Capítulo 8: Resaca

18 0 0
                                    

Desperté y abrí los ojos poco a poco hasta que ya los tuve abiertos por completo. Miré a mi alrededor y me di cuenta que no estaba en mi habitación, además tenía unos jeans y una camisa puestos—no una pijama como debería—. Traté de incorporarme en la cama y entonces noté que Aria dormía a mi lado en el mismo colchón, entonces ya todo tenía sentido: este era el cuarto de Aria, ya lo reconocía. Me sentí aliviada que fuese su cuarto y no de él de otra persona, porque no recordaba nada de la noche anterior y no me hubiese sorprendido si en Media Noche un sujeto me había logrado convencer borracha de venir a su casa.

—Hey Aria—dije mientras le tocaba el hombro—Aria despierta.

—Shhhh—dijo ella.

—¿Aria que paso la noche anterior? Me duele la cabeza—dije.

Entonces ella abrió los ojos como platos.

—¿Qué hora es? Tenemos que ir al instituto—dijo tomando el reloj que había en su mesa de noche junto a la cama—Uff que alivio, faltan aún diez minutos para que suene la alarma, pensé que nos habíamos quedado dormidas.

—No quiero ir al Instituto, me duele la cabeza—dije.

Ella me miró y rió.

—Si y ayer vomitaste. Echale la culpa al alcohol—dijo ella.

—No me acuerdo de nada, solo de cuando salí de mi casa para ir a Media Noche, ¿pero que pasó ahí?

—Tomaste demasiado y te emborrachaste, yo por suerte estaba en Media Noche en mi cita con Lucas y te encontré y entonces te traje a mi casa para que tus padres no te matarán. Estabas demasiado ebria.

—¿Enserio?—dije yo apenas—, Seguro interrumpí tu cita con Lucas disculpa.

Ella asintió.

—Michelle ahora quiero que me digas que hacías tomando en Media Noche, tu nunca vas a tomar solo porque te provocó. Se que fuiste porque te pasó algo, déjame adivinar, ¿Estás deprimida por que Adam esta molesto contigo?

Y entonces cuando dijo su nombre, sentí un nudo en la garganta y ganas de llorar.

—Aria ayer terminamos. En la noche él fue hasta mi casa y me dijo que ya no estaba molesto conmigo, entonces nos acostamos y después de eso, se levantó de la cama, me terminó y me dijo que el solo fui su novia para tener sexo conmigo. Prácticamente me dijo que nunca le importe de verdad—dije y entonces las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos mientras sollozaba.

Ella me miró sorprendida y al mismo tiempo noté su molestia, sabía que ella quería matar a Adam porque era un imbecil. Aria me rodeó con sus brazos y recosté mi cabeza sobre su hombro.

—Lo mataré, me encargaré de que no viva más—dijo ella.

—Más nunca me voy a enamorar—dije yo.

Ella rompió el abrazo para poder verme.

—Él no vale la pena Michelle, enserio el si es un idiota y Charlotte y yo te lo advertimos desde el principio. Pero porque él sea así, no significa que todos los demás serán así.

—Tú sabes que mi lema es no enamorarme, ya lo hice una vez por Adam, no lo haré de nuevo.

Me sequé las lágrimas y me peine el cabello con las manos. Entonces sonó la alarma de Aria, ya habían pasado los diez minutos. Ella estiró el brazo y la detuvo, luego me miró.

—¿Estás bien?—dijo.

—Sí trataré de estarlo, pero este dolor de cabeza tampoco ayuda.

—Vamos levántate, ya sonó la alarma, eso significa que debemos alistarnos para ir al instituto—dijo ella—, mira báñate tu en el baño de aquí arriba, yo me bañare en el de abajo—dijo guiñándome un ojo.

No FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora