Poseidón

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Poseidón

La humana se detuvo frente a unos pisos de color azul oscuro.

Rebuscó en su pequeño bolso y extrajo unas llaves con las que abrió la puerta.

Me colé antes de que la cerrara. Aunque siempre podría materializarme al otro lado , no era una sensación muy agradable.

- Odio el silencio - la vi decir mientras accionaba un botón de una pantalla rectangular del tamaño de su mano. Móvil, creo que lo llaman.

La música sonó a todo volumen por la habitación. Afortunadamente , no era una de esas canciones electrónicas rallantes que había escuchado alguna vez.

Ella tiró el bolso a un lado del cuarto y corrió a tumbarse en la cama.

Me senté en la silla del escritorio y la miré hasta que se quedó dormida.

Durante mucho tiempo me limité a observar como se giraba constantemente de lado , adoptando un sinfín de posturas diferentes .

Entonces , comenzó a murmurar.

- Severaite, Severaite... hermanito.. por favor, no te vayas.. eh, despierta .. ¡ DESPIERTA !

Se incorporó de repente inspirando una gran bocanada de aire mientras se sentaba en la cama.

- Solo era una pesadilla - se tranquilizó a si misma llevándose una mano al pecho- una pesadilla.

Rompió a llorar al darse cuenta que lo que había soñado la perseguía también en la vida real.Que lo que había visto no era mejor que lo que tenía estando despierta.

Me acerqué a ella arrodillándome a su lado , y coloqué un mechón de su cabello rubio tras la oreja.

Esta vez también lo notó , y tensándose miró hacia donde suponía que me encontraba.

- Severaite - llamó decidida - Severaite , ¿ eres tú ? ¿ Vienes a despedirte ?

Sonreí apenado. Por un momento , me alegré de que el tal Severaite fuera su hermano y no su pareja. Después , pensé en lo egoísta que estaba siendo.

Acaricié su mejilla como la vez anterior.

- Tomaré eso como un sí . ¿ Te vas pronto ?

Seguí acariciando su piel sin decir palabra. Si ella necesitaba creer que su hermano estaba a su lado , así sería.

La chica suspiró y extendió las manos hacia delante.Por precaución , me separé de ella.

- Severaite no te vayas - suplicó dejando las manos sobre sus rodillas. Temía que me hubiera espantado al intentar agarrarme.

Volví a acercarme y me senté a su lado .

- Te voy a echar tanto de menos. Siento tanto que hayas tenido que ser tú.. ojalá pudiéramos intercambiar los papeles - se detuvo un momento , pero al ver que no iba a responder continuó - ya te tenía por muerto , pero aún así siempre se conserva algo de esperanza, por pequeña que sea. Quédate conmigo hasta que me duerma , por favor.

Se tumbó de nuevo en la cama de lado , haciéndome un hueco.

Me recosté y acomodé mi cuerpo al suyo , abrazándola por detrás mientras que con una mano acariciaba su cabello.

- Gracias , hermanito.