Su mano se entrelazó con la mía. Mi corazón latía eufórico mientras Rhys me conducía a la pista. Las luces de colores inundaban nuestros rostros. Su cuerpo comenzó a moverse detrás de mí. Mi piel ardía y mi cabeza no hacía más que pensar en lo bien que se sentía mi cuerpo pegado al suyo como si fueran uno solo. Su respiración agitada y caliente sobre mi cuello provocó que mis vellos se erizaran al instante. Una ola de calor inundó cada parte de mi cuerpo. Escuché su risa detrás de mí y sonreí. Se había dado cuenta y claramente lo estaba disfrutando. Acomodé mi cabello hacia el lado derecho por el calor que abrumaba a mi cuerpo. Mis caderas se movían al ritmo de la melodía. Cuando sentí como algo detrás de mi trasero crecía, sus manos tomaron mis codos y me obligaron a quedar frente a él. Aún en medio de la oscuridad, vislumbré el color oscuro que habían adquirido sus ojos.Hubo algo. En nuestra conexión de miradas logré ver algo que antes no había notado. Cuando me miraba, su mirada se hacía intensa, pero aquello era solo conmigo. Intensa, tan intensa que sentía que incineraba mis huesos. Quizás me lo estaba imaginando, quizás era lo que yo quería que pasara. Sus manos se deslizaron por mis antebrazos y terminaron aferrados a mis caderas. Un jadeo se escapó de mi boca cuando me acercó a él hasta el punto en que mi pecho rebotó contra el suyo. Él, con su maldita mirada, me hacía sentir que todo a mi alrededor era irreal, incluyéndolo.
Hey, hey, hey
Touch of her skin, feeling silky smooth, hey
Color of café au lait, alright
Made the savage beast inside roar until he cried
More (more), more (more), more
Su mano izquierda recorrió el borde derecho de mi cuerpo hasta llegar a mi mejilla. Detuve mis movimientos y permanecí estática. Sabía lo que quería hacer, lo veía en sus ojos y por supuesto, yo también deseaba lo mismo. De repente, mis piernas se sintieron demasiado débiles y mi cuerpo muy lánguido. Comenzó a acercarse lentamente a mis labios, pero decidido. No dejé de mirarlo en ningún momento mientras la música mantenía su curso. ¿Era normal que en sus brazos me sintiera tan... a salvo? ¿Qué diablos estoy diciendo? Por supuesto que no era normal.
En el momento menos pensado se alejó bruscamente mientras maldecía. Me sentí estúpida. Me había dejado con los labios prácticamente estirados para recibir aquél infame beso. Los pensamientos negativos se esfumaron cuando retiró el celular de su bolsillo y rechazó la llamada de una persona apodada como "Ford".
—Perdona, yo... —intentó disculparse.
Abrí la boca para decirle que no se preocupara y fue interrumpida por chicos que habían aparecido quién sabe dónde. Uno de ellos me miró atentamente antes de acercarse a Rhys mientras el otro le daba palmadas en la espalda al gemelo como saludo.
—Hola, linda —sonrió el chico moreno de extraño color de ojos.
Me distraje mientras lo observaba. Qué ojos tan atrayentes y cautivadores, no eran completamente cafés, pero tampoco verdes ni color miel. Después de intentar pestañear para enforcar mi vista en él, me di por vencida.
—Aleja tus garras de ella, Forbes. —gruñó Rhys.
«¿Forbes?»
—No he hecho nada. —se defendió.
No podía comprender como era posible que existieran tantos chicos altos y guapos. Estaba rodeada. Literalmente no sabía por dónde empezar a elegir... espera ¿elegir? No vine de cacería, cerebro. Ya no puedo con los hombres. El segundo chico me miró con curiosidad. Su cabello ondulado caía por su rostro y sus ojos verdes le daban un toque casi angelical. Fruncí el ceño.

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Between loves
Novela Juvenil"Nunca me había detenido a pensar que era el amor y mucho menos que era lo que quedaba después del dolor y las mentiras... hasta que ellos llegaron a mi vida. Fue como observar en primera fila un oscuro tornado que arrazaba con todo lo que lo rodeab...