"Hazme Sentir de Nuevo"

EPÍLOGO 1

PROV'S BIANCA

(DÍAS DESPUÉS DE QUE FUERA AL HOSPITAL)

- ¿Estás segura, Bian?.- me pregunta Lucas muy serio.

  Yo sólo asiento.

- Es lo mejor para todos, de verdad que necesito esto...

Lucas me sonríe y me coge de la mano.

- Sí, lo comprendo y por eso te apoyo...Pero como perdamos el contacto, sabes que iré a Nueva York y te buscaré por todos los rincones, lo sabes,¿verdad?.

Yo me río y el hace lo mismo y por un momento todo es como siempre como si nada hubiera cambiado...
Pero no es así, y la realidad cae de una manera tan fría sobre nosotros que puedo ver como intenta engañarme e intenta parecer que está despreocupado.
Y ahí me doy cuenta que sus ojos verdes están llorosos y al abrazarlo siento como solloza.

  - Ey Luc, tú eres el fuerte, recuérdalo...

Él sólo sonríe y me besa en la frente.

- Hasta pronto, hermanita. Sólo no olvides que aunque no seas de mi sangre, te amo...

No me da tiempo a despedirme.

Porque Lucas ya no está.

(HORAS DESPUÉS)

Salgo del aeropuerto y me dirijo por las calles ruidosas de NY.
¿Dónde se habrá metido mi prima?

- ¡¡¡Biancaaaa!!! ¿Eres tú? 

Escucho un inglés perfecto y me doy la vuelta. Mi prima se lanza y me abraza.
Yo tardo en reaccionar pero la abrazo.

-Hola Katherine. - la saludo también en inglés.

Me mira extrañada, y cuando nuestras miradas azules se cruzan, sabe que me pasa algo.

- ¿Sabes? Queda como media hora para llegar a mi apartamento. ¿ Por qué no me cuentas, quién a sido el hijo de puta que te ha roto el corazón?

Ella me mira y se ríe; yo sólo sonrió,  una sonrisa que no nos engaña a ninguna de las dos.

- Vale...; de todas formas se que contigo no tengo más remedio...

Ella suelta una carcajada y yo sólo niego con la cabeza.

Hace un movimiento raro con sus manos y centra su atención en mi.

- Bah,  luego podemos hacer que tu dolor se disipe, con un poco de ron y tequila, muchaaa tequilaaa; ¿te he dicho alguna vez que me encanta el jodido tequila?

Esto último lo dice con cara de niña pequeña y no puedo evitar soltar una carcajada. Que me sabe amarga.

Y después de eso, nos perdemos por las abarrotadas calles de mi nuevo hogar.