CAPITULO 36

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PROV'S BIANCA

Vuelvo a mi casa andando, pensando en el extraño comportamiento de Lucas...
¿ De que me suena ese nombre?
Subo el último escalón y abro la puerta de mi casa, como siempre, mi madre no esta.
Tiro la mochila a un lado y me tiendo en el sofa.
Suspiro. Últimamente lo hago mucho.
Una lágrima cae por mejilla, y luego otra. Aunque quiera parar no puedo.
No puedo.
¿Por qué? Ni yo misma lo se.
De repente mi timbre suena y yo como típica floja que soy grito que está abierto.
Entra Beth.
¿Espera, que hace ella aquí?

- ¿Sabes que podría ser alguien con la intención de querer hacerte algo? Y tu solo gritas, que la puerta está abierta.

- Así soy yo- le digo encogiendome de hombros.

- Creeme nena, que eso lo sé y es lo que más me gusta de ti.

Beth, viene vestida con un vestido súper corto, de color rojo y unos tacones del mismo color.
Lleva el pelo suelto y va bastante maquillada, pero a ella le pega, no parece una puta barata.

Yo alzo una ceja, interrogándole y ella sonríe como una macabra.
Me temo lo peor.

- Ohh, nena, voy a ir de fiesta, y tú, vienes conmigo.

- No, no y no. - contesto con pánico.

- ¿ Acaso quieres quedarte aquí, llorando como cuál Magdalena que eres y arrepintiendote? No, eso no. Menos teniéndome a mi.
Te voy a poner guapa y nos vamos a ir de fiesta, yo por que puedo y quiero, y tu nena, para olvidarte de él. - se da la vuelta y va hacia mi cuarto.

Yo corro detrás de ella, no se que puede hacer una loca como ella en mi precioso cuarto.
Beth me recuerda tanto a Adela. Las tengo que presentar, fijo que se llevan bien.
Veo que coge unos jeans negros súper apretados, una camisa y una chaqueta de cuero negra que nunca había visto,¿ eso es mio?
Busca unos zapatos y veo que elige unos botines negros con tacón.
Ese no es mi estilo, es más bien el suyo.
Me pongo la ropa y me sienta en mi cama.
Empieza a maquillarme y aunque yo no lo haga.mucho me encanta como estoy.
Cuando me miro al espejo, no parezco yo misma, mi pelo se encuentra desordenado, pero queda bien, la ropa se me apega al cuerpo y lo hace resaltar, nunca, me había visto así. Y los tacones me hacen más alta.

Miro a Beth, y ella tiene una sonrisa en la cara, mientras me ve.

- Ahora, nena, vámonos de fiesta.

Yo asiento y ella suelta una carcajada. La nueva Bianca, ha nacido hoy.

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Vamos a toda velocidad, y es una sensación que me encanta.
Beth, no respeta ninguna regla de trafico, no para en los semáforos, pero no tengo miedo.
La adrenalina, ahoga mi tristeza, acalla mis pensamientos, llena el agujero que hay en mi pecho.
Cuando la música se hace presente, veo a mucha gente.
Parecen borrachas, drogadas y todo lo típico de las fiestas.
Pero me extraña, ya que solo son las nueve de la noche.
Algo me dice que esta, no es de las típicas fiestas a las que acostumbro ir.

-¿ Entramos?- me pregunta Beth.

Yo asiento y ella habré la puerta.
Pena que entramos un grupo de chicos nos miran atentamente y Beth, me arrastra hacia ello.
Enseguida, reconozco a uno de ellos, es Lucas.
El me observa, y enarca una ceja hacia Beth, ella solo sonríe.
Los demás del grupo, están estáticos, parecen haber visto a un fantasma.

- Chicos, ella es Bianca, Bianca, ellos son Eric, Fran, Gabri, Mat y Esteban.

Yo asiento y ellos me sonríen.
A simple vista, si me los hubiera encontrado por la calle los hubiera evitado, pero mientras pasan las hora y más alcohol, hay en mi sistema, mejor me caen y ellos hacen que me sienta una más del grupo.
Se van a bailar y yo decido ir a la barra. Le pido al chico de las bebidas lo más fuerte que tenga, y el asiente.
Cuando me lo trae, me lo bebo de un solo trago y le pido otro.
Veo que alguien se sienta a mi lado y me doy cuenta que es Mat.

- ¿ Donde puedo ir a un sitio, que no haya tanta gente?

Él no me contesta, simplemente se levanta y me coge de la mano.
Me lleva al segundo piso y me conduce hacia un balcón.
Interiormente, me pregunto cómo sabe que aquí estaba este lugar tan bonito.

- Es mi casa- dice, me quedo estática y el sonríe- lo has dicho en voz alta, Bianca.

-¿Ups?

El vuelve a sonreír y yo río, ante mi idiotez.

Saca del bolsillo de su chaqueta un mechero y un cigarrillo y se lo lleva a la boca encendiendolo.

- Fumar es mata- le digo.

- De algo habrá que morir,¿ no? - dice mirándome- Unos fuman, otros beben, y otros...

Yo le interrumpo, terminando la frase tan cliché, que ha empezado.

- Y otros, se enamoran.

- Exactamente, y yo he decidido que si muero, sera por algo que termine conmigo, porque si te enamoras, te arriesgas a vivir mientras que te sientes vacío por dentro, y ¿sabes que?, esa es la peor manera que hay de morir, creeme.

- No sabes cuenta razón tienes,- le digo, el sonríe y vuelve a mirarme, me apollo en la baranda al lado y el, y me pasa el cigarrillo, yo simplemente lo acepto.
Porque yo no tengo nada a lo que temer, porque sigo enamorada de Jaime, y estoy vacía por dentro.

"Hazme Sentir de Nuevo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora