Me acerque lo más que pude, estaba en frente, el chico estaba dispuesto boca abajo, lo tomé de un brazo y empecé a darle la vuelta. Mi corazón latía mil por hora. No lo podía creer. Me había llevado una gran sorpresa: uno de los secuestradores me tomo por el cuello antes de que pudiera ver quién era. Me estaba ahorcando. Yo lloraba, estaba aterrorizada, entonces escuché la voz de Jefe.
Jefe: ¡Déjala! De ella me encargo yo.
-Ahora si me van a matar, ¿POR QUÉ MIERDA LA VIDA ES TAN INJUSTA?- pensé.
El sujeto que me había sorprendido salió por la puerta. Él no estaba en la venta de garaje, lo sé porque no era ni Sund, ni Grace. Jefe y yo nos quedamos solos, bueno, no tan solos, el muerto aún estaba en la habitación. Yo seguía llorando, no podía creer que estuviese secuestrada y muy probablemente a punto de morir.
Jefe: ¡Por fin solos! ¿No crees?- me dijo cuando me lanzaba una mirada de pies a cabeza.
Tú: déjeme ir a casa, ¡por favor!
Jefe: Quiero saber tu nombre.
No respondí, sólo lo mire.
Jefe: sí niña, no me mires así, tu sabes el mío.
Jaque mate.
Tú: mi nombre es ______.
Jefe: ¡pero que nombre más débil! ¡Lo odio!
Tú: ¿quién dice que le tiene que gustar?
Jefe: SOY EL JEFE Y SI ALGO NO ME GUSTA LO DESHAGO. ¿Entendido?
Estaba tan muerta de horror que sólo lloré más intensamente.
Jefe: ¡no llores!-su tonó cambió a uno más dulce- Jefe está aquí.
-Para matarme- complete la oración en mi mente
Jefe: Oh, ¡ya sé! Desde ahora te llamarás Blues.
Vomitivo-pensé.
Jefe: siempre estás llorando.
Tú: ¿será porque usted me va a matar?
Jefe: shhhhhhh, no lo digas muy fuerte pero… aún no lo haré. Tengo otros planes para ti.
Y regreso su mirada de pies a cabeza. Entonces empecé a temer lo peor: que Jefe abusara de mí.
Tú: ¿Qué planes?
Jefe: pues estás a punto de saberlo.
Entonces se acerco hasta mí. Yo estaba tan aterrorizada que no me podía mover, lo único que hacía era llorar, llorar, como si ese fuese mi escape: llorar. Jefe se acercó tanto que lo único que lograba separarnos era un pequeño hilo de espacio. Y cuando por fin, un pequeño fragmento de mi alma volvió a mi cuerpo dije.
Tú: ¿dónde está Grace?
Jefe: No está.
Tú: pero volverá pronto, no quiero que nos encuentre así- trataba de que desistiera de su sucia idea.
Jefe: Awww, que linda preocupándote por mí, eso te hace ser aún más atractiva. Pero digamos que mi querida Grace no volverá hoy.
Dios, ¿la mató?
Tú: tendré remordimiento de conciencia si “nuestra relación” llegase a dañar la suya.
Jefe: más sencillo, no volverá nunca- se reía.
Yo seguía llorando y por más que lo intentara no podía detenerme, mis ojos tenían la necesidad de descargar el horror y desesperación que tenía. No paré de llorar ni un solo segundo. Luego mis pensamientos fueron interrumpidos por el beso frío y asqueroso de Jefe. Yo estaba inmóvil. Empezó a quitarme toda la ropa y en ese momento reaccioné.
Tú: ¡AUXILIO, ALGUIEN QUE ME AYUDE!
Jefe: grita todo lo que quieras, solo estamos tú y yo. Tú solita para mí.
Tú: ¡AYUDENME POR FAVOR!
Jefe: ¡cortas el romance cállate!
Ya me había quitado prácticamente toda la ropa. Tenía solo mi sostén y mi panty. Y entonces besó mis labios y encontré la oportunidad perfecta para atacar: lo mordí. Lo mordí tan duro que sus labios sangraban intensamente y se apartó furioso.
Jefe: DESGRACIADA, ME MORDISTE, AHORA SI QUE TE VOY A MATAR.
Mi hora final había llegado.
Me tomó por el cabello y me estrelló contra un muro de la habitación. Me golpeé muy fuerte y mi vista empezó a nublarse pero aún podía escuchar, como pequeños susurros pero si podía. Y escuche la voz de Jefe.
Jefe: Adiós Blues, qué lástima que lo nuestro allá terminado así.- se reía mientras lo decía.
Empuño un arma y justo antes de que presionara el gatillo una sombra, lo golpeó y evito el fatal episodio. Siguió golpeándolo, creo que hasta la inconsciencia y luego se acercó a mi. Traté de decir algo pero estaba muy débil. La sombra se acercaba más y más rápido yo tenía miedo y quería alejarme pero no podía. Entonces volví a escuchar.
Xx: ¿Estás bien?
Creo que me había roto la cabeza. Pero asentí con la cabeza.
Xx: Nombres.
No entendí que quiso decir.
Xx: el de los delincuentes.
¿Como es que sabe eso?- pensé
Creo haber respondido pero muy despacio y no muy articulado.
Tú: Se…bastiano…igual…Je-Je-Je…fe
Xx: continua
Tú: S-S-S…Sund
Xx: ¿la chica?
Tú: mu-mu-mu...muerta.
Luego escuché algo que me reconfortó.
Xx: preciosa, te sacaré de aquí.
Me tomó en sus brazos. Se sentía tan cómodo.
Xx: bueno chica del garaje te sacaré de aquí.
Un momento, el era el chico, el que estaba… ¿muerto? Mis pensamientos fueron interrumpidos por un ruido, un escándalo, eran muchas personas y todos decían cosas como: “Atrápenlo” y “Por qué carajos Ace está sin las cadenas”. El chico que me sostenía se preocupó, lo sentí por el latido de su corazón Y luego me desmayé. Ese chico, recordé su voz, el de la venta de garaje. No puede ser, el está muerto o ¿no?