Navidad

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Pronto seria navidad, todo el castillo estaba decorado de manera hermosa, con gigantes arboles de navidad y nieve cayendo del techo.

Hermione se había ido hace poco, ella les había aconsejado, mas bien ordenado, que buscaran en la sección prohibida de la biblioteca sobre Nicolas Flamel, por lo que habían escuchado el otro día en la cabaña de Hagrid, después de que ella se fue, los chicos se quedaron jugando ajedrez mágico y Mary se fue a la sala común de gryffindor, cuando entró, el salón estaba solo cuando le taparon los ojos, la boca y sintió una varita apuntando su cuello.

-Danos todo tu cariño y nadie saldrá herido- de inmediato reconoció la voz de Fred, pero ella no respondió -¿no me lo quieres dar?- ella gimió y señalo la mano de Fred que tapaba su boca, entonces el la movió.

-¿Como te iba a responder si no podía hablar?.

-Lo siento, mi error.

-y, ¿estas emocionada por navidad?- le pregunto George.

-No realmente.

Los dos la miraron sorprendidos esperando que fuera una broma.

-¿Como que no?.

-Pues... que no.

-¿Porque?, ¿no te gusta la navidad?.

-Claro que me gusta, es solo que... Harry y yo realmente nunca hemos tenido una buena navidad y nunca hemos recibido regalos.

Los gemelos intercambiaron miradas y se fueron lentamente caminando de para atrás sin despegar sus ojos con expresión sorprendida de Mary y ella los miraba extrañada por lo que estaban haciendo, no los volvió a ver ese día, así que se quedo con Harry y Ron.

En la mañana del día siguiente la despertó el sentir un suave beso sobre su mejilla, pero al abrir los ojos no había nadie, esa habitación de las chicas estaba sola, solo estaba ella, y escucho ruido, así que bajo a la sala común donde se encontró con Harry y Ron.

-Tu padre dejó esto antes de morir. Ya es tiempo de que sea devuelto, prestase lo también a tu prima. Úsenlo bien. Feliz navidad para los dos- leyó Harry la nota de un paquete que tenia en su mano después de que el y Ron le desearon una feliz navidad a Mary y ella a ellos.

Resulto ser que esa extraña manta era una capa de invisibilidad.

-Ah Mary por poco se me olvida decirte, tus regalos están bajo el árbol.

-¿También recibí algo?- dijo ella llena de emoción.

Ella se apresuro a ir bajo el árbol y encontró muchos paquetes allí, la señora Weasley le hizo un sweter también a ella con la letra M al frente, también unos chocolates, un hermoso collar y una pulsera que hacia juego, no pensó que recibiría cosas y menos tantas.

Todo el día se la pasó con Harry y Ron, y estaba un poco triste ya que no podría decirle feliz navidad a los gemelos.

-Ah Mary perdóname, también se me olvido darte esto, se te callo de uno de los paquetes que abriste.

Era una nota, no estaba escrita, tenia pegadas letras de periódico, ningún regalo decía quien lo enviaba excepto por el de la señora Weasley, esta nota decía que fuera a el árbol que esta en frente del lago a las 7 de la noche.

Un poco antes de esa hora, ella caminaba a este lugar, con varita en mano, ya que no sabia nada de quien le había dado los regalos pero a medida que se acercaba a el lugar vio una figura con una punta redonda de color rojo y supo que era uno de los gemelos.

Cuando se encontró con Fred, estaba a punto de exigirle una explicación de por que la dejaron sola, ella estaba abriendo la boca cuando el hizo un gesto con la mano para que callara y mirara arriba.

Cuando ella hizo esto su corazón se congeló por completo, vio muérdago sobre ella. Bajo la mirada con la cara completamente roja y clavó sus ojos en los de Fred mientras trataba de calmar su respiración pero esto le era imposible, había perdido el control de su cuerpo.

Fred se acercaba lentamente a ella, y Mary estaba paralizada, no se acercaba ni se alejaba, solo lo miraba y escuchaba su corazón desenfrenado.

Fred ya estaba rozando sus labios con los de ella, sus alientos se mascaban y los dos trataban de respirar con normalidad pero ninguno lo lograba, en este punto Mary cerro los ojos sin querer y los labios de Fred y de Mary se juntaron, los labios de Fred eran suaves y dulces, le sabían a chocolate, ninguno de los dos era capaz de pensar en ese instante, solo de sentir.

Después de un rato se separaron buscando aire.

-¿Que acaba de ocurrir? -pregunto Mary nerviosa, con el corazón a mil.

-No lo se - le respondió Fred.

Se observaron profundamente y sus labios se volvieron a encontrar.









Fred Weasley, you are my always.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora