Capítulo 8

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Hola! Lo siento, por no subir capítulos ni nada, que son vacaciones y que por supuesto debería subir más frecuentemente, pero tengo hermanos mas pequeños que yo, y tengo que cuidarlos (soy niñera sin paga), y aparte de eso mis primos (también mas pequeños que yo) andan por mi casa. No prometo subir tantas veces por semana, pero cuando suba, serán varios capítulos.

***

Me había dormido molesto con Mery, aunque había hablado con Greta sobre nuestros sentimientos, (suena algo de lo que hablarían unas mejores amigas, pero bueno) pero aún así, me sentía un poco mal por ella, había sido engañada por su antiguo novio y por Mery, aunque ella no lo supiera, estaba comprometida en todo.

Encendí la televisión, pero realmente no le estaba prestando atención. Estaba haciendo una lista mental de los exámenes para los que tenía que estudiar, cuando sentí algo golpear la ventana. La miré durante unos segundos, pero no sucedió nada, seguro lo había imaginado. Me deje caer en mi sillón mientras miraba un comercial de una máquina para hacer jugos, cuando sentí el golpe de nuevo. Era un piedra, luego otra y me dio en la cabeza. Me levanté rápidamente y caminé hacía la ventana. Todo estaba oscuro, excepto por la luz de mi habitación. Estaba apunto de asegurarla con candado cuando otra piedra reboto en el vidrio, y la vi. Mery.

¿Qué rayos estaba haciendo aquí?

-¿Mery? -hablé. Ella salió de su escondite y colocó un dedo encima de sus labios en señal de que me callara. Cruzó el jardín y comenzó a treparse en un árbol cerca de mi ventana. Me alejé de la ventana mientras ella entraba torpemente por mi ventana. No sabía ni que preguntarle por esto me parecía ridículo, seguro estaba soñando. Abrí la boca para comenzar con mi discurso de preguntas, cuando me tapó la boca con su mano. Fruncí el ceño en confusión y ella se reía en voz baja. La ví morderse el labio y eso me preocupo más, ¿qué iba a hacer? Su mano se retiro de mi cara y yo estaba comenzando a hablar.

-Me... -me besó. Debería sentirme realmente encantado, pero eso llego más tarde. Estaba muy confundido, siempre quise besarla, pero no así. Tome su antebrazo izquierdo para retirarla, pero su mano derecha se posó en mi cabello y me jaló hacia ella. Mi razonamiento se debilitó y le solté el antebrazo para colocar mis manos alrededor de su cintura. Estaba ardiendo por dentro. Mery me había besado y yo la besaba a ella. Luego una larga cabellera anaranjada me pasó por los ojos. Greta. Ella ahora era mi novia, y esa misma noche casi la pierdo por la chica que estaba besando ahora mismo. Me enfurecí. Se supone que estaba enojado con ella. Me aleje de su beso provocativo y caí en mi silla del escritorio. Respiré profundamente ante de hablar.

-¿Qué rayos de pasa? -hablé casi susurrando y dejando grandes espacios al decir cada palabra. Su mirada pícara dejó de ver mi cara para mirar sus zapatos. Me acerque a ella y la tomé por los hombros, obligándola a mirarme. Seguía sonriendo. Eso me dio mucha ira, creí que al menos me diría porque lo hizo. -¿A qué viniste, eh? ¿A hacer que me moleste más contigo?

-¿Por qué vas a molestarte conmigo, sí me besaste? -sonrió.

-Largo. Ahora. -señalé la ventana por la que hace unos momentos había entrado Mery. -Y no me vuelvas a hablar. Nunca.

***

-Volveré más tarde, tengo que hacer cosas... -murmuré. Hablaba por teléfono con mi madre. Se había vuelto más pesada y comenzaba a tratarme como un bebé. Se supone que yo era el hijo mayor y que a Clara era a la que tenían que cuidar más. Ella me dio una corta despedida y colgó. Suspire. Se había puesto triste por ser cortante con ella. Guardé mi teléfono. Tenía las emociones revueltas.

Caminé un rato, dando vueltas en las calles cercanas y no me di cuenta hasta que vi una casa muy colorida, que quedaba en la esquina de la calle en la que vivía Greta. Una sonrisa se me grabó en la cara y comencé a caminar hacía su casa. Al parecer no había nadie en casa, pero me acerqué y toque el timbre dos veces, ante de saliera alguien. Una chica rubia en pijama. No la conocía, pero su rostro me era familiar. Debía ser la hermana de Greta, se parecían mucho, excepto por el cabello.

-¿Puedo ayudarte en algo? -preguntó. Su voz era muy baja.

-Sí ¿está Greta?

-Sí. -contestó y señaló hacía el segundo piso. -Esta arriba. Puedes pasar si quieres.

Asentí. La hermana de Greta era muy hermosa. Y algo que no me pasaba muy a menudo era interactuar con chicas lindas, o interactuar con chicas, exceptuando a Mery. Mery, Mery, Mery. No sé ni que hacer con ella. Me quedé en la sala mientras Greta era llamada a gritos por su hermana. Me dijo que subiera a su habitación. Toqué la puerta, que estaba entreabierta, ante de entrar. Greta me dijo que entrara.

-Hola. -saludé. Ella estaba en pijama recostada en su cama utilizando su celular.

-Hola. -contestó cortante, sin apartar su mirada del aparato. ¿Acaso estaba enojada?

-Estaba caminando y de alguna manera llegué aqui. -Sonreí, pero ella seguía sin mirarme. -Y, ¿cómo éstas?

-¿Puedes decirme algo, Jason?

-Lo que sea.

-Quiero tu opinión sobre una foto. -dijo, mientras se levantaba de su cama y se acercaba a mi. Me tendió en teléfono. Vi la foto. No sabía que opinión darle. Eran un chico y una chica besándose. Los conocía. Claro que los conocía, cómo la palma de mi mano. Mery y yo.

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