Capítulo 1: Blue Jeans

55 2 0
                                    

Me encontraba con la mirada pérdida, acostada sobre mi cama vestida tan solo de una camiseta holgada y ropa interior, mi cabello se encontraba completamente despeinado, pero obviamente no me importaba en lo absoluto.
Entonces empecé a cantar en un susurro la letra de la canción que estaba oyendo con mis auriculares, "Blue Jeans" de Lana Del Rey.

—"Blue Jeans, white shirt, walked into te room you know you make my eyes burn"...

Entonces la música se detuvo repentinamente. Mire el celular extrañada y gruñí al notar que mi teléfono se había quedado sin pila. Me levanté de la cama y cogí el cargador que descansaba sobre mi escritorio, luego lo enchufe a la pared y me dirigí hacia el lavabo. Me puse frente al espejo y debo admitir que cuando vi mi aspecto no me sentí para nada orgullosa, puesto que tenía unas especies de bolsas colgando bajo mis ojos que la gente suele llamar—ojeras—, mi cabello como predije estaba todo revuelto, y la pintura de mis uñas ya estaba toda desconchada.
Puse los ojos en blanco y suspiré, ya que me acababa de recordar que esta noche había una fiesta en casa de Nathalie—una compañera del salón—, y mi novio Adam vendría a buscarme a las ocho. Tenía que hacer algo con este aspecto de vagabunda antes de esa hora.
Apresuradamente me metí en la ducha y tome un baño cortó. Al secarme me coloqué un sostén con una pantie—ambos negros—y me quede así semidesnuda mientras me quitaba la pintura desconchada de mis uñas y las volvía a pintar.
Entonces mi celular empezó a soñar, salí del lavabo y corrí hasta el escritorio donde estaba mi teléfono, la pantalla decía "Llamada entrante de Adam Blake"

Contesté al cuarto timbrazo:

—Aún no estoy lista, falta media hora para las ocho—le informé riendo.

—Me imagine, te conozco Michelle—respondió con su voz ronca.

—¡Hey! Sabes que odio que me llames por mi nombre, suena demasiado formal que mi novio me llame por mi nombre—refunfuñé.

Oí su risita a través de la línea.

—Estaré en tu casa en cinco minutos.

—Bueno aún no estaré lista así que me esperas en la sala.

—¿Mis suegros están?—preguntó.

Se me cortó la respiración un segundo. Entendía con que finalidad me lo preguntaba.

—No—solté—, espérame en el carro.

—Ya veremos—colgó.

Deje el celular donde estaba y corrí hacia el baño donde estaba mi maquillaje, cogí el estuche y empecé con el corrector para tapar mis horribles ojeras, luego agregué un poco de polvo sobre mi rostro, delineé mis ojos un poco de negros y guarde nuevamente el maquillaje. Me vi en el espejo y esta vez no fue desagradable verme, ya lucía mucho mejor, además había peinado mi largo cabello.
Cuando me dispuse a inspeccionar la ropa de mi armario, alguien tocó la puerta de mi cuarto.
Gruñí. Seguramente era Adam. ¡Le había dicho que esperara en el auto!

—Me vas a esperar abajo jovencito—le dije abriendo la puerta.

El miró mi cuerpo semidesnudo y yo fruncí el entrecejo. Actuaba como si fuera la primera vez que me ve en sostén y en panties.

—Si me abres la puerta así, es difícil querer esperar abajo—dijo colocando sus manos sobre mi cintura.

—Actúas como si fuera la primera vez que me ves en ropa interior—puse los ojos en blanco.

—Y tu evitándome en tu habitación, actúas como si jamás nos hubiésemos acostado—respondió.
Entonces me besó y mis pulsaciones se aceleraron, rápidamente me abrazo por la cintura y yo descansé mis brazos sobre sus hombros. A esta cercanía podía sentir su agradable aroma de perfume masculino.

No FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora