"EL AMOR NO SE OLVIDA" (PAUSADO)

Capitulo 1

Modesta Incomodidad

Mis niños pueden verse como unos santos pero en realidad son unos pequeños demonios o al menos así es como mi amigo lo ve, yo no digo que son así, pero tampoco le contradigo que esté en lo cierto, ya que muchas veces llegue a los límites de morderme la lengua para no alzar la voz. Además de ser muy impetuosos, el nivel de su vocabulario es sorprendente, mi amigo como otros vecinos se sorprenden de cómo unos pequeños de casi 3 años puedan hablar sin trabarse o repetir palabras, sinceramente me dicen que tengo unos niños únicos para no decir que son unos opresores.

No sé cuando comenzaron a hablar, pero sé que eran muy pequeños cuando dijeron sus primeras palabras, que cuyo no tengo idea cual fue, ya que estaba deprimido con la muerte de mi esposa, que cuyo nombre era Lola, lamento no haberlo dicho al principio, pero decir su nombre me trae pésimos recuerdos.

Como había contado, reitero con claridad que nunca estuve en esos momentos cruciales que todo padre añora presenciar. Si era mi sueño ver esos puntos claves, pero sin ella a mi lado, no le vi importancia y al no darme la oportunidad todos esos bellos recuerdo lo presenció Sergei tomando mi lugar de padre. Ciertamente hasta la fecha los gemelos siguen considerando a él como su padre y eso me molesta ya que me comparan mal con su persona. Se bien que no soy igual a Sergei, puedo decir que soy mucho peor desde aquel día, pero en si no creo llegar a ese límite de nuevo ¿verdad?

− ¿Se encuentra bien señor?− escuche hablar a mi mano derecha.

−Si... ¿Por qué lo preguntas?− le miró detenidamente.

−Es que lleva media hora mirando a la pantalla de su monitor−

−ha... bueno... solo pensaba–

− ¿puedo saber que le da vuelta por su cabeza?−

−nada importante – giro la mirada al monitor abriendo algunas carpetas− solo pensaba en mis hijos−

−oh... ¿todavía no sabe qué va a hacer?−

−lo estuve pensando, pero no veo solución a mi problema, además enamorarme de nuevo para darle una madre a los gemelos, es un suicidio− me rio un poco.

− ¿Por qué sería un suicidio? Los pequeños estarían de acuerdo, incluso le ruegan ¿no?−

−sí, pero... −levanto mi visual a él−mi corazón solo le pertenece a un alma y a tres vidas−

−pero Señor...−

− ¡Oye enano!, deja de cuestionar al jefe con esas tonterías, el jefe hace su vida como quiere ¿no es así señor?− resalto mi editor al entrar al departamento.

−No le estoy cuestionando−

− ¿en verdad? enano− le pega un tincazo en la frente al pasar por su mesa.

− ¡Ya me canse! − se levanta de su lugar molesto.

− ¡Franchello quieto!– le reclame al ver la intención que tenía.

−pero jefe−

−yo me encargo por favor vuelve a tu lugar− retoma asiento− bien− Miro detenidamente a mi editor− ¿puedo saber qué haces aquí Miguel? Todavía no terminamos el manuscrito... aunque...− me interrumpe.

−No vine por eso señor, vine a informar que tiene una llamada de la guardería−

− ¿¡De la guardería!?− Resalte tontamente levantándome de mi escritorio− ¡¿Ha pasado algo con los gemelos?!−

−No para nada señor, la niñera solo quiere hablar con usted de un tema ligero, está en la línea con Maira−

−oh... ya voy− Suspira preocupado− esto− veo que todos me miraban atentamente más Franchello que se había puesto blanco− me retirare un momento, por favor continúen con su trabajo y... Franchello−