[HOPE]
Abrí mis ojos lentamente. La luz me calaba un poco en la cara, así que los volví a entrecerrar. Me dí cuenta de que estaba en una habitación. Todo era blanco. Mis brazos dolían, tenía grandes heridas y puntadas. Miré mis piernas, entonces visualizé la cama. Era una cama de hospital. Un hospital. Sí, estaba en un hospital. Suspiré aliviada y sonreí ligeramente mientras dejaba recargar mi cabeza. Ya se había terminado. El sufrimiento. El dolor. Ya se había ido.
Un hombre con bata entró por la puerta. Me miró y sonrió. Se acercó a mí.
-Hola, Hope.-Dijo amable, extendiendo su mano en señal de saludo.-Yo soy el Doctor Collins. Me da gusto conocerte.-Tomé su mano y le sonreí.
-Ho-hola. Doctor, ¿puede decirme quién me trajo aquí?-Sonrió un poco, y bajó la mirada tomando mis manos. Lo miré extrañada y esperando que respondiera.
-Eres una fuerte jovencita.-Evadió mi pregunta.-Cuando llegaste aquí estabas a punto de caer en coma. Habías perdido mucha sangre, y tenías fuertes heridas en tu cabeza además de tus brazos y piernas. Por suerte pudimos salvarte, pero llegó un punto en el que en tí estaba la decisión de despertar o no. Ya era tu lucha, y lo lograste, me sorprendes.
-Pero no me dijo cómo llegué aquí.-Me escuché a mí misma con tono asustado en mi voz. Tenía miedo.
-Bueno, pues, una mujer te trajo aquí hace 3 días. Ella dijo que te encontró en el camino de carretera, y decidió trarte aquí. Mencionó que lo último que pudiste decirle fue tu nombre y apellido, y dijo que conocía a tu padre así que hizo el favor de contactarlo.-Padre. Padre. Papá. Papá. Dios mío. Papá estaba aquí. No podía creerlo.
-¿¡Papá!? ¿Mi padre está aquí?-Comencé a intentar levantarme, pero el doctor me detuvo.-¡Déjeme verlo por favor!-Supliqué.
-Tranquila. Tu padre está justo afuera, y si me prometes calmarte dejaré que entre a verte.-Asentí con la cabeza, y volví a recostarme.
Salió de la habitación, y detrás de él, llegó un silencio abrumador. Por unos segundos se quedó así, hasta que de pronto, unos pasos apurados se escucharon fuera de la habitación, y se oían cada vez más cerca.
La puerta se abrió de golpe, dejando a ver a papá parado en el umbral de ella. Nos miramos por unos segundos asombrados. Arranqué las jeringas y tubos de mi cuerpo y salté de la cama corriendo hacia él.
-¡PAPÁ!-Corrió hacia mí al mismo tiempo que yo. Llegué a él, y lo abracé tan fuerte que hasta la habitación pudo retumbar. Me tomó en sus brazos, mientras se agachaba de rodillas.
-Hope, amor, no puedo creer que esto sea verdad.-Habló en mi hombro mientras sobaba mi espalada tiernamente. No pude contenerlas más, y las lágrimas se apoderaron de mí. Salían y salían. Caían sobre la chaqueta de mi padre mojándola un poco. Sentí como una pequeña gota calló en mi hombro, pues estaba descubierto por la bata de paciente. Yo reía mientras lloraba y lo abrazaba. Aquella felicidad me inundó totalmente.
-Yo menos. ¿Y mamá? ¿El tío Elijah? ¿Rebekah? ¿Freya?-Pregunté mirando hacia la puerta.
-Todos están afuera, impacientes por verte. Pero decidimos que sería mejor que yo entrara. En un rato los verás, pero ahora...-Se puso de pie, y me dirigió hasta la cama del cuarto.-Debes tomar reposo. El doctor dijo que era importante-.
-Yo... Yo los extrañé tanto. Nunca dejé de pensar en ustedes. Sólo pensaba en la manera en que los abrazaría a cada uno cuando los volviera a ver.-Me miró comprensivo, sentado en un lado de la cama.
-Amor, ¿En dónde estuviste? Es decir, ¿qué es lo que te pasó?-Mi cara cambió su expresión, y aparté la mirada, pude notar cómo él la buscaba.-¿Hope?-
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Resistiendo.
FanfictionSe suponía que Caroline viviría feliz con Stefan a su lado. Mas, después del hechizo que Kai lanzó a Elena, el vampiro estaba mas ocupado que nada, buscando algo con que traer a Elena de vuelta junto a su hermano, el Salvatore mayor. Él ya no tenía...