis padres dicen que no me he ido a ningún sitio, que no he estado en una cueva. 10:09

Irene#100: Bueno, entonces quedamos en mi casa dentro de 20 minutos, y hablamos sobre esto. Ok? 10:11

*Meison@*: Me parece bien. 10:12

Clarita;): Okii. 10:12

Recogí un poco mi cuarto y avise a mis padres de que Clara y Meison iban a venir.
Después, me puse unas mayas y una camiseta de deporte.
Primero llegó Calra.

-Hola- le saludé.
-Hola-
-Buenos días Clara- gritó mi madre desde la cocina.
-Buenos días Sandra- le respondió Clara a mi madre.

Clara y yo subimos a mi cuarto y esperamos a Meison. Mientras, hablamos un poco de lo que estaba pasando.
-¿Le has dicho o preguntado algo a tus padres sobre esto?- Me preguntó Clara.

-No,- respondí - ya has visto lo que los padres de Meison le han dicho. No creo que mis padres digan algo distinto.

-Yo tampoco se lo he dicho- me confesó.

Son el timbre, y mi madre abrió a Meison.
-Están arriba, en el cuarto de Irene- le dijo mi madre.
-Vale, gracias-
Meison subió las escaleras y entró en mi cuarto.
-Hola chicas- nos dijo.
-Hola- respondimos Clara y yo al unísono.
Estuvimos hablando unas horas. Haciendo preguntas sin respuestas, y cada vez nos poníamos más nerviosos.
-Aquí esta pasando algo, algo que alguien o algo nos oculta- dijo por fin Clara.
-Sí- conteste.
Pero, antes de que pudiéramos decir nada más, sonó el timbre.
¿Quién podría ser? Yo solo había invitado a Meison e Irene, y mi madre no me había hablado de ninguna visita.