El director nos hizo una anotación por llegar tarde y nos nos dejó entrar a la primera hora de clase; Clara se fue a encontrar con su tonto novio, Douglas, y me dejó con solo con Mery. Fuimos al pasillo que llevaba a nuestra siguiente clase y nos sentamos en el piso. Mery se había calmado, pero algo me decía que seguía pensando en ese idiota de Nick. Qué le habrá hecho ese desgraciado, estoy seguro de que no fue por el comentario que le terminó.
-Mery, Mery, Mery... -murmuré. Ella me miró, sus hermosos ojos marrones me miraban intensamente, porqué tiene que ser tan difícil. -¿Vas a decirme porqué terminaron?
-Ya te lo dije, Jay...
-Por eso no fue, Mery. -sentencié. -¿Qué pasó en realidad?
Ella se encogió de hombros, no me iba a contar. Se lo iba a sacar de cualquier modo.
-Meredith... -hablé. Ella giro su cabeza hacía mí. Odiaba que la llamara así ni siquiera es su verdadero nombre, pero su madre me dijo que ese era el que le pondría, su mamá y su abuela la llaman así.
-Jason Frederic Richards, te he dicho que no me llames así.
-Pues deja de decirme Frederic, Meredith... -hablé. -Ahora cuéntamelo todo.
-¿Para qué quieres saber?-me preguntó cruzando los brazos sobre el pecho.
-Porque... -esto me iba a doler, como un puñal. -Por que eres mi mejor amiga, Mery.
-Jay...
-Habla. -ordené. Ella dio un largo suspiro.
-Sabes que Nick esta en la universidad, ¿cierto? -asentí. -Bueno, él se irá a estudiar en otra. -finalizó.
-¿Sólo porqué se marchará? -pregunté. Ella negó. -¿Entonces?
-Fue el sábado. -habló. -Sus amigos le hicieron una fiesta de despedida, y yo me quede hasta muy tarde... Luego empezó a llover... No podía conducir con esa tormenta, así que en quedé un rato más.
-¡Por Dios! -casi grité. -¡Dime que no lo hiciste, Mery!
-No, claro que no, Jay. -dijo tomando mis manos. Sus manos se sentían cálidas. -Él quería que pasara, pero yo no quise, y se enojo mucho... Muchísimo..
-Ummm... Correcto.
-Eso fue lo que pasó... -dijo agachando la cabeza. -Y esta mañana, cuando recién había llegado a Florida, me envió un texto que decía que terminábamos.
-¿Te terminó por un mensaje? Sí que es un torpe...
-Sí. -terminó Mery. Era el momento perfecto, tenia que besarla, o abrazarla. Tenía que hacer algo. Alargue mi mano hasta llegar a unos centímetros de la suya, cuando sonó el timbre ella fue la primera en levantarse.
-Tengo literatura ahora, Jay. -dijo mientras se acomodaba la camiseta.
-Yo tengo química. -respondí. -Luego tengo deportes.
-Yo también, nos vemos allí, Jay. -se despidió con un beso en el aire y se dio la vuelta hacia el aula 43, la clase de literatura. Me quede en el pasillo un segundo antes de correr hacia el laboratorio de química. El profesor no había llegado y eso era un alivio. Me acomode al lado de Greta, mi compañera en química y biología. Ella también era una chica linda, tenía un hermoso cabello naranja rizado, y unos bonitos ojos verdes. También olía bien, un profundo perfume de vainilla.
-Hola, Greta. -la saludé. Ella me miraba, una mirada muy penetrante.
-Hola, Jason, ¿qué hay? -me respondió el saludó con una gran sonrisa. -¿Sabías qué hoy habrá un espectáculo especial en la feria?
-Creo que escuché algo sobre eso. -dije mientras sacaba mi libro de química. Clara me había comentado sobre eso, al parecer pasarían una película romántica para el día de San Valentín, hoy. También dijo que solo irían los que tenían parejas, o alguna cita. Esperen, ¿citas? Miré a Greta de reojo, ella seguía mirándome, ¿quería que fuera con ella? Genial, ¿o qué tal que solo me este comentando? No creo, Clara me ha dicho que las mujeres siempre hablaban con indirectas para no parecer que quieren eso, peor sí lo quieren, eso es muy confuso. -Eh... Greta...
-Sí, Jason. -dijo colocando los brazos sobre la mesa.
-Me preguntaba, sí quizás... No sé, querías ir a la feria... Conmigo, ¿no?
-Sería fantástico. -suspiró y me dio una sonrisa.
-Entonces, pasó por ti a las cuatro, ¿te parece? -pregunté y ella asintió. Genial, ahora tengo una cita, en el día de San Valentín, no voy a pasar solo otro año. Esto lo tiene que saber Clara.
-Buenos días, jóvenes. -saludó el profesor de química. La clase empezó, conmigo más emocionado que nunca. Y por un momento, deje de pensar en Mery, y ahora me concentraba en la chica que me había invitado a salir, al fin y al cabo. Será un dia increíble.
***
-¡Puedes creerlo, Clara! -le dije emocionado a mi hermana cuando la encontré en la cafetería haciendo fila. Ya le había contado todo. -No eres la única que tiene una cita hoy.
-Eso parece. -señaló. La fila avanzó y Clara recogió su comida. Yo hice lo mismo y la seguí. Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana. -¿Y Mery?
-¿Mery? -pregunté mientras destapaba el jugo de naranja y le daba un trago. -¿Qué sucede con ella?
-¡Qué no tiene novio el día de los enamorados! -habló exasperada.
-Es cierto, pero ella ha pasado varios 14 de febrero acompañada, nunca le ha importado que su mejor amigo se quede sólo, ¿o sí? -respondí.
-¡Qué malo eres! -dijo Clara. -Es muy diferente a que un chico pase este día solo, a que lo pase una chica, ¿entiendes?
-No veo la diferencia. -dije tomado la sal y echándole a la ensalada. -A demás, siempre es lo mismo. Desde antes de haberme declarado, ella terminaba con su novio, se deprimía y luego otro chico tonto la conquistaba, y eran novios. No veo porque yo no pueda salir con alguien.
-Ay, Jason... -suspiró mi hermana. No la entiendo, es igual de difícil de entender como mi tía Danielle, porque habla ruso.
***
-¡Jay! -escuché gritar a Mery detrás de mí. Estaba entre toda la gente que salía de la escuela. -¿Qué vas a hacer hoy?
-Voy a salir... -dije un poco dudoso. ¿O era mejor decirle que tenía una cita?
-¿Me estas evitando? -alzo una ceja.
-No, -negué. -¿por qué haría eso?
-Porqué tú no sales el día de San Valentín, tontito.
-Estas igual que mi hermana, Mery -me quejé. -Y para tu información, tengo una cita, hoy mismo.
-¿En serio? -preguntó, ¿desilusionada? Asentí, y ella bajo al cabeza. -¿Y eso con quién?
-Con Greta Woodcock . -sonreí. Decir su nombre sobaba bien. Mery puso una cara de sorpresa. -No te sorprendas, algún día tenía que salir con alguien, ¿no?
Mery asintió. En ese momento paso Greta con su hermano menor, me saludó y saludó a Mery, pero ella solo hizo una mueca.
-¿Estas bien, Mery? -pregunté. Ella volvió a asentir y camino hacia el lado oeste de la escuela. -¿A dónde vas?
-Por un helado a The Happy Ice Cream. -dijo. Ese era el lugar al que solíamos ir antes, pero ella empezó a ir con sus novios y ya no era tan bueno como antes. -Dicen que para los solteros en día de San Valentín, sólo los acompaña el helado. -sonrió.
-Sí, tengo mucha experiencia en eso. -me reí. Juró que antes de girarme para ir a casa, ella dejó una lágrima.
