Karissa se levantó a lo que suponía que eran las siete de la mañana, la cabaña era tan oscura que difícilmente podría distinguir si era de día o de noche. Cuando la pereza la abandonó, se levantó, fue al baño y se dió una larga ducha, usando una vez más el shampoo de olor a durazno.
Salió del baño, y empezó a buscar unos pantalones en el armario de Hazel. Encontró unos que se veían algo holgados, de color caqui, no eran muy su estilo pero tampoco era como si pudiera quejarse.
Decidió que ese día hablaría con Quirón sobre las clases, después de todo era domingo, y aún faltaba una semana para que le dieran vacaciones.
Salió de la cabaña, aún con el pelo un poco húmedo, pero con apuro. Ese día en particular, Karissa podía sentir las miradas y los murmullos con más curiosidad, pero también con algo de tensión. Se preguntó si tendría algo que ver con su progenitor, dios del Inframundo. Desechó la posibilidad, el día anterior todos habían estado tratándola con normalidad, o bueno, casi todos.
Frunció el ceño al divisar a Quirón hablando con una mujer de cabello rubio, con expresión severa y ojos grises, que le recordaban a Annabeth. El centauro mantenía una expresión seria en su rostro, y Karissa se dijo que hablaría con él luego.
Repentinamente, fue tacleada por Nico, quien la tomó de los brazos, llevándola a la cabaña 3, donde Percy les esperaba con la puerta abierta.
Ambos la hicieron entrar, y pronto Karissa se encontró admirando la hermosa decoración de la cabaña de Poseidón. Sin embargo, salió de su trance cuando recordó que Nico la había casi secuestrado.
-Pero bueno, ¿Qué te pasa Nico?
La expresión de desconcierto en el rostro de la hija de Hades era evidente, mientras observaba a su hermano mayor moverse intranquilamente alrededor del lugar. Percy se mantenía cerca de una ventana, mirando a través de un pequeño espacio entre las cortinas.
Nico gruñó.
-Tenemos un pequeño problema. Ya que nuestro padre te ha reclamado de manera tan abierta, Zeus envió a Lady Atenea a que te lleve al Olimpo.
-Pero, ¿Por qué?- Eso sólo había hecho que Karissa se confundiera aún más, inclinando su cabeza hacia la derecha y luego revolviendo su corto pelo negro- Quiero decir, la profecía ya se cumplió, entonces ¿Cuál es el problema?
La respuesta de Nico fue interrumpida por la voz alarmada de Percy.
-¡Demonios, ahí viene Atenea!
Nico se posicionó frente a su hermana, empuñando su espada, mientras Percy se situó justo frente a la puerta.
La mujer rubia -alias Atenea- que Karissa había visto hablando con Quirón abrió la puerta, con la misma expresión severa, siendo recibida por la mirada asesina de Nico di Angelo.
-Baja tu arma, semidiós.- Ordenó con voz firme, recibiendo una mirada que decía si claro, como respuesta. La diosa suspiró.
En un parpadeo, la diosa apareció junto a la hija de Hades, tomando su brazo con fuerza. Cuando Karissa pudo reaccionar, ya no estaban en la bonita cabaña de Poseidón, sino en una sala donde habían catorce tronos de unos dos metros en forma de 《U》.
Las piernas de Karissa temblaron al mirar al dios justo frente a ella, poseía cabello negro, una barba algo poblada, expresión regia y ojos azul eléctrico que lanzaban dagas hacia la semidiosa. A su lado, otro hombre pelinegro, de ojos verdes, con un parecido increíble con Percy, vestido en una camiseta hawaiana, pantalones cortos y sandalias. Completamente distinto al otro hombre, quien vestía un traje elegante y sobrio.
ESTÁS LEYENDO
La Hija De Hades.
FanfictionUn año después de la guerra contra Gaia, dos misteriosas jóvenes aparecen en el Campamento Mestizo, ambas tenían dieciséis años y eran bastante cercanas. Oh, pero eso no era todo. Ambas fueron reclamadas el día de su llegada, una era hija de Apolo...