No solo había engañado a mi mejor amigo, sino que me había enamorado de su novio. A penas podía mirar a Carlos a la cara sin pensar en Blas.
Le echaba de menos, echaba de menos sus besos, sus caricias. Y me dolía de una forma increíble cuando veía cómo abrazaba a Carlos, cómo le besaba, cómo se decían que se querían.
El cuatrimestre pasó rápido, cuando nos dimos cuenta estábamos en plena época de exámenes. Carlos y yo solíamos quedar para estudiar juntos, con Dani, se nos hacía más fácil.
-Álvaro... -Dijo Carlos mientras íbamos a casa de Dani para estudiar. –Te noto raro. ¿Hay algo que quieras contarme?
-La verdad es que sí. –Suspiré. –Carlos, soy gay.
Se quedó parado en mitad de la calle. Me miró fijamente, tenía los ojos abiertos como platos. Siguió andando sin decir nada más.
-Carlos, por favor... -Estiré de su brazo.
-Ahora no, Álvaro. Me voy a casa. Ve tú a estudiar con Dani, necesito pensar. Nos vemos.
Flashback.
Carlos y yo estábamos en mi casa. Habíamos quedado para hacer un trabajo juntos y estábamos tomando un descanso para comer algo.
-Álvaro, necesito hablar contigo. –Carlos cerró la puerta de la habitación.
-¿Qué pasa?
-Soy gay, Álvaro. –Me miró.
Al principio no supe muy bien qué decir, tenía mis sospechas.
-Da igual lo que seas. –Me acerqué a él. –Siempre voy a estar a tu lado.
Nos abrazamos. Carlos tenía los ojos vidriosos.
-¿Sabes cómo me he dado cuenta? –Susurró.
-Cuéntame.
-Estoy enamorado de ti, Álvaro.
Me besó suavemente en los labios y yo me aparté.
-Tengo novia, Carlos. Yo no soy gay. –Murmuré.
-Lo siento. Pero...
Carlos rompió a llorar. Me sentía fatal, pero no sentía por él más que el cariño de una amistad de muchos años.
Le abracé y le consolé hasta que se calmó.
-Se te pasará... -Susurré. –Siempre voy a ser tu amigo.
Fin del flashback.
Entendía perfectamente que Carlos estuviera así. Él se enamoró de mí y lo pasó realmente mal hasta que dejó de lado esos sentimientos.
Le escribí a Blas, necesitaba contárselo. Pero me respondió que no podía verme, que Carlos le había llamado primero.
Me resigné y fui a casa de Dani, intenté concentrarme pero no podía dejar de pensar en que Blas y Carlos estaban juntos en ese momento. Y eso me dolía tanto...
-¿Estás bien? –Me preguntó Dani. –Llevas como media hora en la misma página.
-Ya, bueno...
-¿No vas a contármelo? –Puso su mano en mi hombro.
Abracé a Dani y le conté todo, absolutamente todo. Incluso lo de Blas. Los ojos de Dani estaban abiertos como platos.
-Blas es un capullo. –Respondió cuando acabé. –No puede teneros a los dos.
-Es que a mí no me tiene. Yo no soy nada para él.
-Yo creo que tú le importas. No te habría tratado tan bien si no le importases, Álvaro.
-Me estoy volviendo loco, Dani. –Hundí mi cabeza entre mis manos.
Dani me abrazó y me dio ánimos. Pasamos un buen rato hablando sobre todo esto, sobre Blas, sobre Carlos, sobre la situación.
-¿Sabes qué? Yo creo que deberías luchar por él. –Dijo Dani. –Le quieres, y no es justo que estés así solo porque Carlos llegó primero. Además...
Se quedó en silencio.
-¿Además qué?
-No creo que Blas esté enamorado de Carlos. Nunca lo he creído.
Miré a Dani y asentí. Yo tampoco lo creía, pero estaban juntos. Y por mucho que yo creyera que Blas sentía algo por mí, era con Carlos con quien estaba en ese momento y no conmigo.
Volví a casa y encendí mi ordenador. Entré de nuevo en esa web gay. Llevaba bastante tiempo sin meterme ahí, y tenía cientos de comentarios de un montón de chicos.
Empecé a hablar con algunos. Pero, de nuevo, ninguno me parecía lo suficientemente interesante. Hasta que un chico que no tenía foto de perfil me habló.
Le contesté de pura casualidad, pero la conversación se ponía interesante. Hablamos de todo un poco. Él también acababa de descubrir su homosexualidad, y también estaba asustado. Pero él estaba solo.
Estuvimos hablando prácticamente toda la noche. Dejé de contestar a los demás chicos, solo me interesaba hablar con él. Se llamaba Izan, y tenía mi misma edad.
Izan: ¿Te gustaría hablar por teléfono?
Álvaro: Me da vergüenza.
Izan: Quiero escuchar tu voz.
El siguiente mensaje que le mandé fue mi número de teléfono. Unos minutos después la pantalla se iluminó con un número que no conocía. Cuando descolgué ambos estuvimos en silencio hasta que se nos escapó una risa nerviosa.
-Háblame de Blas, Álvaro. –Me dijo Izan.
-Blas es... Es increíble. Es capaz de calmarte solo cuando te mira. Y cuando te abraza... Es la mejor sensación. Me siento a salvo.
-Pero él no te quiere, ¿no?
Sus palabras se me clavaron como puñales.
-No, no me quiere. –Suspiré.
-Álvaro... Sé que eres especial. –Murmuró. –Me gustaría conocerte.
Estaba nervioso mientras hablaba con él. No dejaba de dar vueltas por la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Doubts || Blálvaro ||
Fanfiction¿Qué pasaría si un día descubres que no eres quien crees ser? Blálvaro || Blarlos.